Caos en el Mundial de Clubes: sanciones, enfermedades y juventud en la élite del futbol
El Manchester City multado, Mbappé hospitalizado y Carlos Cuesta hace historia con solo 29 años: tres historias que resumen el presente agitado del fútbol europeo en EE. UU.
Un millón en multas para el City: el lado oscuro de la puntualidad
En medio de una expansión global del fútbol europeo impulsada por el Mundial de Clubes, el Manchester City —uno de los equipos más dominantes de la última década— ha sido multado con más de un millón de libras por la Premier League debido a retrasos sistemáticos en los inicios de partido durante la temporada anterior.
En total, el club de Pep Guardiola admitió nueve infracciones a las reglas de inicio y reinicio de los encuentros, lo que resultó en una multa total de £1.08 millones (unos $1.45 millones). El retraso más significativo ocurrió contra Ipswich, con un retraso de 2 minutos y 22 segundos tras el entretiempo.
“Las reglas relacionadas con los comienzos y reinicios ayudan a garantizar que la competición mantenga los más altos niveles profesionales y aseguran que la retransmisión televisiva se mantenga conforme al horario programado”, explicó la Premier League en un comunicado.
La situación se agrava considerando que el City ya había sido sancionado con £2.09 millones en 2023 por 22 infracciones similares en temporadas previas. Además, el club aún está pendiente de una resolución por más de 100 acusaciones de infracciones financieras acumuladas durante un periodo de nueve años.
Las sanciones se conocen justo cuando el equipo se encuentra compitiendo en Estados Unidos por el Mundial de Clubes y, casualmente, fue culpable de otros dos retrasos recientes durante un partido ante el Manchester United.
Mbappé, fuera de juego por gastroenteritis
Otra trama que genera titulares en el Mundial de Clubes en EE. UU. es la hospitalización de Kylian Mbappé, la estrella del Real Madrid, quien fue internado tras padecer una grave gastroenteritis.
El delantero francés se perdió el debut del conjunto blanco en el torneo, que acabó en un decepcionante empate 1-1 contra Al Hilal de Arabia Saudita en el Hard Rock Stadium de Miami. Más de 62,000 aficionados estaban presentes, muchos con la esperanza de ver jugar al ícono francés.
“Está en mal estado”, afirmó el técnico del Madrid, Xabi Alonso, quien dirige al equipo por primera vez tras reemplazar a Carlo Ancelotti, ahora entrenador de Brasil.
El club comunicó que Mbappé se someterá a una serie de pruebas médicas y seguirá un tratamiento específico. Esta baja añade preocupación al inicio de una competición que pretende colocarse a la altura de torneos como la Champions League, y donde Mbappé, junto a figuras como Lionel Messi, sería uno de los estandartes tanto deportivos como mediáticos.
Su ausencia es aún más significativa considerando que el francés fue el máximo goleador del Madrid la temporada pasada con 43 goles en 56 partidos.
Pero no es la primera vez que la salud lo aleja de los juegos importantes: hace exactamente un año sufrió una fractura nasal en la Eurocopa y tuvo que jugar el resto del torneo con una máscara protectora.
Carlos Cuesta y la revolución juvenil en la Serie A
Y si de nuevas eras se habla, hay pocas historias más simbólicas que la de Carlos Cuesta, el entrenador español de tan solo 29 años que ha sido contratado por el Parma, histórico club italiano.
Con apenas 30 años recién cumplidos para cuando dirija su primer partido oficial, Cuesta se convirtió en el entrenador más joven en casi un siglo en dirigir en la Serie A. Solo Elio Loschi, quien debutó en 1939, lo superó en precocidad.
Cuesta tiene un pasado ligado a grandes instituciones europeas: trabajó cinco años como segundo entrenador en el Arsenal bajo Mikel Arteta y también pasó por las divisiones inferiores de la Juventus y el Atlético de Madrid.
Según medios italianos, sus inicios como técnico fueron inusuales: cuando estudiaba en Madrid, envió mensajes a varios cuerpos técnicos de la capital hasta que uno del Atlético respondió, dándole su primera oportunidad en el equipo sub-12.
Parma, que viene de salvarse del descenso bajo el ahora exentrenador Cristian Chivu (quien pasa a dirigir al Inter), ha apostado por un perfil joven y metódico. Cuesta firmó por dos años con opción a un tercero.
La expectativa es enorme, especialmente porque su primer partido está programado contra la Juventus, un club que conoce bien por su pasado como asistente en juveniles. Es un debut con tintes simbólicos.
El Mundial de Clubes: vitrina global y terreno resbaladizo
Estos tres episodios ocurren en el contexto de una nueva edición ambiciosa del Mundial de Clubes organizada por la FIFA. La competición, que por primera vez se disputa en formato ampliado en Estados Unidos, ha estado en la mira tanto por sus aspiraciones comerciales como por el rendimiento irregular de los grandes clubes europeos.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, afirmó previamente que el torneo debe aspirar a competir con eventos como la Champions League y la Premier League en cuanto a calidad y seguimiento.
Sin embargo, los retrasos, las ausencias de estrellas y un bajo rendimiento general han sembrado dudas. Clubes como el Real Madrid y el Manchester City, potencias presupuestarias, están mostrando signos de fatiga o mal ajuste ante la dinámica de un campeonato en territorio poco habitual para ellos.
La ausencia de Mbappé en el arranque se suma como un golpe duro. Por otro lado, el City, lejos de estar concentrado exclusivamente en la competencia, sigue navegando en aguas turbulentas legales tanto a nivel de reglamento competitivo como en sus finanzas históricas.
Mientras tanto, desde un ángulo menos mediático pero igual de esperanzador, el nombramiento de Carlos Cuesta sugiere que hay una nueva ola de dirigentes jóvenes desafiando las jerarquías conservadoras del fútbol europeo.
En conjunto, estas historias reflejan una transición compleja del fútbol moderno: la expansión comercial y global, las exigencias de precisión reglamentaria, la fragilidad física incluso en los más destacados, y una nueva generación que asoma para escribir su propio capítulo en la historia del deporte rey.