Récords, estrellas y millones: el auge imparable del softbol universitario femenino

Una cita con la historia en Oklahoma City

Este 2025, la Serie Mundial Universitaria Femenina (Women's College World Series, WCWS) no solo ofreció momentos de alto voltaje deportivo: también marcó un enorme hito en la historia del softbol femenino universitario. Con cifras récord de audiencia y asistencia, y estrellas en ascenso que firmaron contratos millonarios, el evento evidenció que este deporte está en su mejor momento de popularidad.

La final entre Texas y Texas Tech no fue solo un duelo de poder sobre el diamante, sino un fenómeno cultural y mediático. El juego decisivo, que terminó 10-4 a favor de Texas, se convirtió en el partido de softbol universitario más visto de la historia, con 2.4 millones de espectadores, según datos de ESPN.

Un crecimiento sostenido con impacto nacional

La WCWS 2025 registró un promedio de 1.3 millones de televidentes por partido en plataformas de ESPN, superando el récord anterior impuesto en 2021. Esta cifra representa un incremento del 24% con respecto al año anterior.

• Game 1: 2.1 millones de espectadores.
• Game 2: 2.1 millones de espectadores.
• Game 3: 2.4 millones de espectadores (récord histórico).

Pero no solo los encuentros por el campeonato acapararon audiencias masivas. El partido de fase no decisiva entre UCLA y Tennessee, disputado el 1 de junio, atrajo a 2.2 millones de personas y alcanzó un pico de 3.9 millones de espectadores, transformándose en el partido no final más visto de todos los tiempos en el softbol universitario.

Un estadio que se volvió leyenda

El Devon Park de Oklahoma City no se quedó atrás. En total, 119,778 aficionados pasaron por el estadio durante la WCWS. Esto convierte a la edición de este año en la más concurrida desde que el evento comenzó en 1982, con un promedio de 11,978 asistentes por sesión.

Entre los récords de asistencia destacan:

• Sessión 4: 12,595 asistentes (Texas 4-2 sobre Oklahoma y Texas Tech 3-1 sobre UCLA).
• Final, Juego 3: récord de asistencia para un partido final.

La historia del softbol universitario femenino se escribió en tiempo real, en medio de una atmosfera festiva y un nivel competitivo superlativo que pone a este deporte en el mapa de audiencias masivas.

El factor NiJaree Canady

Uno de los nombres propios que irrumpió con fuerza fue el de NiJaree Canady, estrella de Texas Tech. La lanzadora brilló tanto en la temporada regular como en la WCWS, llevando a su equipo hasta la gran final. Pero lo que realmente ha sacudido el ecosistema deportivo fue su poderosa presencia como figura de marketing.

Canady no solo deslumbró en el montículo: firmó dos contratos NIL (Name, Image and Likeness) por un monto superior al millón de dólares, uno antes del torneo y otro durante la propia Serie Mundial. Este tipo de acuerdos permiten a los atletas universitarios beneficiarse económicamente de su imagen, una práctica que apenas recientemente fue avalada por la NCAA.

Como referencia, su caso rivaliza en impacto mediático con atletas de fútbol americano o baloncesto que habían dominado esta nueva era del NIL. En palabras de Samantha Golic, analista de marketing deportivo en el College Sports Institute: “El fenómeno de Canady demuestra que el softbol femenino tiene potencial comercial real. Es una estrella que trasciende el deporte.”

La importancia del contexto tejano

Uno de los elementos clave del crecimiento de este año fue sin duda la presencia de dos equipos del estado de Texas en la gran final. Texas, el segundo estado más poblado de EE. UU., arrastró consigo una gigantesca base de seguidores; esto, combinado con el hecho de que ambos equipos lograron batir al dominador casi invencible del torneo —Oklahoma, campeón de las cuatro ediciones anteriores—, aumentó el grado de atención mediática y narrativa.

Según datos del Censo de EE. UU., Texas tiene más de 29 millones de habitantes, muchos de los cuales siguen activamente los deportes universitarios. Los partidos de sus universidades suelen captar grandes audiencias y llenan estadios con regularidad. El éxito de Texas y Texas Tech en esta edición fue un cohete propulsor para la WCWS.

Softbol y Olimpismo: una conexión estratégica

Otro factor que hizo de esta edición un suceso inolvidable fue el simbolismo del Devon Park como sede olímpica. El estadio será el escenario del softbol en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. La fuerte presencia mediática y publicitaria de la WCWS 2025 puede ser vista como una antesala perfecta de cara al torneo olímpico.

Para el Comité Olímpico Internacional y los organizadores de LA28, este evento fue una especie de ensayo general. Desde el punto de vista logístico, la alta asistencia, el comportamiento de las masas y la infraestructura lucieron sólidos como roca. Además, el impulso narrativo y emocional que dejó esta competencia elevará las expectativas del softbol olímpico.

El respaldo de la MLB y nuevas alianzas

La Major League Baseball (MLB) no es ajena a esta evolución. En semanas anteriores, la liga anunció una alianza estratégica con la liga Athletes Unlimited Softball, que refuerza el puente entre el softbol universitario femenino y el deporte profesional.

Este convenio incluye la difusión de partidos por más plataformas, programas conjuntos de desarrollo y colaboración en eventos conjuntos. El mensaje es claro: la MLB también ve en este deporte una oportunidad de crecimiento. La conexión entre mezclar atletas universitarias con entornos profesionales, en un formato dinámico y mediático, podría ser el futuro del softbol femenino.

Estadísticas para la historia

Estos son algunos de los números más impresionantes de la Serie Mundial Universitaria Femenina de 2025:

• Audiencia televisiva promedio: 1.3 millones por partido.
• Partido más visto: Texas vs Texas Tech (2.4 millones).
• Asistencia total: 119,778 espectadores.
• Sessión con mayor público: Sessión 4 (12,595).
• Incremento de audiencia respecto a 2024: +24%.
• Contratos NIL de NiJaree Canady: Valor total superior a $1 millón.

El nuevo foco del deporte universitario

Históricamente, los deportes universitarios han estado dominados por gigantes como el fútbol americano y el baloncesto. Sin embargo, la WCWS 2025 ha demostrado que el softbol femenino está escribiendo su propio camino, uno que va acompañado de cifras, talentos y narrativas que pueden competir con cualquier otra disciplina.

Desde su emoción sobre el campo hasta su creciente impacto mediático y comercial, lo que pasó en el diamante de Oklahoma City este año fue mucho más que una serie de partidos: fue una declaración de intenciones.