Nueva ofensiva migratoria en California: detenciones masivas, tropas desplegadas y una comunidad aterrorizada
Más de 100 trabajadores indocumentados son detenidos en redadas, activistas denuncian violaciones de derechos humanos y el presidente Trump envía tropas a Los Ángeles
Un operativo como pocos: ICE arrasa con la comunidad trabajadora de Los Ángeles
Una serie de redadas migratorias llevadas a cabo recientemente en el distrito de la moda de Los Ángeles y estacionamientos de Home Depot han sacudido a una de las comunidades inmigrantes más grandes de Estados Unidos. Agentes armados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) arrestaron a más de 100 personas, muchas de ellas sin historial criminal. Las detenciones incluyeron a trabajadores de almacenes como Ambiance Apparel, empresa familiar fundada en 1999, y han provocado protestas que rápidamente escalaron a caos urbano, incendios de automóviles y bloqueos de autopistas.
Jacob Vásquez, un joven padre y único sustento de su familia, es uno de los detenidos. Su paradero, según su hermano Gabriel, es desconocido desde el día de la redada. "Jacob es un hombre de familia," dijo Gabriel en una conferencia de prensa en español. "No sabemos si está bien".
Un contexto político abrasador: Trump apuesta por la militarización
El presidente Donald Trump respondió con mano dura, desplegando tropas de la Guardia Nacional y de la Infantería de Marina a la región angelina, lo que muchos interpretan como una estrategia para intimidar y castigar a la población inmigrante. Los Ángeles es hogar de aproximadamente 950,000 personas sin estatus migratorio legal, casi el 10% de la población del condado, según el Migration Policy Institute.
"Las familias en toda la ciudad están aterradas," dijo la alcaldesa Karen Bass durante una rueda de prensa. "No saben si deben ir a trabajar, enviar a sus hijos a la escuela, o simplemente quedarse en casa. Algunos incluso con estatus legal están siendo detenidos."
Las historias humanas detrás de la política
Las redadas han afectado de manera desproporcionada a trabajadores que forman parte del engranaje invisible que mantiene viva la economía local: cocineros, niñeras, jardineros, obreros de construcción y, particularmente, trabajadores del sector textil. Los Ángeles es la capital nacional de la confección con más de 45,000 empleados en el sector, predominantemente de origen latino y asiático, según el Garment Worker Center.
Saraí Ortiz relató el trauma de ver a su padre, José, ser arrestado con sus compañeros tras 18 años trabajando en Ambiance. "Fue realmente doloroso verlo detenido así," dijo entre lágrimas.
¿Justicia o persecución?
Según las autoridades, una orden judicial alegaba que Ambiance utilizaba documentos falsos para algunos empleados, aunque el abogado de la compañía, Benjamin N. Gluck, rechazó dicha acusación. "Ambiance Apparel nunca ha creado documentos ficticios para sus trabajadores," declaró.
Mientras tanto, el Departamento de Seguridad Nacional continúa sin proporcionar detalles sobre cuántas de las personas detenidas tienen antecedentes penales. Sin evidencia clara, la narrativa oficial de que se trataba de "peligrosos delincuentes" es cada vez más cuestionada.
El clima de miedo se extiende por el sur de California
Los efectos colaterales son palpables. En estacionamientos como el de Home Depot en Santa Ana, trabajadores se muestran temerosos. Junior Ortega, inmigrante hondureño con residencia legal que ha vivido 30 años en EE. UU., relató cómo agentes de ICE llegaron armados: "Sacaron las armas y dijeron '¡No se muevan!'". Afortunadamente tenía su green card en mano. "Me liberaron sólo porque tenía los papeles,” dijo. Ahora, la lleva consigo siempre, junto a su licencia.
Desde que comenzaron las redadas, muchos empleadores y líderes comerciales han observado una reducción notable en la fuerza laboral. Jot Condie, presidente de la California Restaurant Association, afirmó que los restaurantes están enfrentando pérdidas por ausencia de personal. "El miedo está paralizando a industrias enteras," confirmó.
Los recortes propuestos a SNAP agravan la crisis
Como si fuese poco, los mismos trabajadores afectados por las redadas también enfrentan amenazas económicas adicionales. El presidente Trump ha propuesto una reforma que reduciría los fondos destinados al SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria), anteriormente conocido como food stamps.
- 42 millones de personas recibían ayuda alimentaria en febrero de 2024, equivalente a 1 de cada 8 habitantes.
- $295 mil millones serían eliminados del programa en los próximos diez años, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
- 3.2 millones de personas dejarían de calificar por la ampliación de requisitos laborales, incluyendo a adultos mayores y padres sin hijos menores de 7 años.
Este retroceso podría significar una reducción mensual promedio de $15 por hogar para 2034. Además, muchos inmigrantes legales que no sean ciudadanos o residentes permanentes perderían completamente sus beneficios.
Democracia en juego: la Cámara aprueba el proyecto por un solo voto
La legislación, conocida como “One Big Beautiful Bill Act,” fue aprobada en la Cámara de Representantes por apenas un voto (215-214), sin ningún respaldo demócrata. Ahora será debatida en el Senado, donde la oposición y varios republicanos moderados han mostrado reticencias.
"Este proyecto no solo afecta a inmigrantes, sino a millones de familias trabajadoras estadounidenses. Es un ataque múltiple al bienestar de nuestra gente", declaró Alexandria Ocasio-Cortez durante una comparecencia pública.
Una historia nacional con raíces largas y heridas profundas
Desde su creación en 1939, el programa SNAP ha evolucionado para servir de red de seguridad alimentaria. La versión moderna se estabilizó en 1979, y su rol se fortaleció después de la crisis financiera de 2008, cuando millones más comenzaron a solicitar ayuda.
Ahora, bajo la política migratoria y fiscal del presidente Trump, estas conquistas están en peligro. Lejos de enfocarse en la criminalidad, el aparato federal parece ensañarse con quienes cortan telas, barren pisos, sirven en restaurantes y cuidan niños.
Hacia dónde vamos: una comunidad bajo fuego estatal
La movilización social no se ha hecho esperar. Protestas masivas se tomaron el centro de Los Ángeles, con manifestaciones que algunos comparan con las marchas del Día Sin Inmigrantes en 2006. Líderes comunitarios, como Perla Ríos, han exigido la liberación inmediata de los trabajadores detenidos y acceso a representación legal.
"Esto no es seguridad nacional, esto es represión," dijo Ríos ante una multitud el lunes. "Estamos luchando por personas que han dado su vida en este país. No podemos permitir que esto siga.”
En medio de este conflicto feroz entre federalismo y justicia social, entre seguridad y derechos humanos, EE. UU. se enfrenta a una encrucijada moral: ¿será una nación de oportunidades o una nación de persecuciones?