Fútbol americano femenino: el deporte que lucha por su espacio (y respeto)
Con décadas de historia bajo el radar, las ligas de fútbol americano para mujeres ganan visibilidad y sueñan con una liga unificada de élite
Una pasión que no detiene ni las lesiones
Mientras el sol se ponía sobre Detroit una noche reciente, un espectáculo deportivo poco común tomaba forma sobre el césped: mujeres lanzaban, tacleaban y celebraban entre el ruido de choques de hombreras, silbatos y gritos. Sin embargo, era solo otro partido más para las Detroit Prowl en la American Women’s Football League (AWFL), una de varias ligas femeninas de fútbol americano en Estados Unidos y Canadá.
“Lo hacemos todo igual que los hombres”, dice la pateadora Kelly Bernadyn, EMT y entrenadora de fitness de día, deportista apasionada de noche. Y tiene razón: esfuerzo, entrega, táctica, y, sí, lesiones.
Detrás de cada tacleo hay sacrificio. A diferencia de los varones en ligas profesionales, estas mujeres deben usar su propio seguro de salud. “Cada dólar que he pagado por estar en el campo ha valido la pena”, recalca Bernadyn.
Deporte de contacto y de comunidad
Tras cada juego, rivales y compañeras se abrazan. Competencia sí, pero también comunidad. Rachel Vesz, mariscal de campo de las MIFA All-Stars de Ontario, lo resume con emoción: “Empiezas a amar a las chicas a tu alrededor. Todas se apoyan.”
Estas mujeres no solo disputan partidos, luchan para demostrar que el fútbol americano femenino existe y merece respeto. Aunque juegan en ligas sin sueldos y con escasa divulgación, hoy comienzan a asomar en escenarios más grandes.
ESPN, patrocinadores y un ligero respiro económico
Dos ligas han conseguido un gran avance: jugar sus partidos de campeonato en ESPN2. Se trata de la Women's National Football Conference (WNFC) y la Women’s Football Alliance (WFA).
Este año, la WNFC celebrará su final en el Ford Center de los Dallas Cowboys, con capacidad para 12.000 espectadores. Y si bien la liga no paga salarios, premiará con $20,000 a las jugadoras del equipo campeón, gracias al apoyo de marcas como Adidas, Dove y Riddell.
La WFA, por su parte, ha acordado también con ESPN otro año de transmisión desde el legendario estadio Tom Benson Hall of Fame en Ohio. La camiseta MVP de cada título permanece allí como testimonio de esfuerzo y legado femenino.
60 años... ¿y todavía bajo el radar?
El fútbol americano femenino tiene sus raíces en los años 60, pero ha sido notablemente ignorado por los medios y el público. Este año el impulso parece distinto: más visibilidad, contactos con patrocinadores e incluso promociones desde la NFL.
¿Cómo es posible que deportes como baloncesto, voleibol o fútbol hayan avanzado tanto y el fútbol americano femenino siga en “modo amateur”? Parte de la explicación está en la fragmentación del propio movimiento: múltiples ligas, poca coordinación y escasa infraestructura.
La unión hace la fuerza (pero también genera conflicto)
Actualmente, las dos grandes ligas (WNFC y WFA) compiten entre sí por atletas, patrocinadores y relevancia. Esta situación hace difícil consolidar un solo campeonato de élite.
“Cuando tienes dos campeones, quieres saber quién es el mejor”, explica Jennifer King, asesora de la WNFC y primera mujer afrodescendiente en ser entrenadora a tiempo completo en la NFL. “Sería increíble tener una súper liga, pero unirnos es complicado.”
King no es la única con dicha visión. Katie Sowers, pionera como entrenadora en el Super Bowl con los 49ers, comenta: “Todo el mundo cree saber cómo hacerlo mejor. Pero necesitamos trabajar juntos y construir una liga poderosa con más recursos.”
El apoyo institucional se hace esperar
Desde la NFL el respaldo ha sido tibio, aunque existe. En el Pro Bowl de 2020, se presentó un scrimmage de jugadoras de la liga de niñas de Utah. Además, algunas ligas femeninas han tenido contacto informal con la liga profesional masculina acerca del futuro del deporte para mujeres.
Roman Oben, exofensivo y ahora vicepresidente de desarrollo en la NFL, señaló: “Es admirable cómo ha crecido este deporte entre mujeres. Sabemos que ellas están costeando sus protecciones, sus viajes, su seguro… deberían ser reconocidas.”
¿El futuro? Se llama flag football… y los Juegos Olímpicos
La NFL está apostando fuerte por el flag football, variante sin contacto que debutará en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Tanto hombres como mujeres competirán bajo los colores de sus banderas.
Odessa Jenkins, fundadora de la WNFC, cree que este impulso puede viralizar también el fútbol tackle: “El flag football pondrá el balón en manos de más chicas que nunca. Será la mejor cantera que habrá tenido jamás el deporte.”
Según Jenkins, ya hay señales de cambio con el creciente apoyo de marcas conocidas: además de Adidas, Dove y Riddell, Wilson y ESPN han comenzado también a alentar a las jugadoras. “Es clave aliviar la carga económica de nuestras atletas. Así levantaremos esto del nivel de club y lo llevaremos a lo profesional”, sentencia.
Todo por amor al juego
La AWFL, aún lejos de escenarios como ESPN, cerrará su segunda temporada oficial con una final el 12 de julio en Carolina del Norte. Entre las 18 franquicias, hay equipos de múltiples estados y de Canadá.
Detroit Prowl no repetirá título este año, pero muchas jugadoras seguirán. Lesiones, facturas sin cobertura, desplazamientos sin apoyo económico… Nada parece frenar la pasión. Las palabras de Kelly Bernadyn resumen el sentimiento del vestuario femenino moderno:
“Usar mi propio seguro, pagar mi equipo, caerme al suelo… Todo, absolutamente todo, vale la pena para estar nuevamente en ese campo.”
El fútbol americano femenino podría ser el próximo gran fenómeno deportivo femenino. Solo necesita que una generación decida verlo, compartirlo y defenderlo, como sus protagonistas lo han hecho durante décadas de invisibilidad.
Una mirada al futuro inmediato
- WNFC Championship 2024: En el Ford Center (Dallas) ante 12.000 espectadores.
- WFA Championship: 26 de julio, Hall of Fame Stadium, Canton, Ohio.
- AWFL Championship: 12 de julio, Charlotte, Carolina del Norte.
- Flag Football Olímpico: estreno olímpico en 2028 en Los Ángeles.
Lo más relevante: por primera vez en 60 años, las mujeres del fútbol tackle no están solas.