El drama contractual sacude la NFL: Hendrickson, Cousins y la lucha por el respeto y los millones

Cuando el talento en el campo se cruza con las negociaciones fuera de él, incluso las estrellas más brillantes deben pelear por lo que creen justo

Una minicamp envuelta en tensiones: la historia de Trey Hendrickson

Los Cincinnati Bengals comenzaron su minicamp obligatorio sin una de sus figuras defensivas más importantes: Trey Hendrickson. El ala defensiva estelar, quien lideró la NFL con 17.5 capturas en la temporada pasada y fue seleccionado al All-Pro, está en plena disputa contractual con la franquicia, y decidió no asistir como forma de protesta.

Hendrickson, de 29 años, ha sido una pieza fundamental en la defensa de los Bengals desde su llegada en 2021, pero ahora siente que la organización no le está ofreciendo el reconocimiento económico que merece. Según él, el equipo propone un contrato a corto plazo con poca garantía de dinero, mientras que él busca seguridad financiera a largo plazo.

Definitivamente estoy decepcionado. Amo Cincinnati, pero es un dilema extraño. Los jugadores enfrentamos esto con frecuencia. Estoy bendecido, pero no voy a dejar que el miedo me controle”, dijo Hendrickson en una rara aparición pública durante los entrenamientos de temporada baja, marcada por su honestidad emocional.

Burrow responde al drama con madurez

Joe Burrow, quarterback de los Bengals y líder del equipo, fue claro al expresar su apoyo a Hendrickson. Aunque admitió que la ausencia es una distracción, también mostró empatía: “Todos apoyamos a Trey, y nos encantaría tenerlo de vuelta”.

Burrow no es ajeno a situaciones contractuales complicadas dentro del equipo. El año pasado, los receptores Ja’Marr Chase y Tee Higgins atravesaron procesos similares. “El año pasado tuvimos dos, este año solo uno. Ojalá fueran cero, pero así es la NFL”, comentó con franqueza.

La perspectiva del jugador: ¿cuánto vale un All-Pro pass rusher?

En 2023, el salario promedio de un ala defensiva estelar fue de aproximadamente $21 millones anuales, con nombres como Myles Garrett, T.J. Watt y Nick Bosa encabezando la lista. Hendrickson, con números impresionantes y una ética de trabajo reconocida por compañeros y entrenadores, cree que merece estar en ese mismo estatus.

Sin embargo, el modelo de los Bengals se ha caracterizado por su enfoque conservador en la asignación de contratos largos y garantizados. Esta filosofía, aunque efectiva en términos de construcción de plantilla, muchas veces genera tensiones con jugadores veteranos que quieren asegurar su futuro.

Shemar Stewart: cuando el novato también se planta

No solo los veteranos están en conflicto con la directiva: Shemar Stewart, primera selección del draft de los Bengals, tampoco participó en los entrenamientos por no haber firmado aún su contrato.

No estoy pidiendo nada fuera de lo común. Pero siento que quieren ganar discusiones más que ganar partidos”, declaró Stewart, quien ha seguido asistiendo a reuniones y prácticas sin participar activamente.

Esto no es nuevo en la NFL. En 2020, el 7% de los novatos de primera ronda se incorporaron tardíamente a las prácticas debido a negociaciones contractuales (NFLPA, 2021).

La paciencia de Kirk Cousins en Atlanta: de titular a mentor

En otro punto geográfico y emocional de la liga, el mariscal de campo veterano Kirk Cousins llegó puntual al minicamp de los Atlanta Falcons, aún sabiendo que el lugar de titular ya no le pertenece.

Cousins firmó en 2024 un contrato de $180 millones por cuatro años, con $100 millones garantizados. Sin embargo, su temporada pasada fue irregular y, sumado a una ruptura de tendón de Aquiles y el surgimiento del prometedor novato Michael Penix Jr., ha quedado relegado a la banca, al menos por ahora.

No voy a gastar tiempo en pensar en cosas que no son mi realidad ahora. Sólo puedo controlar lo que esté en mis manos”, expresó Cousins tras la primera sesión del minicamp. Su actitud muestra una marcada madurez y profesionalismo que puede resultar valioso para el vestuario, especialmente para Penix.

La resiliencia como virtud: filosofía de vida para un profesional

Los tiempos difíciles no duran, las personas duras sí”, dijo Cousins, rememorando los consejos del legendario entrenador Mike Shanahan. A sus 36 años, ese mantra parece más relevante que nunca para el experimentado quarterback.

Tras lidiar con lesiones y especulaciones sobre su futuro, Cousins ha pasado esta primavera centrado en recuperar la movilidad de su tobillo y fortalecer su estructura muscular. “Me di cuenta de que no estaba tan bien como creía al final de la temporada pasada. Pensaba que estaba en un ocho (de 10), pero realmente estaba en un tres”, confesó.

Sus declaraciones no son solo ejemplos de transparencia emocional, sino también de liderazgo a través de la vulnerabilidad. Un tipo de liderazgo esencial en un equipo en transición como los Falcons, que aún intenta recuperar su identidad desde los días dorados con Matt Ryan y Julio Jones.

La extensión de Dickson: otra cara del negocio

No todas las noticias giran en torno a la tensión contractual. En Seattle, los Seahawks anunciaron la renovación del contrato del despejador Michael Dickson por cuatro años más, asegurándolo hasta la temporada 2029.

Dickson, australiano de nacimiento y una estrella desde su temporada de novato en 2018, tiene el tercer mejor promedio histórico de despeje con 48.2 yardas por intento. También lidera a los Seahawks en promedio neto y está cerca de convertirse en el mejor en despejes dentro de la yarda 20.

Este tipo de continuidad es cada vez más inusual en una liga donde la volatilidad laboral es la norma. Aunque la posición de pateador o despejador no es glamorosa, su aporte puede definir partidos, particularmente en clima adverso.

Pros y contras de una liga basada en contratos cortos

La NFL, a diferencia de otras ligas como la MLB o la NBA, se caracteriza por contratos de menor duración, menor garantía económica y alto riesgo físico para sus jugadores. La vida profesional de un jugador promedio dura 3.3 años (NFLPA, 2023), lo que hace crucial obtener contratos bien estructurados lo antes posible.

Sin embargo, esta dinámica limita a los jugadores veteranos que, al pasar los 30, ven reducirse drásticamente sus oportunidades de obtener extensiones con garantías significativas. Precisamente lo que está en el centro del conflicto de Hendrickson, Cousins y tantos otros.

La ironía es que mientras muchos celebran los contratos multimillonarios de los mariscales de campo, la mayoría de los jugadores de rol –líneas ofensivas, defensas especiales, alas cerradas o pateadores– pelean por mantenerse activos más allá de sus primeros contratos.

Entre el amor al juego y el derecho a negociar

Estas historias reflejan una constante en la NFL: el arte de mantenerse competitivo, saludable y económicamente seguro. Trey Hendrickson, Joe Burrow, Kirk Cousins, Shemar Stewart y Michael Dickson representan distintos puntos del espectro profesional, pero todos son parte de una misma narrativa: la NFL es tanto un deporte pasional como una maquinaria de negocios intensos.

Ya sea el estelar que busca respeto salarial, el novato que quiere que se cumplan las reglas, el quarterback que pasa de protagonista a mentor, o el despejador que firma una extensión poco común, todos ellos están luchando por algo más que yardas: luchan por dignidad, respeto y legado.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press