Silentó: Del fenómeno viral al abismo mental – la trágica espiral de una estrella fugaz del rap
El ascenso meteórico y la caída devastadora del creador de ‘Watch Me (Whip/Nae Nae)’: fama, salud mental y un crimen que marcó su final artístico
Un fenómeno viral que marcó una generación
En 2015, un joven de apenas 17 años, estudiante de secundaria en un suburbio de Atlanta, tomó el mundo por sorpresa con una canción que parecía imposible de ignorar. “Watch Me (Whip/Nae Nae)”, interpretada por Silentó —nombre artístico de Ricky Lamar Hawk—, estalló en popularidad gracias a su ritmo pegajoso y su coreografía contagiosa que se volvió viral en redes sociales como YouTube y Vine.
En poco tiempo, el videoclip alcanzó cifras astronómicas: más de 1.900 millones de visualizaciones hasta la fecha. Silentó parecía destinado a convertirse en una estrella duradera, impulsado por millones de adolescentes bailando al compás de su hit en todo el mundo.
La otra cara de la fama
Sin embargo, detrás del éxito había una historia mucho más oscura. En una entrevista de 2019 para el programa “The Doctors”, Silentó habló abiertamente sobre su sufrimiento:
“He estado luchando contra demonios toda mi vida. La depresión no desaparece cuando te vuelves famoso, solo agrega más presión. Todos te miran, pero también te juzgan.”
Estas palabras resonaban con fuerza, especialmente al conocer el entorno en el que creció: una familia marcada por la violencia e inestabilidad mental. Desde joven, Hawk enfrentó trastornos mentales sin el apoyo necesario, y aunque la música fue su escape, no fue suficiente para mitigar su dolor.
Una secuencia de incidentes que anticipaban el desastre
Durante el 2020, la vida de Silentó comenzó a desmoronarse visiblemente. Entre agosto y octubre de ese año acumuló múltiples arrestos y enfrentamientos con la ley:
- En agosto, fue arrestado en Santa Ana, California, por violencia doméstica.
- Al día siguiente, fue detenido en Los Ángeles por ingresar en una casa con una hacha buscando a su novia.
- En octubre, fue registrado conduciendo a 230 km/h por una autopista en Georgia.
Su publicista, Chanel Hudson, declaró tras estas detenciones que Hawk estaba “sufriendo inmensamente una serie de enfermedades mentales”. Incluso había intentado suicidarse ese mismo año, según informó Hudson.
El hecho trágico: el asesinato de su primo
El 21 de enero de 2021, la policía del condado de DeKalb encontró el cuerpo de Frederick Rooks III con heridas de bala en una zona residencial cercana a Decatur, en Georgia. Había sido disparado en la pierna y en la cara. En el lugar se hallaron diez proyectiles, y un vídeo de seguridad captó un BMW blanco huyendo de la escena tras los disparos. Todo apuntaba a Silentó, quien fue arrestado días después.
Las pruebas eran contundentes. Cámaras de seguridad, datos de geolocalización y balística confirmaron que la pistola utilizada le pertenecía. El propio Silentó confesó haber estado en el lugar de los hechos.
Un juicio entre la justicia y la salud mental
El 17 de abril de 2024, tras más de tres años de procesos judiciales, Silentó se declaró culpable pero mentalmente enfermo de homicidio voluntario, agresión agravada, posesión de arma de fuego durante un crimen y ocultamiento de un cadáver. El cargo de asesinato fue retirado como parte de un acuerdo con la fiscalía.
Fue sentenciado a 30 años de prisión. La juez Courtney L. Johnson escuchó los testimonios de los hermanos y hermanas de la víctima, quienes pidieron una condena aún más severa.
Este veredicto confirma la complejidad de un caso donde la salud mental, la violencia y la fama se intersectan de forma devastadora.
Cuando la fama no es suficiente para sanar
“Watch Me (Whip/Nae Nae)” representó un momento optimista para millones alrededor del mundo. Pero para quien la creó, fue solo un oasis breve en una vida plagada de traumas sin tratar. A pesar de grabar varios discos posteriores, ninguno alcanzó el éxito de su debut.
Casos como el de Silentó evidencian una necesidad urgente de atención en salud mental dentro de la industria del entretenimiento. La juventud, presión mediática y falta de redes de apoyo crean una tormenta perfecta para aquellos que ya sufren en silencio.
El síndrome de la estrella fugaz
La industria musical ha sido testigo de numerosos casos similares. Desde Kurt Cobain hasta Amy Winehouse, la lista de artistas que han caído en desgracia tras alcanzar la fama es extensa. Silentó encarna una versión trágica y moderna de esta narrativa: un joven negro con talento y carisma, lanzado al estrellato en la era digital, sin preparación emocional ni respaldo psicológico.
En lugar de apoyo, encontró exposición desmedida y presión. Y en vez de ayuda terapéutica, enfrentó la criminalización y el juicio público.
¿Qué podemos aprender?
Hawk será recordado por su canción, pero también por lo que podría haber sido. Su historia invita a reflexionar sobre temas urgentes:
- La importancia de la salud mental en la juventud.
- El vacío que deja el éxito rápido sin fundamentos personales sólidos.
- La necesidad de cambiar el paradigma del “artista trágico” tan romantizado en la cultura pop.
Quizás la lección más importante está en sus propias palabras: “No sé si puedo ser feliz de verdad. No sé si estos demonios se irán algún día.”
Su voz se apagó antes de tiempo. No solo como artista, sino como humano. Nadie gana cuando el sistema falla a los más vulnerables.