Choques legislativos en EE.UU.: La batalla republicana por los impuestos y el poder del tuit
Entre la pugna fiscal en el Congreso y la indignación política por comentarios digitales, el Partido Republicano navega aguas cada vez más turbulentas rumbo a las elecciones de 2026
Un Congreso dividido frente a la reforma tributaria
Los legisladores republicanos del Congreso de EE.UU. han dejado al descubierto profundas divisiones internas respecto a una nueva propuesta de reforma fiscal que busca reducir impuestos mientras limita el gasto gubernamental. El proyecto de ley, apoyado por el expresidente Donald Trump, pretende cumplir varias de sus promesas de campaña de 2024, pero las diferencias entre la Cámara de Representantes y el Senado amenazan con frenar su avance antes del 4 de julio —fecha emblemática en la que Trump desea tener la legislación en su escritorio.
Crédito tributario por hijo: ¿temporal o permanente?
Actualmente fijado en $2,000 por hijo, el crédito tributario es uno de los ejes de la reforma. La Cámara baja propone aumentar temporalmente el crédito hasta $2,500 entre 2025 y 2028, mientras que el Senado ofrece un incremento más modesto a $2,200, pero de forma permanente. Ambas versiones lo indexan a la inflación eventualmente, pero con diferencias en temporización. La jugada del Senado apunta a evitar que futuras cámaras lo desmantelen con facilidad.
Beneficios fiscales populares: propinas, horas extra y seguridad social
Una de las promesas más ambiciosas de Trump durante su campaña fue eliminar los impuestos sobre propinas, horas extra y beneficios del Seguro Social. Las propuestas elaboradas en ambas cámaras buscan materializar esta promesa, pero divergen en los detalles. El Senado impone límites al monto deducible ($25,000 en propinas y $12,500 en horas extra), mientras la Cámara no establece topes claros.
Sobre el Seguro Social, ninguna versión elimina impuestos directamente; en su lugar, ofrecen nuevas deducciones para mayores de 65 años: $4,000 en la Cámara y $6,000 en el Senado, con límites de ingresos progresivos.
Desacuerdo profundo sobre el SALT
El límite para deducciones estatales y locales (SALT) es un punto candente. Actualmente en $10,000, la Cámara propone elevarlo a $40,000 para hogares con ingresos menores a $500,000, una movida diseñada para ganarse el apoyo de estados con altas cargas fiscales como Nueva York y California. El Senado, por su parte, propone mantener el límite de $10,000, presagiando una dura batalla en el comité de conferencia.
Medicaid: cambios que encienden alarmas
El proyecto de la Cámara busca restringir la capacidad de los estados para imponer o aumentar impuestos a los proveedores de Medicaid —una fuente clave para financiar estos servicios. En contraste, el Senado quiere reducir gradualmente el límite actual del 6% a 3.5% hacia 2031, exceptuando hogares de ancianos y centros de cuidados intermedios. La medida ha generado alarma en estados rurales y zonas desfavorecidas. El senador Josh Hawley (R-Missouri) expresó su preocupación: “Los hospitales rurales estarán en aprietos”.
Incentivos a empresas y energía limpia
En cuanto a las deducciones empresariales, la Cámara impone un límite de cinco años para deducciones completas en equipos y desarrollo e investigación nacionales. El Senado las vuelve permanentes, complaciendo a grupos como la Cámara de Comercio de EE.UU.
A su vez, ambos textos buscan reducir los créditos fiscales para energías limpias aprobados durante el mandato de Biden. El Senado ralentiza la eliminación de los créditos respecto a la Cámara, pero los defensores del medio ambiente ven en ello una amenaza directa a empleos y la lucha contra el cambio climático.
Medidas misceláneas: gimnasio, donaciones y autos eléctricos
- Gimnasio: La Cámara permite usar cuentas de ahorro para salud (HSA) para pagar membresías de gimnasio, hasta $500 para individuales o $1,000 para parejas. El Senado no contempla este beneficio.
- Donaciones benéficas: Se permite deducir hasta $150 (Cámara) o $1,000 (Senado) para contribuyentes que no detallan deducciones —tema clave para organizaciones caritativas.
- Vehículos eléctricos: La Cámara impone tarifas anuales de $250 para autos eléctricos y $100 para híbridos. El Senado no considera estas medidas, lo que refleja prioridades divergentes respecto al medioambiente.
Mike Lee y la fatídica semana del 14 de junio
Mientras se debatía el futuro fiscal del país, una tragedia política sacudió al Senado y desató una polémica inesperada. El senador Mike Lee (R-Utah), conocido por su intensa actividad en redes sociales —promediando 100 publicaciones diarias según el Salt Lake Tribune—, provocó indignación al publicar mensajes sarcásticos tras el asesinato en Minnesota de la ex presidenta estatal Melissa Hortman y su esposo, y el ataque armado a otro legislador y su esposa.
En su cuenta secundaria, @BasedMikeLee, escribió: “Esto es lo que pasa cuando los marxistas no consiguen lo que quieren”, junto a fotos del presunto atacante. Tal juicio resultó inexacto, ya que el sospechoso, Vance Boelter, mostró posturas religiosas conservadoras y había sido designado por gobernadores demócratas.
Condena bipartidista y reflexión institucional
La senadora Tina Smith (D-Minnesota), cuyo nombre apareció en los cuadernos del atacante, confrontó personalmente a Lee. Incluso colegas republicanos mostraron su descontento, como Kevin Cramer (R-Dakota del Norte), quien afirmó que los tuits eran “inapropiados y falsos”.
El senador Ben Ray Luján (D-Nuevo México) reflexionó públicamente: “Lo que aprendí esta semana es que necesitamos apoyarnos más mutuamente y vernos más como seres humanos”.
Aunque Lee eliminó los tuits tras hablar con la senadora Klobuchar, no emitió disculpa pública, dejando vigente el tema en los pasillos del Capitolio.
La política en la era del tuit y la batalla fiscal
El caso de Mike Lee revela cómo las dinámicas digitales pueden agravar tensiones políticas en momentos de alta sensibilidad. Asimismo, las negociaciones fiscales mantienen al Congreso en vilo. Con múltiples aspectos polémicos —desde impuestos sobre propinas hasta la forma en que los estados financian Medicaid—, los legisladores enfrentan un complejo ejercicio de reconciliación.
Donald Trump, mirando hacia las elecciones intermedias de 2026, quiere capitalizar esta legislación como símbolo de victoria republicana. Pero las grietas internas de su partido —tanto en el Congreso como en sus expresiones públicas digitales— podrían hacer que ese objetivo sea más difícil de alcanzar de lo esperado.