Gaza bajo asedio: una tragedia humana sin final a la vista

Más de 55,000 muertos, desplazamiento masivo y destrucción total: el conflicto entre Israel y Hamas representa una de las crisis más devastadoras del siglo XXI

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Una cifra que hiela la sangre: más de 55,000 muertos

La guerra entre Israel y Hamas, que se desató el 7 de octubre de 2023 tras un brutal ataque de militantes palestinos al sur de Israel, ha alcanzado un nuevo y trágico hito: más de 55,000 palestinos han muerto, según el Ministerio de Salud gazatí. Las cifras oficiales, que no distinguen entre civiles y combatientes, revelan que más del 50% de las víctimas son mujeres y niños.

La cifra de heridos también es escalofriante: 127,394 personas. Y se cree que miles más siguen atrapadas bajo los escombros o se encuentran en zonas inaccesibles. Mientras tanto, vastas regiones de Gaza han sido reducidas a montañas de destrucción, en lo que muchos describen como uno de los conflictos más destructivos desde la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué detonó esta nueva fase de violencia?

El epicentro del conflicto fue un ataque de Hamas en el que murieron unas 1,200 personas en Israel, en su mayoría civiles, y 251 fueron secuestradas. A partir de ese día, Israel lanzó una agresiva ofensiva militar, con el objetivo declarado de "desmantelar a Hamas" y recuperar a los rehenes.

Desde entonces, la escalada de violencia ha sido brutal. Israel asegura haber eliminado a más de 20,000 combatientes de Hamas, aunque no ha presentado pruebas conclusivas. Por su parte, Hamas aún mantiene a 55 rehenes vivos —según estimaciones israelíes— y asegura que sólo los liberará si se decreta un alto al fuego permanente y se liberan presos palestinos.

Una Gaza destruida y desplazada

Las consecuencias humanitarias son devastadoras. Alrededor del 90% de la población de Gaza ha sido desplazada. Familias enteras viven ahora en campamentos improvisados, escuelas inutilizadas y tiendas de campaña.

La ciudad de Rafah —en el extremo sur de la Franja—, una vez un refugio para desplazados, ha sido transformada en una zona militar inhabitable. Israel ahora controla más de la mitad del territorio costero como parte de una “zona de amortiguamiento”.

La infraestructura de salud está colapsada. Los hospitales que aún funcionan, como el Hospital al-Shifa en Gaza, reciben diariamente cientos de heridos, muchos de ellos víctimas de ataques mientras intentaban obtener ayuda humanitaria. “Estamos tratando a pacientes en los pasillos, sin medicamentos ni agua limpia”, indicó un médico del hospital en declaraciones a medios internacionales.

La ayuda humanitaria, un campo de batalla adicional

El acceso a alimentos y medicamentos ha sido duramente restringido. Tras romperse un alto al fuego a principios de año, Israel impuso un bloqueo de más de dos meses que llevó a la ONU a alertar sobre un posible escenario de hambruna.

Aunque se implementó un nuevo sistema de entrega de ayuda, respaldado por Estados Unidos e Israel, la operación ha estado plagada de violencia, caos y saqueos. Las Naciones Unidas y ONGs afirman que es prácticamente imposible distribuir alimentos en condiciones adecuadas, debido a la falta de garantías de seguridad, además del colapso total del orden civil.

Israel acusa a Hamas de "sifonear" la ayuda destinada a la población, pero tanto la ONU como organizaciones independientes niegan que exista una desviación sistemática de estos recursos hacia los militantes.

El otro frente de la guerra: la narrativa y la geopolítica

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha reiterado que no aceptará un alto al fuego permanente si no se cumple su objetivo de derrotar y desarmar a Hamas. También ha asegurado que Israel mantendrá el control indefinido sobre Gaza, incluyendo una propuesta controversial: el fomento de una emigración "voluntaria" de gazatíes hacia otros países.

Esta última idea ha sido duramente criticada por expertos y por el propio pueblo palestino, al considerar que elimina cualquier posibilidad de una solución duradera o justa. El plan ha sido interpretado por muchos en la comunidad internacional como una expulsión forzada, lo cual podría violar el Derecho Internacional Humanitario.

¿Hay salida posible?

Hamas ha sufrido importantes reveses militares y políticos. En ocasiones, incluso manifestantes palestinos se han atrevido a protestar en su contra, demandando un cambio de liderazgo. A pesar de esto, la organización sigue teniendo poder en algunas zonas fuera de control militar directo.

El grupo ha ofrecido traspasar el poder a un comité palestino independiente. Sin embargo, esta oferta tampoco ha sido aceptada por Israel, que se mantiene firme en su exigencia de eliminar cualquier posible órgano vinculado a Hamas.

Dimensión histórica: ¿el conflicto más destructivo de este siglo?

La magnitud de destrucción en Gaza y el número de víctimas civiles ha llevado a muchos analistas a comparar esta guerra con los peores episodios del mundo moderno. Según la ONU, este podría ser el conflicto más letal de este siglo en proporción a la población afectada.

La Franja de Gaza, con una densidad poblacional similar a la de Manhattan, ha sido bombardeada sistemáticamente durante más de 20 meses. Decenas de miles de viviendas, escuelas, mezquitas e incluso hospitales han sido destruidos o seriamente dañados.

La voz de los que sufren

La cobertura mediática internacional ha trasladado algunas de las voces de quienes padecen esta devastación. “Perdí a mi esposa y a mis dos hijos en un bombardeo. Ahora vivo bajo una lona en medio del desierto”, declaró un ciudadano gazatí al canal Al Jazeera.

Otro testimonio en Reuters relató cómo padres desesperados intentan encontrar comida entre los escombros. "Sabemos que puede haber explosivos aún enterrados, pero no tenemos otra opción".

Lo impensable: cuando la ayuda también mata

En una de las escenas más desgarradoras de las últimas semanas, decenas de palestinos resultaron heridos o muertos al intentar acceder a convoyes de ayuda humanitaria. Ante el colapso total, cualquier oportunidad se ha vuelto una trampa mortal.

El periodista Jehad Alshrafi captó las imágenes de un joven, envuelto en sangre, esperando en una camilla en el al-Shifa. Según informes, fue herido mientras intentaba alcanzar un paquete arrojado desde un avión humanitario. "Estábamos buscando comida, no armas", gritó un anciano, al ver llegar ambulancias.

Una comunidad internacional dividida

A pesar de las crecientes voces que exigen un alto al fuego y una resolución duradera del conflicto, las posturas están profundamente divididas. Mientras países europeos como España, Irlanda y Noruega han reconocido al Estado palestino en un intento de reactivar el proceso de paz, Estados Unidos mantiene su respaldo a Israel, aunque con llamados ocasionales a "contener" la ofensiva.

En tanto, organismos como Amnistía Internacional e Human Rights Watch han documentado presuntas violaciones al Derecho Internacional por todas las partes involucradas.

¿Qué sigue para Gaza?

Con la intensificación del conflicto, Gaza se enfrenta a una catástrofe que va más allá de lo humanitario. Estamos ante la posible destrucción de una cultura, una historia y un pueblo que, atrapados entre intereses geopolíticos y extremismos, ven cómo se les arrebata el futuro día tras día.

La comunidad internacional tiene la responsabilidad —y la urgencia— de actuar, no sólo con palabras, sino con acciones concretas que pongan fin a un conflicto que amenaza con reescribir la historia de Medio Oriente con sangre.

“Cada vida perdida en Gaza o en Israel debería dolernos por igual. Sólo así evitaremos que esta historia se repita”, dijo un cooperante de Médicos Sin Fronteras.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press