La batalla por la Voz de América: ¿Audaz reforma o ataque a la prensa libre?
La lucha judicial contra los recortes a la emisora internacional revela tensiones entre política, libertad de prensa y diplomacia pública
El papel de la Voz de América en el escenario global
La Voz de América (VOA) nació en 1942 como una herramienta de comunicación y diplomacia durante la Segunda Guerra Mundial, transmitiendo noticias veraces y promoviendo los valores democráticos estadounidenses frente a la propaganda nazi. Su misión, desde entonces, ha sido informar a audiencias internacionales, especialmente en regiones donde la libertad de prensa está restringida o es casi inexistente. Transmite en más de 40 idiomas y es escuchada o leída por decenas de millones de personas cada semana. La VOA ha tenido un lugar clave en la guerra de narrativas entre democracias y regímenes autoritarios, desde la Guerra Fría hasta el presente con la competencia geopolítica con Rusia y China. Por eso, cualquier intento de modificar, desmantelar o limitar su labor genera preocupación tanto dentro como fuera de Estados Unidos.La controversia actual: Trump, despidos masivos y órdenes judiciales
Desde marzo, aproximadamente 1.400 empleados de la VOA y de la Agencia de Medios Globales de EE. UU. (USAGM) han perdido sus empleos o fueron puestos en licencia administrativa, es decir, enviados a casa con sueldo pero sin tareas asignadas. Esto representa el 85% del personal de una agencia que recibió 262 millones de dólares del Congreso para el año fiscal 2025. La administración Trump, aunque ya no oficialmente en el poder, mantiene una fuerte influencia en la conducción de ciertos organismos mediante asesores como Kari Lake, que han implementado dicha medida como parte de un esfuerzo por "desmantelar una burocracia inflada". Según Lake:“Durante décadas, los contribuyentes estadounidenses han sido obligados a financiar una agencia plagada de disfunción, sesgo y despilfarro. Eso termina ahora.”Esta decisión generó una férrea respuesta legal. El juez federal Royce Lamberth dictó una orden en abril bloqueando el intento de paralizar la operación de VOA, exigiendo a la administración presentar informes regulares sobre el estado de cumplimiento de dicha orden. Sin embargo, las audiencias recientes revelan que el juez no está convencido del compromiso por parte del Gobierno:
“Tener a la gente sentada en casa no cumple ni con los estatutos ni con las apropiaciones del Congreso”, dijo el abogado William Schultz, representante del personal de VOA.
¿Cuál es el temor detrás de los despidos?
La paralización de la Voz de América no es solo una cuestión de protección laboral; tiene repercusiones directas en la política exterior estadounidense. La VOA fue creada con una misión clara: difundir verdad y promover la libertad de prensa. Silenciar su programación, especialmente la de los servicios en idiomas estratégicos como el persa, el ruso o el chino, podría interpretarse internacionalmente como una retirada de Estados Unidos en la batalla por las ideas. El juez Lamberth incluso ironizó en una de sus intervenciones judiciales:“¿Cuál sería el propósito de la Voz de América si no tiene voz?”
¿Reforma necesaria o censura ideológica?
Defensores del gobierno sostienen que la USAGM y la VOA estaban sometidas desde hace tiempo a deficiencias estructurales, falta de eficiencia y presencia de sesgos ideológicos. Las denuncias sobre favoritismo en la cobertura, orientación progresista de algunos contenidos y administración excesivamente burocrática alimentaron propuestas de reforma radical. No obstante, críticos —incluidos grupos bipartidistas y periodistas internacionales— consideran que los despidos producidos desde marzo no responden a una reingeniería institucional transparente, sino a una intención solapada de eliminar voces críticas y controlar narrativas periodísticas a nivel global. La periodista Georgina Yeomans, también representante legal de los demandantes, afirmó:“Los planes de la administración respecto a VOA han sido extraordinariamente difíciles de descifrar”
El contexto político y su relevancia global
Durante el auge del trumpismo político, existió un claro enfrentamiento con los medios de comunicación, especialmente aquellos que se financiaban con recursos federales. Donald Trump acusó repetidamente a la VOA de actuar como portavoces de intereses contrarios a los de EE. UU. y en 2020 su administración llevó a cabo intervenciones profundas en la estructura de la USAGM, incluyendo una ola de despidos, cancelación de proyectos editoriales y limitaciones a los contratos internacionales. Esta tendencia se enmarca dentro de un patrón más amplio en la política estadounidense reciente: la creciente politización de los medios públicos, algo históricamente criticado en otras naciones pero que hoy preocupa dentro del mismo EE. UU.¿Qué está en juego?
La independencia editorial de la VOA está garantizada por ley. El Congreso estadounidense exige que su cobertura sea objetiva, verificada y no refleje posturas partidistas del gobierno en turno. Por esta razón, el intento de desarticular o redibujar el perfil de VOA choca no solo con la ética periodística, sino también con preceptos legales que protegen su misión y autonomía. Voice of America ha sido crucial en eventos como:- La cobertura de la Primavera Árabe (2011)
- Informes sobre la censura en China durante la pandemia del COVID-19
- Proyectos para combatir la desinformación rusa durante la guerra de Ucrania
Presente silenciado, futuro incierto
Actualmente, la gran mayoría del contenido de VOA está paralizado. Programas informativos y campañas en redes sociales de sus periodistas han sido suspendidos. Esto no solo mina la moral laboral de los trabajadores, sino que impacta negativamente en la percepción internacional de Estados Unidos como una nación que defiende la libertad de prensa. Los jueces y abogados siguen discutiendo si la administración está cumpliendo las medidas judiciales. Los representantes legales del personal exigen al Gobierno un plan detallado y transparente para reactivar la emisora, conforme con la orden judicial y el mandato del Congreso.El precedente histórico y su relevancia futura
Lo que está ocurriendo con la VOA marcará un antes y un después en la historia de los medios públicos en EE. UU. Si el Gobierno logra sostener su estrategia de despido mediante argumentos de reestructuración, aún en contra de órdenes judiciales, sienta un peligroso precedente para otras instituciones. Por el contrario, si los tribunales obligan su restitución funcional, se refuerza la autonomía de los medios públicos frente a presiones ideológicas. La historia de la Voz de América, desde narrar las atrocidades del nazismo, pasando por reforzar valores democráticos durante la Guerra Fría, hasta apuntalar el combate contra las noticias falsas hoy, no puede terminar con el eco vacío de despachos abandonados.La voz de América, por ahora, sigue en silencio. Pero la lucha por devolverle su voz no ha terminado.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press