Estados Unidos despierta en la Copa Oro: Tillman y Luna lideran una paliza que puede cambiar el rumbo

Una goleada necesaria en tiempos de duda

En un momento crítico de su historia reciente, la selección masculina de Estados Unidos encontró oxígeno. Tras una racha de cuatro derrotas consecutivas —la más larga desde 2007— el equipo dirigido por Mauricio Pochettino logró una contundente victoria 5-0 contra Trinidad y Tobago en el debut por el Grupo D de la Copa Oro 2025. Más que una victoria en el marcador, fue una declaración: esta selección aún tiene mucho que decir.

El contexto: cuatro derrotas y muchas preguntas

La expectativa era alta. Con una generación joven considerada una de las más prometedoras en décadas, el equipo estadounidense había generado ilusión, pero desde principios de año, los resultados habían sido desalentadores. Cuatro derrotas al hilo —incluyendo caídas ante selecciones menores y actuaciones sin energía— empezaron a convertir la esperanza en pesimismo.

Además, la polémica decisión de dejar afuera a Christian Pulisic para que descanse durante la Copa Oro generó críticas. A esto se sumó un entorno mediático tenso, donde se cuestionaron tanto las convocatorias como el estilo de juego del nuevo técnico argentino Mauricio Pochettino, en su primera aventura con una selección nacional.

Malik Tillman: el varapalo del talento emergente

Si había alguna duda sobre el potencial de Malik Tillman, las disipó en menos de 45 minutos. El mediapunta ofensivo del PSV Eindhoven obtuvo sus dos primeros goles como internacional con Estados Unidos con una actuación brillante. Ambas anotaciones vinieron tras errores groseros del defensa trinitense Alvin Jones, pero Tillman supo capitalizar con temple de veterano.

“Era nuestro deber reaccionar, y hoy lo hicimos”, dijo Tillman tras el juego. Pochettino también se rindió ante su talento: “Es un jugador muy especial. Costó al principio conectar con él, pero tras semanas de trabajo mutuo, empezamos a entendernos. Tiene un potencial inmenso”.

Diego Luna: un local que pide pista

Otra grata revelación de la noche fue Diego Luna, el joven atacante nacido en California, quien jugaba cerca de su ciudad natal y lo hizo con sabor a revancha personal y profesional. Luna repartió dos asistencias y participó en tres de los cinco goles estadounidenses.

“Hacerlo frente a mi gente, a los que me apoyaron y sufrieron conmigo, es una sensación indescriptible”, dijo Luna, destacando que había conseguido 30 entradas para amigos y familiares.

Desde su debut en enero, cuando jugó con el rostro quebrado por una fractura nasal, Luna ha ganado el respeto de sus compañeros. La noche del domingo confirmó que tiene más argumentos que solo coraje: también calidad técnica, visión y timing.

Agyemang, Aaronson y Wright cierran la fiesta

Antes del descanso, Patrick Agyemang aprovechó un disparo desviado de Luna y marcó su cuarto gol internacional. En la segunda parte, Brenden Aaronson colocó el cuarto gol en el minuto 82 y apenas 73 segundos después Haji Wright cerró la goleada. En cuestión de minutos, el marcador reflejaba lo que ya era evidente en el campo: una diferencia de nivel gigantesca.

Con esta victoria, Estados Unidos acumuló 41 triunfos, un empate y una sola derrota en fases de grupo de Copa Oro, reafirmando su hegemonía regional que data desde los inicios del torneo en 1991.

La apuesta arriesgada por Matt Freese da resultado

En el arco, hubo sorpresa. Matt Turner, arquero titular desde el Mundial de Qatar, fue reemplazado por Matt Freese, quien tuvo su primer inicio importante con la selección. Una decisión de Pochettino que generó debate, pero que terminó siendo acertada.

“Quiero generar competencia en cada puesto”, explicó el técnico, asegurando que Turner comprendió la rotación como parte de un plan mayor. El cambio envía un mensaje claro: nadie tiene el puesto asegurado.

Un grupo accesible pero con trampas

En el Grupo D, Estados Unidos lidera con 3 puntos y una diferencia de +5. Les siguen Arabia Saudita, que debutaba como invitado, Haití y Trinidad y Tobago. El próximo duelo será el jueves contra Arabia Saudita en Austin, Texas, y luego cerrarán la fase de grupos ante Haití el 22 de junio en Arlington.

En el papel, pasar como primeros de grupo parece probable, pero el cuerpo técnico sabe que estos torneos tienen trampas para los confiados. Ya en 2011, Estados Unidos fue segundo de grupo tras ceder puntos ante Panamá.

Un torneo sin Pulisic, ¿y sin estrellas?

Una de las decisiones más discutidas fue dejar a Christian Pulisic fuera del torneo. El jugador del AC Milan pidió descanso, pero ofreció jugar los amistosos previos. La negativa de Pochettino a incluirlo agrietó la relación entre técnico, jugador y aficionados.

No están en la convocatoria otras figuras como Weston McKennie, Giovanni Reyna o Tim Weah. Esto ha hecho que el equipo presente una imagen más experimental, lo cual puede ser positivo —dando espacio a nuevos talentos— o convertirse en un riesgo si los partidos se complican.

¿Renovación o improvisación?

La actuación ante Trinidad ofrece argumentos a Pochettino: los nuevos talentos respondieron. Sin embargo, aún es pronto para saber si esto es un verdadero proyecto de renovación o solo una improvisación provocada por lesiones y descansos.

Desde 2017, Estados Unidos ha alternado generaciones doradas con decepciones escandalosas. Fallaron en clasificar al Mundial de Rusia y luego dominaron la Liga de Naciones de CONCACAF, pero sin continuidad.

La Copa Oro 2025 puede ser la consolidación de una nueva etapa bajo un técnico con estilo ofensivo, pero también exigente. Los próximos partidos serán más exigentes, y ahí se verá si la goleada fue solo un espejismo.

Datos históricos y actuales sobre EE.UU. en la Copa Oro

• Estados Unidos ha ganado 7 ediciones de la Copa Oro: 1991, 2002, 2005, 2007, 2013, 2017 y 2021.
• Han llegado al menos a semifinales en 16 de las 17 ediciones anteriores.
• Su única derrota en fase de grupos fue en 2011, 1-2 ante Panamá.
• Récord en fases de grupo: 41 victorias, 1 derrota, 5 empates.

¿Y ahora qué?

Estados Unidos despertó. La paliza ante Trinidad y Tobago es un bálsamo necesario para una selección que pedía oxígeno. Pero esto no asegura el éxito. Pochettino deberá manejar inteligentemente las piezas, reducir la dependencia histórica de jugadores como Pulisic y encontrar en Luna, Tillman y otros, el nuevo motor de este equipo.

Con el Mundial 2026 como anfitriones en el horizonte, esta Copa Oro podría ser el punto de partida. O, si las cosas no se consolidan, solo una noche de alivio en medio de una tormenta.