David Peterson y su noche gloriosa: una joya desde el montículo que emociona a Nueva York

Una mirada profunda a la brillante actuación de Peterson ante los Nationals, su camino hasta este momento, y por qué su hazaña resalta en una era dominada por los bullpens

Una noche para recordar en el Citi Field

En medio de una temporada MLB plagada de bullpen temprano y decisiones influenciadas por la analítica, David Peterson rompió el molde la noche del miércoles 11 de junio de 2025. En un estadio Citi Field colmado de más de 40,000 fanáticos, el zurdo de los New York Mets lanzó su primer juego completo de nueve entradas como profesional —y lo hizo con autoridad: un shutout de seis imparables ante los Washington Nationals.

Lo que hizo de esta actuación algo especial no fue solo el control que mostró en sus 106 lanzamientos, sino también el instante en el que Peterson asumió el reto. Luego de lanzar ocho entradas, se entabló una breve pero crucial conversación en el túnel con el manager Carlos Mendoza y el coach de lanzadores Jeremy Hefner.

“Le dije que quería terminarlo”, confesó Peterson. Mendoza lo leyó: “No quería mirarme cuando regresó al dugout. Esa mirada me dice todo”.

Estadísticas que hablan por sí solas

  • Entradas lanzadas: 9
  • Lanzamientos: 106 (75 strikes)
  • Hits permitidos: 6
  • Strikeouts: 6
  • Bases por bolas: 0
  • Tiempo de juego: 2 horas y 16 minutos

Pero más allá de las frías cifras, Peterson dominó a una alineación que procura mezclar poder con velocidad. Abrió con strike ante 21 de los 32 bateadores que enfrentó y sacó 13 swings fallidos con un repertorio variado: 30 rectas, 29 sinkers, 27 sliders, 11 cambios y 9 curvas. El manager rival, Dave Martinez, fue claro: “Nos mantuvo desequilibrados”.

Un viaje lleno de obstáculos

Para entender plenamente la importancia de esta hazaña, debemos observar la trayectoria de Peterson. Seleccionado en el puesto 20 del Draft de 2017, firmó por un bono millonario de 2,994,500 dólares. Su debut en Grandes Ligas ocurrió en 2020 en el místico Fenway Park, en medio de una temporada pandémica. Nada mal para un joven lanzador recién ascendido.

Sin embargo, su camino no ha sido recto. Entre 2022 y 2023 fue enviado siete veces a las ligas menores, enfrentando dudas sobre su consistencia. Luego, una cirugía en su cadera izquierda en noviembre de 2023 retrasó su inicio de la temporada 2024 hasta mayo 29. Pese a ello, desde su regreso ha acumulado un impresionante récord de 15-5 con una efectividad de 2.74.

El panorama comenzó a mejorar realmente cuando, en octubre pasado, Mendoza lo utilizó como relevista cerrador en el juego decisivo de la Serie Divisional ante Milwaukee. El mensaje era claro: este hombre sabe competir cuando más importa.

Un recuerdo invaluable para los Mets

Esta fue apenas la séptima blanqueada de nueve entradas en toda la liga en la temporada 2025 y la decimocuarta ocasión en la que un lanzador termina el juego por sí mismo. En un entorno de lanzadores retirados tras el quinto inning y rotaciones limitadas, lo de Peterson es sencillamente un acto titánico.

Para los Mets, es la primera blanqueada completa desde la de Luis Severino ante los Marlins en agosto de 2024, y la primera por un zurdo desde Steven Matz en 2019. Con estos antecedentes, las lágrimas en los ojos de los fans al ver a Peterson abrazar a Luis Torrens no fueron una exageración.

Testimonios desde el campo

El ambiente en el dugout lo dijo todo. Brandon Nimmo (autor de dos home runs esa noche) resumió el sentir de forma emotiva: “Es hermoso verlo crecer frente a mis ojos […] Solía estar buscando su lugar en esta liga, y ahora lanza como si supiera que nadie puede tocarlo si cumple su plan.”

Desde el montículo, el catcher Luis Torrens tenía la directriz de mantener el conteo bajo (“Tiene entre ocho y nueve lanzamientos disponibles”, le dijo Mendoza). La estrategia funcionó: Federico Rosario fue dominado con un lineout, James Wood fue ponchado en tres lanzamientos, y Andrés Chaparro rodó la bola para el out final. Solo tres bateadores, tres outs, sin dramatismo. Dominio puro.

¿Una señal para el resto de la temporada?

El béisbol moderno nos dice que un abridor promedio lanza apenas cinco o seis innings por salida. Incluso según datos de MLB, en 2023 el promedio de innings por inicio fue 5.1. La actuación de Peterson rompe esquemas y lanza un mensaje: todavía hay espacio para los ‘caballos de batalla’ si los managers se lo permiten.

Ya sea como abridor de confianza o incluso como posible brazo salvador en postemporada, el nombre de David Peterson resuena ahora con más fuerza que nunca. Su historia es un ejemplo de cómo la perseverancia, el trabajo silencioso y el compromiso con el equipo aún tienen cabida en un deporte cada vez más guiado por cálculos y probabilidades.

El béisbol sigue regalando noches mágicas, y esta fue, sin duda, una digna de recordar.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press