La NBA abraza al mundo: el creciente dominio internacional del Draft y la transformación del juego
Con una creciente presencia de jugadores internacionales, el Draft de la NBA 2024 marca un antes y un después en el equilibrio global del baloncesto
Una NBA cada vez más global
En las últimas dos décadas, la NBA ha pasado de ser una liga predominantemente estadounidense a transformarse en un fenómeno verdaderamente global. La edición 2024 del Draft de la NBA no hace más que confirmar esta tendencia, con una notable representación internacional que podría alcanzar casi un tercio de los 59 seleccionados.
Desde Francia, España, China y Australia, hasta Sudán del Sur, Canadá y Bahamas, el talento global inunda cada vez más los vestuarios y tableros de selección de los equipos de la liga. Esta diversificación no es casual: responde a una evolución profunda del scouting, la tecnología y la globalización del baloncesto.
Figuras emergentes del mundo rumbo a la NBA
Si bien este año no hay un fenómeno mediático como Victor Wembanyama —el francés que fue primera selección en 2023 y ya revolucionó la NBA con su estatura y habilidades únicas—, eso no significa que el talento internacional haya disminuido. De hecho, la variedad y calidad son tales que muchos consideran este Draft como uno de los más internacionalmente representativos en la historia reciente.
Entre los nombres a seguir:
- Noa Essengue (Francia): un ala-pívot de 2.08 m que ha brillado con el club alemán Ratiopharm Ulm. Su mezcla de físico y sensibilidad táctica lo proyecta como selección de lotería.
- Joan Beringer (Francia): con 2.11 m de altura y una envergadura de 2.23 m, su capacidad defensiva y juego de pies lo convierten en una joya a pulir.
- Hugo González (España): surgido del Real Madrid, se le considera el nuevo rostro de la selección española gracias a su versatilidad como alero de 1.98 m.
- Nolan Traoré (Francia): un joven base que combina visión de juego con velocidad. A pesar de su delgada complexión, los expertos aseguran que su QI baloncestístico lo llevará lejos.
- Hansen Yang (China): pívot de 2.16 m cuya comparación con Yao Ming es inevitable. Sobresale por su excelente coordinación, control corporal y capacidad de pase.
La influencia de las leyendas extranjeras
Como bien señala Maxime Raynaud, pívot francés de la Universidad de Stanford, este auge internacional se lo deben a quienes abrieron el camino antes: “Los que vinieron antes que nosotros son quienes prepararon a la NBA para recibirnos. El mejor homenaje es llegar con la ética de trabajo más fuerte posible”.
Y razón no le falta. Gracias a pioneros como Dirk Nowitzki (Alemania), Manu Ginóbili (Argentina), Pau Gasol (España), Steve Nash (Canadá), y más recientemente Giannis Antetokounmpo (Grecia) y Luka Dončić (Eslovenia), hoy la NBA es un terreno fértil para los forasteros del baloncesto.
El caso de Khaman Maluach: de Sudán del Sur al top 10
Una de las historias más cautivadoras del Draft 2024 es la de Khaman Maluach, un imponente centro de 2.21 m originario de Sudán del Sur que juega con la Universidad de Duke. A sus 17 años (cumplirá 18 en septiembre), está considerado un posible top 10, y lo más emocionante es que aún está en formación.
“Si me lo hubieran dicho hace tres años, no lo habría creído, pero sabía que un día estaría aquí”, expresó recientemente con humildad.
Un Draft sin franceses en el primer puesto, pero con varios en la primera ronda
A diferencia de 2023 y 2022 —donde Victor Wembanyama y Zaccharie Risacher fueron selección #1— este año no veremos a un jugador francés liderar el Draft. Sin embargo, se espera que al menos tres franceses sean seleccionados entre los primeros 20 puestos.
Esta consistencia no es azarosa: Francia cuenta con una de las mejores academias de formación de talento en Europa, y su liga local (Pro A) se ha convertido en punto de referencia para el desarrollo de jóvenes con proyección NBA.
Cooper Flagg, el único “seguro” esta noche
En lo que parece ser una de las pocas certezas del Draft, Cooper Flagg, una luminaria nacida en Maine y reclutada por Duke, tiene todas las de irse como número 1 general. Con un físico de 2.03 m, un tiro refinado y una capacidad atlética comparable a la de cualquier jugador estrella de élite, Flagg representa un paquete completo.
A pesar de su procedencia estadounidense, Flagg jugó múltiples torneos FIBA juveniles y llegó incluso a enfrentarse con equipos europeos, lo cual le da un matiz internacional raro en jugadores locales.
Televisión, cifras récord y el auge del interés
La globalización del baloncesto también tiene su correlato en las pantallas. El Juego 7 de las Finales de la NBA 2024, entre Oklahoma e Indiana, fue visto por 16.53 millones de personas, alcanzando un pico de 19.28 millones, según datos de Nielsen.
Éste ha sido el partido de NBA más visto en seis años, lo que demuestra que el baloncesto sigue siendo un deporte altamente atractivo y que el auge internacional también incrementa las audiencias.
De hecho, la postemporada completa promedió 6.12 millones de espectadores por juego, un 10% más comparado con el año pasado. Es un indicativo claro de que la NBA está en una senda ascendente tanto dentro como fuera de EE.UU.
¿El inicio de una nueva era?
Si en los años 90 y principios de los 2000 el baloncesto era casi un deporte de dominio americano, hoy estamos frente a un equilibrio sin precedentes. Nada impide que el próximo MVP, el próximo Defensor del Año o el próximo Campeón de la NBA sea un jugador que paseó sus primeros botes de balón en Kampala, Beijing o Bilbao.
Más que una moda o una tendencia, estamos siendo testigos de una transformación estructural de la NBA: el juego ya no pertenece a una sola nación; el baloncesto ahora es del mundo.