Orgullo sin fronteras: Un vistazo al Pride 2025 y el poder del activismo global
Desde Santiago hasta Edimburgo, las marchas del Orgullo 2025 reflejan la diversidad, resistencia y unidad de la comunidad LGBTQ+ alrededor del mundo
Un festival de identidad que trasciende banderas
El fin de semana del 21 de junio de 2025 marcó un punto culminante durante el Mes del Orgullo LGBTQ+ con celebraciones y desfiles que iluminaron las calles de ciudades en todos los continentes. De Santiago de Chile a Zurich, pasando por Lisboa, Quito, Louisville y Berlín, miles de personas salieron a las calles en un acto masivo de visibilidad, protesta y celebración de la diversidad.
Más allá del brillo y el color característico de estos eventos—con trajes exuberantes como el de una asistente vestida como Lady Gaga en Santiago o drag queens desafiantes como Raúl—el mensaje fue claro: los derechos LGBTQ+ siguen siendo una demanda global. Este análisis no solo recorre las imágenes vívidas del Pride 2025, sino que examina su contexto político, su relevancia cultural y su poder transformador.
Santiago de Chile: Pride con identidad latina
En la capital chilena, la marcha del orgullo estuvo colmada de arte, música y performances. Las calles del centro histórico se llenaron de banderas arcoíris, transformistas, familias con niños y pancartas con mensajes que exigían igualdad y denunciaban la homofobia institucional.
Según cifras de la Movilh (Movimiento de Integración y Liberación Homosexual), asistieron más de 150,000 personas, convirtiéndose en la segunda celebración más grande registrada desde el regreso de la democracia. Una cifra que demuestra el respaldo popular a la comunidad LGBTQ+ en medio de tensiones sociales aún latentes en el país.
EuroPride en Lisboa: cuando el Orgullo también es geopolítica
Una de las imágenes más virales del Pride 2025 en Europa fue capturada en Lisboa: dos hombres con banderas del arcoíris caminando tomados de la mano por la avenida Liberdade, mientras otros asistentes alzaban abanicos con mensajes pro-palestinos en medio de una marcha que entrelazó identidad de género y postura política en favor de los derechos humanos en Gaza.
EuroPride, que se celebra en una ciudad diferente cada año, eligió Lisboa para 2025, y la capital portuguesa no decepcionó. Más de 300,000 asistentes se congregaron, incluyendo activistas LGBTQ+ de toda Europa y el Norte de África. La presencia de colectividades migrantes, transfeministas y asociaciones pro-refugiados amplió el espectro del activismo, subrayando que el Orgullo no es solo una celebración, sino un espacio interseccional de resistencia.
Zurich: derechos más allá de lo económico
En la nación que lidera rankings de calidad de vida, estabilidad y banca internacional, también brillan las demandas sociales. Bajo un lema que en su traducción dice "¡Queremos todo, no solo tolerancia!", la Zurich Pride Parade 2025 reunió a decenas de miles de asistentes que reclamaron mejoras en las políticas de asilo para personas LGBTQ+ perseguidas y una mayor representación en los medios.
El desfile contó con bloques específicos para personas no binarias, migrantes y solicitantes de asilo, que según los organizadores fueron los grupos más activos en la movilización logística y artística del evento. "Suiza no puede presumir de humanismo mientras deporta a personas perseguidas por su orientación sexual o su identidad de género", declaró una vocera de Pink Cross, la principal organización LGBTQ+ suiza.
Quito: claves en medio de tensiones sociales
En Ecuador, un país donde las tensiones entre grupos conservadores e instituciones progresistas no dejan de crecer, la marcha del Orgullo en Quito fue sinónimo de valentía. Más de 10,000 personas caminaron entre llamados artísticos y consignas directas al presidente para aprobar legislaciones estancadas en materia de adopciones por familias homoparentales.
Uno de los momentos más álgidos ocurrió cuando un grupo identificado con consignas antiLGBTQ+ intentó interrumpir la marcha, pero fue contenido de manera pacífica por la propia seguridad civil y la intervención oportuna de la policía. Las imágenes de un activista abrazando a un oficial mientras sostenía una pancarta que decía “Amar no debería provocarte miedo” se viralizaron rápidamente.
Louisville y Edinburgh: orgullo en zonas angloparlantes
En Kentucky y Escocia la situación fue contrastante pero igualmente simbólica. Mientras que en Edimburgo la marcha fue un despliegue festivo con apoyo de oficinas gubernamentales, en Louisville, EE.UU., el ambiente estuvo cargado de debates ideológicos, enfrentamientos verbales con protestantes cristianos y una fuerte presencia de grupos pro-derechos civiles.
El Kentuckiana Pride no solo fue una demostración de identidad, sino también un acto político. Carteles a favor del matrimonio igualitario, derechos trans en la salud y la educación, y banderas que decían “Trans rights are human rights” dominaron una jornada donde incluso niños y adolescentes participaron activamente.
Una comunidad que inspira transformaciones
En palabras de la directora de la organización mundial InterPride, Sandra Thomas: "El Orgullo sigue siendo la mayor muestra global de amor, arte y desafío a las estructuras opresivas. Y cada año se vuelve más internacional e inclusivo".
Ciudades tradicionalmente ausentes del circuito de grandes orgullos, como Berlín Oriental o regiones de África y Asia, están organizando sus primeras ediciones. Esto refleja una expansión y aceptación lenta pero continua, contrastando con los retrocesos observados en países como Hungría o Rusia donde el activismo LGBTQ+ ha sido reprimido por ley.
El Orgullo ante los desafíos actuales
- Crisis habitacional: muchas personas trans y no binarias son expulsadas de sus hogares o enfrentan discriminación al alquilar. Programas como “Pride Shelters” han surgido en ciudades como Barcelona y Ciudad de México, brindando refugio temporal.
- Acceso a la salud mental: el suicidio entre adolescentes LGBTQ+ sigue siendo una problemática urgente. Campañas como #ItGetsBetter refuerzan el mensaje de esperanza, pero falta inversión gubernamental.
- Educación inclusiva: en EE.UU., más de 30 estados han propuesto o aprobado leyes que restringen los temas de orientación sexual e identidad de género en escuelas. Marchas como la de Louisville enfrentan esta narrativa legislativa con movilizaciones comunitarias.
¿Es el Orgullo una protesta aún necesaria?
Sí. Aunque algunos críticos alegan que el mes del Orgullo se ha convertido en un evento comercial carente de mensaje político, las ediciones de 2025 muestran todo lo contrario. Las protestas frente a agresiones, las demandas por políticas públicas efectivas, la mezcla de géneros, razas, luchas sociales y propuestas legislativas hacen del Pride un evento más político que nunca.
Como expresó en Lisboa un joven activista originario de Somalia durante su discurso en el EuroPride: "Cuando caminar por la calle sin miedo a ser apaleado todavía es un privilegio, el Orgullo continúa siendo una protesta necesaria".