La caída del brazo financiero del CJNG: el cerco judicial contra los Cuinis y la ofensiva de EE.UU.

Con la condena de José González Valencia y los avances en la extradición de miembros clave del cartel, EE.UU. intensifica su lucha contra el CJNG como organización terrorista extranjera

De las playas de Brasil a una celda federal en EE.UU.

El día que José González Valencia, alias “Chepa”, puso un pie en un resort brasileño para unas vacaciones familiares en 2017, desconocía que su destino estaba sellado. Detrás del alias falso con el que viajó, se escondía uno de los operadores financieros más poderosos del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Apenas unos días después, capturado por las autoridades brasileñas, comenzó un proceso que culminó recientemente con una condena de 30 años de prisión en Estados Unidos.

Este hecho no es solo una victoria judicial. Marca un nuevo capítulo en la ofensiva del gobierno estadounidense para desmantelar a una organización que, según estimaciones de la DEA, es responsable de la mayor parte del fentanilo que ingresa al país y causa decenas de miles de muertes al año.

Quiénes son "Los Cuinis" y por qué son clave

Los Cuinis, liderados por "Chepa" y sus hermanos, fungían como el brazo financiero y logístico del CJNG, dominado por Nemesio Oseguera Cervantes, mejor conocido como "El Mencho". Esta agrupación fue particularmente eficaz en usar mecanismos sofisticados de lavado de dinero e inversiones internacionales para fortalecer al cartel en su crecimiento vertiginoso desde mediados de la década de 2010.

Su especialidad era adaptar rutas y métodos de acuerdo con el entorno geopolítico. Según documentos judiciales, utilizaron desde narcosemiósumergibles hasta camuflajes exóticos, como cocaína escondida en cadáveres de tiburones congelados. Uno de sus cargamentos interceptados transportaba 4,000 kilos de cocaína desde Colombia hacia Guatemala.

Conexión familiar con El Mencho

La relación entre "Chepa" y El Mencho no era meramente profesional. Es su cuñado. Esa cercanía fortaleció aún más los vínculos estratégicos entre Los Cuinis y el CJNG. De hecho, el cartel llegó a convertirse en uno de los más ricos del mundo, según un reporte de InSight Crime, con operaciones en América Latina, Europa y Asia.

El arresto de "Chepa" alertó a otros miembros cercanos de la organización. Sin embargo, a pesar de intentos de fuga cinematográficos —como el caso de Cristian Fernando Gutiérrez Ochoa, yerno del líder, quien fingió su muerte y se ocultaba en California—, las autoridades estadounidenses han venido acorralando al núcleo duro del CJNG.

La estrategia de Trump y el enfoque de terrorismo internacional

Una de las decisiones más controversiales, pero contundentes, de la administración Trump fue designar al CJNG como organización terrorista extranjera. Esto no solo permite al gobierno usar herramientas más agresivas legales y financieras, sino que respalda una narrativa: los carteles no son crimen organizado común —son amenazas globales.

Desde esa designación, el Departamento de Justicia ha iniciado una serie de demandas por terrorismo, lavado de dinero y conspiración. En febrero, México extraditó a 29 miembros de carteles, incluyendo figuras históricas como Rafael Caro Quintero, en lo que es visto como un signo de cooperación binacional sin precedentes.

“No se puede encerrar un cartel entero, pero se puede golpear su cabeza”

Así lo expresó Matthew Galeotti, jefe de la división criminal del Departamento de Justicia. Su enfoque de “prosecución integral” busca atacar tanto la distribución como los mecanismos de financiamiento. El caso de González Valencia ejemplifica precisamente eso: un ataque quirúrgico a las estructuras que mantienen con vida al monstruo.

“Estamos yendo contra quienes lavan dinero, quienes transportan drogas, quienes facilitan el crimen financiero… Y eso ha dado frutos muy significativos”, afirmó Galeotti en declaraciones a medios.

Una maquinaria de narcotráfico global

El CJNG no solo suministra cocaína y metanfetaminas, también ha sido uno de los principales exportadores de fentanilo, la droga sintética responsable del 77% de las muertes por sobredosis en EE.UU. en 2023, de acuerdo con los CDC.

La red de los Cuinis ayudó al cartel a diversificarse, estableciendo conexiones en Hong Kong, Dubái, Alemania, Perú y España. Investigaciones indican que sus operaciones generaban utilidades que rivalizan con las de grandes corporaciones multinacionales.

El otro caso: Gutiérrez Ochoa y su fuga de película

En paralelo a la sentencia de González Valencia, Gutiérrez Ochoa, también yerno de El Mencho, se declaró culpable de conspiración para lavado de dinero. Su historia es una mezcolanza de crimen y drama: fingió su muerte en México, huyó a Estados Unidos, vivió bajo identidad falsa e incluso fue "reportado como asesinado por mentir", según escuchas atribuidas a El Mencho.

Ochoa está acusado de ordenar el secuestro de dos marinos mexicanos como acto de represalia para intentar liberar a Rosalinda González Valencia, esposa y presunto cerebro financiero de El Mencho. Este tipo de actos solo prueba el nivel de impunidad y violencia en el que operan estas figuras.

¿Un punto de quiebre para el CJNG?

Expertos consideran que las recientes detenciones merman la capacidad de expansión del cartel, pero advierten sobre la resiliencia de estas organizaciones. “Los carteles como el CJNG están construidos para sobrevivir las caídas individuales,” indicó el analista de seguridad Alejandro Hope en una de sus últimas columnas antes de fallecer. “No obstante, si se deconstruyen sus redes financieras, el corazón deja de latir”.

En este sentido, Los Cuinis y las detenciones de sus operadores principales representan, quizás, el golpe más significativo al músculo económico del cartel hasta la fecha. Desde los jets privados llenos de dinero hasta los semisumergibles cargados de droga, su aparato se empieza a desmoronar.

Cooperación México-EE.UU.: ¿efímera o duradera?

Los buenos momentos de cooperación judicial entre ambos países suelen ser esporádicos. Sin embargo, el actual contexto —con crisis migratoria, presión por reducir el fentanilo y creciente violencia criminal— ha obligado al gobierno mexicano a ceder terreno, aunque con limitaciones políticas propias.

EE.UU. ha prometido compartir inteligencia, financiar capacidades técnicas y, sobre todo, perseguir judicialmente a los facilitadores locales y extranjeros. La administración actual ha mantenido la misma línea dura contra el narcotráfico, incrementando incluso la presión contra lavadores de dinero tanto en bancos como en plataformas digitales.

Una guerra legal de largo aliento

La sentencia de José González Valencia no acaba con el CJNG, pero sí resuena como una advertencia. Perseguir a narcotraficantes ya no solo implica arrestarlos; también es cerrar los flujos financieros, desmantelar las cadenas de valor, y romper los vínculos políticos y sociales que los mantienen activos.

Y esa, quizás, sea la novedad en esta etapa de la guerra contra el crimen organizado: ya no se buscan trofeos simbólicos, sino transformaciones estructurales. El caso de “Chepa” es solo uno más, pero cada uno de estos juicios revela la anatomía de un problema cuyo corazón late por el flujo de dinero.

“Sin el dinero, ni El Mencho manda, ni Los Cuinis financian. Y sin eso, el imperio cruje.”

Este artículo fue redactado con información de Associated Press