El nuevo rostro de los demócratas: Abigail Spanberger y Mikie Sherrill trazan el futuro del partido en la era post-Trump

Con experiencia militar, sentido práctico y estrategia moderada, estas candidatas emergen como estandartes de una vía alternativa dentro del Partido Demócrata

Abigail Spanberger y Mikie Sherrill: ¿el renacimiento moderado del Partido Demócrata?

En medio de una época dominada por el ruido partidista, las figuras de Abigail Spanberger y Mikie Sherrill destacan por ofrecer una narrativa diferente: una centrada en la competencia, el pragmatismo y la moderación responsable. Ambas, excongresistas y veteranas en seguridad nacional, están tomando el escenario del mainstream demócrata con aspiraciones gubernamentales en Virginia y New Jersey, respectivamente.

Desde su paso por la CIA y el Congreso hasta sus campañas para gobernadoras, ambas mujeres han tejido un enfoque que podría señalar el futuro del Partido Demócrata, particularmente en un contexto político profundamente dividido donde la imagen polarizada de Donald Trump condiciona la estrategia electoral de ambos partidos.

2018: El origen de una fórmula electoral efectiva

Para entender por qué Spanberger y Sherrill captan tanta atención, debemos remontarnos a 2018. Ese año, el Partido Demócrata logró una resonante victoria en las elecciones de medio término, ganando 40 escaños en la Cámara de Representantes y 6 gobernaciones. El común denominador no fueron solo sus posturas políticas, sino los perfiles de los candidatos: personas con credenciales patrióticas, comprometidas con el “sentido común” y capaces de tender puentes entre moderados, progresistas e incluso conservadores desencantados.

Los éxitos de ese año fueron encabezados por candidatas como Alexandria Ocasio-Cortez e Ilhan Omar en distritos urbanos tradicionalmente progresistas. Pero también incluyeron a figuras como Jason Crow (exmilitar en Colorado), Elissa Slotkin (exanalista de la CIA en Michigan), y Angie Craig en Minnesota. Todos ellos se presentaron con posturas sensatas sobre salud, economía e infraestructura—temas clave junto a una identidad de servicio al país.

¿Quiénes son Abigail Spanberger y Mikie Sherrill?

Abigail Spanberger creció en Henrico, Virginia, y es egresada de la célebre Universidad de Virginia. Trabajó como oficial de casos para la CIA antes de comenzar su carrera política representando un distrito suburbano de Virginia. Ha sido parte activa del Problem Solvers Caucus y se ha ganado una reputación como constructora de consensos. Su postulación a la gobernación de Virginia marca una nueva etapa, pero conserva su mensaje claro: “No fue el trabajo de una congresista complacer a Trump, y no será el trabajo de una gobernadora hacerlo tampoco”.

Por su parte, Mikie Sherrill representa a New Jersey y es posiblemente una de las figuras más completas del nuevo perfil moderado demócrata. Es graduada de la Academia Naval, piloto de helicóptero en la Armada de EE. UU. y fiscal federal. Su trayectoria ha sido su mejor carta de presentación en su carrera por la gobernación del estado, destacando una “Agenda de Asequibilidad” para enfrentar los dilemas económicos que enfrenta la clase media.

Más allá del espectro ideológico: la fuerza del sentido común

En palabras del estratega demócrata Jared Leopold, quien trabajó con la Asociación de Gobernadores Demócratas en 2018, “los votantes ya no piensan necesariamente en términos de izquierda o derecha, sino más bien en quién puede entender sus problemas y resolverlos”. Este es el enfoque que tanto Spanberger como Sherrill han interiorizado: se preocupan poco por etiquetas como “moderada”, “liberal” o “progresista”.

“La gente quiere políticos que entiendan sus vidas, no solo sus ideologías”, afirmó Leopold.

Abigail Spanberger: unidad por encima de partido

En sus discursos de campaña, Spanberger ha dejado claro que no quiere ser prisionera del discurso partidario. Ha prometido visitar cada distrito congresual de Virginia, incluidos aquellos donde Trump ganó por amplio margen. Habla de crecimiento económico, seguridad nacional, inversión en educación y salud accesible, con una visión clara: gobernar para todos los virginianos.

Y no teme criticar a su propio partido. En una reciente entrevista, condenó la promesa incumplida del presidente Biden de cancelar la deuda estudiantil como “puro postureo”, agregando que “no se debe prometer lo que no se puede cumplir”.

Mikie Sherrill: biografía como bandera

Sherrill ha basado su campaña en gran medida en quién es: una mujer que sirvió a su país, crio a cuatro hijos y administró justicia desde los tribunales. Sus carteles de campaña llevan un helicóptero sobre su nombre, haciendo explícito su historial militar. Ante su principal rival republicano, Jack Ciattarelli, no teme tacharlo de “lacayo de Trump”, al mismo tiempo que ofrece respuestas concretas a problemas cotidianos como el alto costo de vida en New Jersey.

El efecto 2024 y más allá

Ambas campañas sirven como microcosmos de una estrategia más amplia de los demócratas de cara a las elecciones de 2024. El senador Ben Ray Luján ha destacado que muchos nuevos candidatos demócratas vienen del mundo real, con experiencias auténticas y un historial profesional fuera del ámbito político tradicional. Destaca el caso de Bridget Brink, exembajadora en Ucrania, quien lanzó su candidatura al Congreso de Michigan con un perfil muy similar.

Esta clase de líderes, con experiencia global, empatía local y visión ejecutiva, responde bien a un electorado cansado de los extremos. Según las encuestas, un gran sector de votantes —particularmente los moderados y suburbanos— busca liderazgos que prioricen resultados antes que ideologías, y que se centren en lo urgente: economía, salud, educación y seguridad.

Winsome Earle-Sears y la narrativa republicana

En Virginia, la contrincante de Spanberger será Winsome Earle-Sears, teniente gobernadora y también aspirante a convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo más alto del estado. Su campaña ha intentado vincular a Spanberger con Joe Biden y las élites demócratas, usando imágenes de ambos juntos y acusándola de ser un “voto asegurado” para la agenda demócrata.

Spanberger ha respondido con firmeza: “Muchos de los que me critican lo hacen porque no tienen nada que ofrecer más allá de distracciones. Yo vengo a trabajar por Virginia, no a encajar en clichés partidarios”.

¿Una receta ganadora?

En un clima político que parece más bien un campo de batalla, la emergencia de las candidatas como Spanberger y Sherrill muestra el potencial que aún tiene el espacio del centro en la política estadounidense. Si logran alcanzar las gobernaciones de sus estados, podrían abrir una nueva vía de liderazgo para los demócratas, basada no en la lucha frontal contra Trump, sino en la capacidad de representar y resolver.

Sus candidaturas se inscriben en una corriente más silenciosa pero creciente, donde la experiencia, el carácter y la competencia técnica tienen más valor para muchos votantes que el espectáculo o la fidelidad partidaria. Como dijo un votante de New Jersey, Fred Martucci, de 75 años, sobre Sherrill:

“Fue piloto de helicóptero en la Marina. No puedes ser tonta y volar esos aparatos. Es lista. Por eso voté por ella.”

Puede que el camino hacia el futuro político de Estados Unidos no pase por gritos de guerra ideológicos, sino por candidatas armadas con principios y propósito.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press