Shemar Stewart y los Bengals: ¿La nueva novela contractual de la NFL?
El prometedor defensivo aún no ha firmado su contrato con Cincinnati y ya se ausenta del minicamp obligatorio, mientras el equipo lidia con otras piezas clave fuera del campo
Una historia que se repite en otra generación de la NFL
El fútbol americano profesional está lleno de historias donde el talento juvenil se enfrenta, desde sus primeros pasos, a las complejidades del negocio. En 2025, uno de los casos más destacados es el de Shemar Stewart, la flamante selección número 17 del Draft por parte de los Cincinnati Bengals. Su situación ha pasado de ser un silencioso "hold-in" —participar en actividades internas pero no entrenar— a una escalada que lo sitúa como un claro "holdout", ausentándose por completo del último día del minicampamento obligatorio del equipo.
¿Qué está ocurriendo detrás del telón? Para entenderlo, abordamos este caso con una opinión crítica y analítica sobre uno de los temas más comentados del mundo NFL en este final de primavera.
¿Qué es un “holdout”? Un choque entre promesas, negocios y planes de futuro
La figura del holdout no es nueva en la NFL. Se trata de una táctica utilizada —sobre todo por novatos o estrellas— para presionar en negociaciones contractuales. La estrategia consiste en no presentarse a los entrenamientos o incluso a partidos, exponiéndose a multas, pero demostrando descontento con los términos ofrecidos.
En el caso de Shemar Stewart, su agente y él están preocupados por ciertos aspectos del lenguaje contractual. Aunque no se han revelado detalles específicos, se presume que el conflicto no se centra en la compensación económica principal o en términos de duración (los contratos de novatos siguen una escala establecida por el convenio colectivo), sino en cláusulas relacionadas con garantías, condiciones de liberación o posibles bonificaciones de desempeño.
El potencial de Stewart: ¿Vale la espera?
Con 1,96 metros de estatura y cerca de 120 kilos de peso, Stewart fue uno de los linieros defensivos más codiciados del Draft 2025 tras una prolífica carrera universitaria en Texas A&M. Sus combinaciones explosivas de fuerza, velocidad lateral y lectura del juego lo proyectan como un potencial titular en la Semana 1 contra los Cleveland Browns, el 7 de septiembre.
De hecho, su incorporación es vital considerando que la defensa de los Bengals sufrió severamente el año pasado a pesar del liderazgo en capturas de Trey Hendrickson. Diversas métricas avanzadas colocaron a la defensa contra el pase entre las cinco peores de la liga, algo que la franquicia aspira revertir en 2025.
Trey Hendrickson también ausente: ¿Crisis en la línea defensiva?
Mientras el caso de Stewart avanza, los Bengals también enfrentan otra ausencia inquietante: la de Hendrickson. El jugador, líder en capturas de la NFL en 2024 con 19, sólo ha asistido a una jornada de prácticas esta pretemporada, principalmente para hablar con la prensa acerca de su deseo de renegociar su contrato.
La desafortunada coincidencia de ambos jugadores fuera de acción ha dejado un vacío profundo en la línea defensiva, donde el coordinador defensivo Al Golden intenta mantener el enfoque pedagógico.
“Nuestra preocupación con Stewart es enseñarle, asegurarnos de que esté aprendiendo... Ha tenido una gran actitud en las reuniones, y eso es todo lo que podemos controlar ahora.” —Al Golden, coordinador defensivo.
¿Estrategia, derecho o ego?
Si bien algunos fanáticos y comentaristas tradicionales critican estas tácticas de presión, hay una realidad inamovible: la NFL es un negocio, y los jugadores tienen una ventana muy corta para maximizar sus ganancias. El promedio de duración de una carrera en la liga es de apenas 3,3 años, según cifras de la NFL Players Association. En ese tiempo, lesiones, bajas de rendimiento o decisiones técnicas pueden terminar con sus aspiraciones económicas abruptamente.
Así, aunque se espera que los novatos firmen "sin problemas" sus contratos bajo la escala determinada, la ausencia de garantías adecuadas o un lenguaje ambiguo puede condicionar seriamente su futuro. Muchas veces, la diferencia entre un contrato utilizable y uno inconveniente está en los pequeños detalles.
El “primer” holdout de la era Taylor
El entrenador Zac Taylor, al frente del equipo desde 2019, nunca había lidiado con un caso de novato en holdout durante su trayectoria profesional. El técnico se muestra sereno pero admite que es una prueba más de las múltiples situaciones nuevas que surgen cada temporada.
“Cada año aprendes algo nuevo. Los jugadores lo han manejado bien. Nos enfocamos en los que están aquí.” —Zac Taylor, entrenador en jefe de los Bengals.
Una oportunidad que no puede esperar
La situación de los Bengals exige una defensa sólida desde el primer partido. La AFC Norte es una de las divisiones más competitivas de la NFL actual, con unos Ravens bien consolidados, unos Steelers siempre incómodos y unos Browns que han ganado solidez defensiva y estabilidad ofensiva.
Si Stewart no resuelve su situación contractual a tiempo, puede quedar rezagado en una competencia donde cada repetición de entrenamiento cuenta. A pesar de su participación en reuniones y actitud positiva en las instalaciones del club, los entrenadores coinciden en que la verdadera enseñanza llega en el campo.
La experiencia de Khalil Mack: sacrificio por una causa
El caso de Stewart contrasta de forma llamativa con el veterano Khalil Mack, defensor estelar de Los Angeles Chargers, quien a sus 34 años decidió renovar su contrato con el equipo en marzo pasado sin llegar siquiera a la agencia libre.
Mack, quien fue Jugador Defensivo del Año en 2016 y ha sido seleccionado al Pro Bowl en nueve ocasiones, declaró recientemente:
“No podía renunciar a ese sueño de ganar con este equipo.” —Khalil Mack
Esta actitud contrasta con la visión contractual más cuidadosa de los jugadores más jóvenes. Aunque ambos buscan seguridad y reconocimiento, la forma de visualizar el final de carrera versus el inicio cambia por completo la estrategia.
¿Qué se espera ahora?
Los Bengals tienen hasta mediados de agosto para firmar oficialmente a Stewart bajo los términos establecidos por el Collective Bargaining Agreement (CBA). Si no lo hacen, el jugador no puede presentarse a jugar en la temporada regular, y existe la posibilidad —aunque remota— de que vuelva a ingresar al Draft del 2026.
La realidad más probable es que ambas partes lleguen a un acuerdo antes del campamento completo de verano. Pero el precedente queda ahí: incluso los contratos de novato ya no son un simple trámite. Lo que podría haber sido un verano de optimismo para Zac Taylor y los Bengals, se ha convertido en un cúmulo de incertidumbres en una posición esencial para su esquema defensivo.
Por ahora, Stewart observa desde lejos, Hendrickson renegocia y el reloj avanza hacia una apertura de temporada que promete tanto como preocupa en Cincinnati.