Guerra, cadáveres y drones: Zelenskyy y la desgarradora realidad de Ucrania en 2025

El presidente ucraniano revela los errores rusos en los intercambios de cuerpos, señala vínculos militares oscuros entre Irán y Rusia, y busca impulsar su industria de defensa local en medio del prolongado conflicto

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La extraña repatriación de cadáveres rusos

En uno de los gestos más impactantes en el conflicto entre Ucrania y Rusia en los últimos meses, el presidente ucraniano Volodímir Zelenskyy aseguró que Rusia ha repatriado al menos veinte de sus propios soldados muertos, bajo la premisa de que eran ucranianos. Según Zelenskyy, se trató de un acto de desorganización por parte del Kremlin durante los intercambios de prisioneros heridos y restos humanos entre ambos países.

Lanzaron los cadáveres de sus ciudadanos hacia nosotros. Esta es su actitud hacia la guerra, hacia sus soldados”, dijo el mandatario ucraniano durante una conferencia con periodistas. Algunos de estos cuerpos incluso portaban pasaportes rusos, lo cual fue mostrado públicamente por periodistas como prueba de lo denunciado.

Esta situación fue vista como una manifestación brutal de la forma en que Rusia maneja a sus propios militares, y según Zelenskyy, pone en evidencia una intención más cínica aún en el marco de las negociaciones de paz: aparentar voluntad de diálogo para apaciguar a Estados Unidos y evitar sanciones, sin renunciar al objetivo militar.

Intercambios en cifras: 6,000 por 6,000

Durante el segundo ciclo de mesas de negociaciones en Estambul, Ucrania y Rusia acordaron un intercambio masivo: 6,000 cuerpos por 6,000. Zelenskyy señaló que esta cifra era excesiva y ponía en juego la capacidad para verificar de manera forense las identidades de los muertos.

Esta complicada logística, sumada a la sospecha de intenciones ocultas por parte del Kremlin, ha hecho que Ucrania considere abandonar estas conversaciones, dado que hasta ahora el intercambio de cuerpos y prisioneros ha sido el único resultado tangible.

Impacto de la guerra Israel-Irán en el conflicto ucraniano

La escalada de tensiones en Medio Oriente también ha tenido eco en el conflicto europeo. Zelenskyy declaró que Ucrania está en contra de que Irán obtenga armas nucleares, debido a su estrecha cooperación militar con Rusia. Sin embargo, evitó expresar abiertamente un respaldo a los ataques israelíes.

“Irán les dio a los rusos todo para matarnos: los mártires, los misiles y las licencias”, expresó. Zelenskyy enfatizó que la debilitación de las capacidades industriales iraníes representa una ventaja para Ucrania, aunque advirtió que podría llegar demasiado tarde si no se toman acciones inmediatas.

Desde inicios de la guerra, drones iraníes tipo Shahed han sido modificados por Rusia y utilizados en enjambres de ataques masivos. Estas ofensivas han movilizado a los defensores ucranianos al límite de su capacidad técnica y operativa.

Misil Oreshnik: el nuevo peligro ruso

Uno de los desarrollos más preocupantes para Ucrania ha sido la aparición del misil Oreshnik, un proyectil balístico de alcance medio que puede transportar ojivas nucleares. Zelenskyy reveló que 39 empresas rusas participan en la producción de este armamento, de las cuales solo 18 se encuentran bajo sanciones internacionales.

El mandatario denunció la falta de rapidez en la implementación de sanciones adicionales: “Es absolutamente incomprensible que no se impongan sanciones de inmediato”. El misil fue utilizado en noviembre durante un ataque a territorio ucraniano, marcando una nueva etapa de escalada por parte de Moscú.

Armas, producción nacional y apoyo europeo

A pesar de los rigores de la guerra, Ucrania ha hecho avances significativos en el desarrollo y uso de armamento nacional. En particular, Zelenskyy informó que interceptores producidos dentro del país están siendo usados con éxito para neutralizar los drones suicidas Shahed.

Además, señaló que Ucrania busca financiamiento alemán para ampliar esta capacidad de producción y pidió formalmente a sus aliados de Occidente que dediquen un 0.25% de su PIB para apoyar la industria de defensa ucraniana.

Esta propuesta busca crear una autonomía estratégica que acerque a Ucrania a estándares similares a los de los miembros de la OTAN, especialmente en momentos donde se prevén ataques continuos al territorio ucraniano.

La postura frente a la cumbre de la OTAN y Trump

Zelenskyy también adelantó que probablemente asistirá a la próxima cumbre de la OTAN, aunque tomará la decisión final en los días siguientes. Aunque no se reunió directamente con Donald Trump durante la reciente cumbre del G7, sus enviados entregaron al secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, una lista detallada de armas que Ucrania espera adquirir. Entre ellas, figuran los sistemas de defensa Patriot, cruciales para interceptar misiles balísticos.

Explicó que, además del armamento, propondrá discutir en su próximo encuentro con Trump la reactivación del canal diplomático y un endurecimiento de la postura hacia Putin: “Necesitamos más certeza y más presión por parte del mundo hacia Putin”, expresó el líder ucraniano.

Israel, Irán y el triángulo armamentista ruso

Según informes y publicaciones del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), la colaboración entre Rusia, Irán y Corea del Norte ya no es meramente simbólica. Irán ha entregado a Rusia cientos de drones, municiones, diseños tecnológicos y entrenamiento militar, mientras que Corea del Norte ha enviado proyectiles de artillería y apoyo técnico a Moscú. Esto convierte al conflicto ucraniano en una guerra proxy con múltiples actores indirectos.

En este entramado híbrido, la guerra en Gaza podría debilitar la atención internacional sobre Ucrania, lo que preocupa a Kyiv. Si el mundo pone los ojos en Medio Oriente, Zelenskyy teme que Putin aproveche la distracción internacional para aumentar sus ataques e intentar ganar más territorio antes del invierno.

La guerra como desgaste geopolítico

Dos años y medio después de la invasión masiva rusa iniciada en febrero de 2022, el conflicto ha cobrado la vida de más de medio millón de personas, entre soldados y civiles (según estimaciones de diversas ONGs y organismos internacionales). Las pérdidas materiales superan los $350.000 millones, con casi un tercio de la infraestructura energética de Ucrania destruida.

El conflicto ha evolucionado de una guerra convencional a un escenario donde la guerra de drones, los ciberataques, el chantaje energético y la manipulación diplomática son usados simultáneamente. El intercambio de cadáveres ya no es solo un tema humanitario, sino un reflejo macabro del caos organizacional ruso y de las profundidades en las que puede caer un conflicto moderno prolongado.

Y mientras Putin parece apostar por el agotamiento geopolítico de Occidente, Zelenskyy intenta librar dos guerras en paralelo: una en los territorios invadidos y otra en los pasillos diplomáticos de Bruselas, Washington y Berlín.

En sus palabras: “Necesitamos un nuevo aire en la vía diplomática”. Y quizá también, un nuevo orden en el tablero global.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press