Cooper Flagg y la nueva generación de aleros que revolucionará la NBA
Desde Duke hasta el Draft: análisis profundo del talento emergente liderado por Flagg, Ace Bailey y otros jóvenes llamados a dominar el baloncesto profesional
Flagg, el heredero del trono del baloncesto colegial
Cooper Flagg, originario de Maine, ha sido el nombre más resonante en el baloncesto universitario durante la temporada 2024-25. Con apenas 18 años, el alero de 2.03 metros y 100 kg ha llevado a Duke a la Final Four y se convirtió en apenas el cuarto novato en la historia en recibir el premio al Jugador Nacional del Año, distinción otorgada por medios especializados como ESPN y Rivals.
Su impacto fue inmediato. Flagg lideró a los Blue Devils en cinco categorías estadísticas: 19.2 puntos, 7.5 rebotes, 4.2 asistencias, 1.4 robos y 1.4 tapones por partido. Además, mostró una eficiencia letal desde la larga distancia, con un 38.5% en triples y un 84% en tiros libres.
Synergy Sports, una de las principales firmas de análisis deportivo, lo posicionó en el percentil 85 o superior como manejador en situaciones de pick-and-roll, en el poste bajo y en transición. Su capacidad de jugar como anotador, creador y defensor lo convierte en un jugador generacional.
Una mentalidad de acero: el caso Flagg vs. NC State
Uno de los momentos más definitorios de la temporada para Flagg fue un partido contra N.C. State en enero. Durante un tiempo muerto en la primera mitad, el entrenador Jon Scheyer lo reprendió con dureza por una actitud considerada "demasiado suave". ¿El resultado? Flagg reaccionó como una estrella: anotó 23 de sus 28 puntos en la segunda mitad, demostró carácter y liderazgo, y reafirmó por qué es el favorito para ser la primera selección del draft 2025.
En la victoria frente a Arizona en el Sweet 16 del torneo NCAA, Flagg registró 30 puntos, 6 rebotes, 7 asistencias y 3 tapones. Scheyer lo calificó como “una de las mejores actuaciones en torneo que he visto como entrenador”.
¿La única gran preocupación? La necesidad de fortalecer su cuerpo y reducir las pérdidas — tuvo 15 partidos con al menos 3 pérdidas esta temporada, aunque solo 2 después del 1 de febrero. Para muchos equipos de la NBA, estos detalles son más oportunidades de mejora que defectos preocupantes.
Ace Bailey: talento eléctrico desde Rutgers
Detrás de Flagg, Ace Bailey aparece como otro nombre de peso. El alero de 2.03 metros y 92 kg tiene una combinación de atletismo y capacidad anotadora que lo proyecta como un jugador top 5 en el draft. Promedió 17.6 puntos y 7.2 rebotes, destacando su capacidad para anotar desde el drible, a media distancia y en tiros de tres.
Bailey se ubicó en el percentil 94 en tiros contestados en catch-and-shoot, con un 48.1% de efectividad (39 de 81). Su habilidad para encestar triples lo hace una amenaza constante: tuvo cinco partidos en enero con al menos cuatro triples.
Defensivamente también muestra potencial: 1.3 tapones por partido y seis partidos con tres o más bloqueos en el Big Ten.
El problema es que Rutgers tuvo una temporada perdedora, incluso a pesar de Bailey y su compañero Dylan Harper, otro futuro top 3. Además, su inconsistencia preocupa: bajó a 17.9% en triples después de enero y tuvo una pésima racha de 12 de 31 en libres en seis juegos seguidos. Con más constancia, puede convertirse en un alero dominante en la NBA.
Kon Knueppel: el francotirador multiusos de Duke
Knueppel, compañero de Flagg en Duke, mide 2.00 metros y pesa 98 kg. Se distinguió por su tremenda eficacia como tirador: 40.6% en triples y 91.4% en tiros libres (sexto en la NCAA). Según Synergy, está en el percentil 98 en tiros abiertos, destacando como uno de los mejores en catch-and-shoot del país.
Como suplente convertido en MVP del Torneo ACC tras la ausencia de Flagg, demostró liderazgo y capacidad para asumir más responsabilidades ofensivas. También aportó como pasador: 10 partidos con al menos cuatro asistencias como playmaker secundario.
¿Sus limitaciones? A pesar de su técnica, Knueppel no es un atleta explosivo, lo que plantea dudas sobre su capacidad para defender a jugadores más rápidos o explosivos en el perímetro.
Collin Murray-Boyles: fuerza, defensa... ¿y un problema de encaje?
Desde South Carolina llega Collin Murray-Boyles, una presencia física de 2.01 metros y 109 kg, con una envergadura cercana a los 2.15 metros. Promedió 16.8 puntos y 8.3 rebotes, junto con 1.3 tapones y 1.5 robos, proyectando como un defensor versátil.
Su eficiencia fue notable: 57.9% en tiros de campo, ubicado en el percentil 88 en media cancha. Sin embargo, hay preocupaciones con su tiro exterior: apenas 9 de 34 en triples (.265) en su segundo año universitario y un modesto 69.5% en tiros libres.
Su perfil plantea la duda clásica: ¿es lo suficientemente rápido para defender aleros, y lo bastante alto para resistir en el poste? Los llamados “tweener” presentan este dilema, aunque cada vez más la NBA se adapta a perfiles híbridos.
Otros prospectos destacados en la posición de alero
- Carter Bryant (Arizona): Escolta-alero de 2.01 metros con gran alcance vertical (salto máximo de 1 metro), 37.1% en triples y presencia defensiva pese a 19 minutos por partido. Proyectado como posible pick de lotería.
- Noa Essengue: Francés de 2.06 metros que brilló en Ratiopharm Ulm (Alemania). Con 19 años y buena versatilidad ofensiva, muchos equipos lo consideran una apuesta jugosa al final de la lotería.
- Liam McNeeley (UConn): Titular como novato en el campeón nacional. Mide 2.00 metros y destaca como tirador y anotador confiable. Tuvo 38 puntos vs. Creighton y 22 en March Madness ante Florida.
- Will Riley (Illinois): Canadiense de 2.03 metros que juega como swingman. Pese a su liviano peso (84 kg), tiene visión y habilidad ofensiva. Necesita evolución física para competir al máximo nivel.
- Hugo González (Real Madrid): Español de 2.00 metros con gran capacidad atlética. Jugó en el primer equipo madridista y combina tiro exterior, esfuerzo defensivo y penetración. Otro prospecto con futuro europeo o NBA.
Una generación destinada a desafiar los límites
Esta cosecha de aleros que llegará al Draft de la NBA 2025 es una de las más versátiles en años recientes. Desde el genio táctico y carismático de Cooper Flagg hasta los bombarderos modernos como Knueppel y McNeeley, pasando por los unicornios europeos como Hugo González y Essengue, la liga se prepara para una revolución en las alas.
La posición de alero ha evolucionado en la última década. Ya no basta con ser un tirador o un atleta. Hoy los equipos buscan jugadores completos, capaces de manejar el balón, tomar decisiones, defender múltiples posiciones y adaptarse al ritmo del juego ofensivo y defensivo.
El Draft 2025 no solo será una cita para seleccionar talento. Será, probablemente, el punto de partida de la próxima era del baloncesto profesional.