Schomburg Center: Un siglo de resistencia cultural y celebración de la herencia negra
El legendario centro de investigación celebra 100 años con una doble fiesta cultural en Harlem, mientras reafirma la importancia de preservar y amplificar las voces de la diáspora africana
El Schomburg Center for Research in Black Culture, uno de los más importantes archivos dedicados a la historia afrodescendiente en Estados Unidos, celebra su centenario en Harlem, Nueva York. Y lo hace a lo grande, con una jornada completa que combina sus dos eventos anuales más relevantes: el Black Comic Book Festival y el Schomburg Literary Festival.
Situado en la calle 135, entre los bulevares Malcolm X y Adam Clayton Powell, este centro de investigación no solo es una joya del conocimiento histórico y cultural, sino también un bastión de resistencia frente al embate contra la educación con conciencia de raza y las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión.
Un legado arraigado en el Renacimiento de Harlem
Fundado en 1925 durante el apogeo del Renacimiento de Harlem, el Schomburg Center surgió como respuesta a la necesidad de conservar, estudiar y difundir el vasto patrimonio cultural de las personas de ascendencia africana en todo el mundo. Arturo Alfonso Schomburg, un afrodescendiente puertorriqueño nacido en San Juan, fue la figura que sembró esta semilla.
Su impulso para coleccionar libros, documentos y artefactos relacionados con la historia afrodescendiente fue encendido por la negativa de uno de sus maestros, quien le dijo que los negros no habían contribuido significativamente a la historia mundial. Schomburg demostró lo contrario: reunió una impresionante colección de más de 4,000 volúmenes que fue adquirida por la biblioteca pública de Nueva York en 1926.
Un archivo de monumental importancia
Hoy, el Schomburg cuenta con más de 11 millones de artículos entre libros, fotografías, manuscritos, filmes, grabaciones y piezas de arte. Se ha convertido en el archivo público más completo sobre la cultura negra en el mundo occidental, y ocupa tres edificios que incluyen un teatro, un auditorio y salas de exhibición.
Entre las joyas que se pueden encontrar en su colección y que son parte de la exhibición del centenario destacan:
- El libro de registro de visitantes que recoge firmas de personalidades como Zora Neale Hurston y Langston Hughes.
- Materiales del archivo de Fab 5 Freddy, uno de los pioneros del hip hop.
- La copia personal del guion de Purlie Victorious del actor y director Ossie Davis.
La guía de audio de la exhibición está narrada por LeVar Burton, célebre por su papel como conductor del educativo programa infantil “Reading Rainbow”.
El poder de contar la historia desde una óptica negra
Joy Bivins, actual directora del Schomburg, asegura que esta celebración no es solo una mirada al pasado, sino una reafirmación de su misión central: preservar el patrimonio cultural de las personas de ascendencia africana y demostrar cómo ese esfuerzo ha alimentado la creatividad en todas las disciplinas.
Para Novella Ford, subdirectora de programas públicos y exhibiciones, la clave está en cómo el centro conecta el presente con el pasado. “Siempre miramos hacia atrás para avanzar, y hacia adelante sin olvidar de dónde venimos”, comenta con énfasis.
Un puerto seguro en tiempos de controversia
En medio de ataques políticos hacia iniciativas de educación inclusiva y estudios étnicos —en especial por parte de sectores conservadores en Estados Unidos—, el Schomburg Center se erige como un faro de educación libre, pública y accesible. Al ser parte del sistema de bibliotecas de Nueva York, cualquiera puede visitarlo sin costo, aunque para acceder a la división de investigación es necesario agendar una cita.
Es precisamente esa apertura, su enfoque comunitario y su misión académica lo que lo convierte en una institución crucial para contrarrestar narrativas que intentan minimizar el papel de la población negra en la historia estadounidense.
Una celebración que une arte, literatura y comunidad
El centenario se celebra durante un día en el que la literatura y los cómics se entrelazan. Lecturas públicas, paneles, “cosplays” de superhéroes negros, talleres infantiles y un mercado de vendedores transforman una cuadra de Harlem en una fiesta cultural vibrante y alegre.
El evento también marca un punto de encuentro entre generaciones y disciplinas. Participarán autores, ilustradores, estudiosos y líderes comunitarios que refuerzan la idea de que la diáspora africana es una fuente inagotable de creatividad y conocimiento.
La colección que nadie tiene
Tammi Lawson, curadora de la división de arte y artefactos, ha estado trabajando para equilibrar la colección del centro incluyendo más obras de mujeres artistas negras de todo el mundo. “Tenemos la colección pública de arte negro más completa porque empezamos a coleccionar 50 años antes que cualquier otra institución”, afirma Lawson con orgullo.
Estas adquisiciones no solo fortalecen el acervo del centro, sino que envían un mensaje claro: el arte negro es profundamente valioso y merece un lugar central en la narrativa artística global.
La próxima generación de investigadores
Uno de los programas más transformadores del Schomburg, aunque fuera del radar de muchos, es el Junior Scholars Program, una iniciativa gratuita para estudiantes de secundaria. Sus participantes investigan en los archivos del centro y luego crean obras multimedia que reflejan sus interpretaciones sobre la cultura y experiencia negra contemporánea.
Damond Haynes, coordinador del programa durante muchos años, lo describe como un espacio donde los jóvenes encuentran su identidad. “Antes parecía como una iglesia a la que solo entraban sus miembros”, recuerda. “Pero una vez que los jóvenes pasan por el programa, descubren que la historia negra es también la suya, y muchos de ellos optan por carreras en medios, poesía, cine o artes visuales.”
El desafío de la visibilidad y el compromiso local
Paradójicamente, a pesar de su riqueza y longevidad, el Schomburg Center todavía es desconocido para muchos fuera de la comunidad intelectual afroamericana.
Esto se agrava con la gentrificación de Harlem, que ha modificado el perfil demográfico del vecindario y, en parte, ha distanciado a nuevos residentes del centro. Además, el contexto político no ayuda: los ataques contra la educación con perspectiva racial amenazan con silenciar voces que revelan verdades incómodas sobre el racismo estructural.
Por eso, para Novella Ford y quienes dirigen el Schomburg hoy, esta celebración del centenario es también un llamado a la acción: amplificar, recordar, resistir y construir justicia a partir de una conciencia histórica profunda.
Schomburg en el siglo XXI: Más allá del archivo
Lejos de ser una institución anclada al pasado, el Schomburg demuestra día a día su relevancia actual. Su papel como catalizador cultural se refuerza con actividades interdisciplinarias, colaboraciones con artistas contemporáneos, y un firme compromiso con la verdad histórica y el orgullo negro.
Como dijo Mahogany Browne, poeta residente en el Lincoln Center que participó en el festival, “la longevidad del Schomburg preservando las tradiciones literarias negras merece celebración… porque ancla nuestra existencia en un legado que ningún sistema puede borrar”.
El Schomburg Center no solo conserva una historia: ayuda a reinterpretarla, reescribirla y revitalizarla para nuevas generaciones. Y en tiempos donde la verdad histórica es objeto de disputa, se convierte en más indispensable que nunca.