Jazz Chisholm Jr.: ¿Víctima o villano en sus expulsiones con los Yankees?

El temperamento del tercera base vuelve a estar en el centro de la polémica mientras los Yankees atraviesan una crisis

El estallido en Cincinnati: ¿justificación o exceso arbitral?

El béisbol no es solo un deporte de estadísticas o talento; también lo es de emociones. Y cuando esas emociones superan los límites, la figura del umpire se convierte en juez, jurado y, a veces, en el chivo expiatorio de una frustración contenida. Eso fue precisamente lo que ocurrió el martes por la noche en el juego entre los New York Yankees y los Cincinnati Reds.

En la parte alta de la novena entrada, Jazz Chisholm Jr. fue expulsado tras discutir un strike cantado por el umpire Mark Wegner, en un conteo de 2-0. Chisholm, que alegó que la bola estaba baja, se mostró sorprendido por la decisión de Wegner de expulsarlo cuando, según sus palabras, no pronunció nada ofensivo: "Le dije '¿por qué me miras?' y me expulsaron por eso".

Reincidente en el conflicto: la sombra de abril

Esta no fue la primera vez que Chisholm Jr. termina prematuramente un juego por discutir con los árbitros. El 17 de abril, fue expulsado en una victoria contra los Tampa Bay Rays al también discutir un strike cantado. A raíz de esa expulsión, la MLB lo suspendió por un juego y le aplicó una multa, citando tanto su conducta como la violación de la política de redes sociales al publicar críticas en tiempo real.

Aunque la suspensión fue finalmente revocada, el incidente dejó claro que la liga está vigilando de cerca el comportamiento del jugador. Esta reincidencia trae consigo una pregunta inevitable: ¿hasta qué punto la personalidad apasionada de Chisholm Jr. es un activo o un problema?

Palabras del vestuario: Boone y Judge intentan contener la tormenta

El manager Aaron Boone trató de mediar la situación: “Obviamente a Jazz no le gustó el conteo 2-0... y luego Wegner termina expulsándolo. No fue una gran situación". Boone, conocido por su carácter temperamental ante los árbitros, hizo lo posible por alejar a su jugador del conflicto, pero la decisión ya estaba tomada.

Por su parte, Aaron Judge, capitán del equipo, acompañó visualmente a Chisholm hasta tercera base, como en un gesto de respaldo. Sin embargo, fue enfático con la situación general del equipo: “Tenemos que jugar mejor. Hay muchos ganadores en este vestuario... Tenemos que resolver esto”.

El impacto deportivo: Yankees desplomándose en la tabla

Más allá del drama personal, los Yankees atraviesan una situación complicada. La derrota 5-4 frente a los Reds en 11 entradas representa la nueva caída consecutiva, y con ello, han perdido 9 de los últimos 12 enfrentamientos. Con un récord de 45-34, el equipo vio cómo su ventaja en la División Este de la Liga Americana sobre Tampa Bay se redujo a tan solo un juego.

La expulsión de Chisholm tuvo consecuencias prácticas inmediatas: Oswald Peraza tuvo que moverse a tercera base mientras DJ LeMahieu ingresó para cubrir la segunda. Estas maniobras no solo agotan al bullpen, sino que también obligan al equipo a modificar su esquema táctico y ofensivo en momentos críticos.

¿Un patrón de conducta o un jugador incomprendido?

Las declaraciones de Chisholm Jr. tras el juego fueron reveladoras: “Estoy molesto porque yo no le hablaba a él [...] Sabía que si le decía algo, me expulsarían". Esta autoconsciencia contrasta con la repetición de actos que terminan perjudicando tanto al jugador como al equipo.

Con apenas 26 años, Chisholm es uno de los jugadores más carismáticos, rápidos y explosivos de la MLB. Su talento es innegable —en 2022 fue All-Star, y su capacidad ofensiva y versatilidad lo posicionaron como un fenómeno en ascenso. Pero si se continúa ganando notoriedad más por su conducta que por su desempeño, podría enfrentar consecuencias más duras, incluso internas, dentro de los Yankees.

Expulsiones en MLB: una historia de pasiones encendidas

Chisholm Jr. no está solo en esto. La historia de la MLB está plagada de casos en los que jugadores han pasado la línea. Leyendas como Lou Piniella, Billy Martin e incluso Barry Bonds acumularon múltiples expulsiones en su carrera. Pero hay una diferencia importante: la época actual, la cobertura en redes sociales y la presión comercial hacen que cada acto sea amplificado al máximo.

Según datos de Baseball Reference, en la temporada 2023 hubo 175 expulsiones entre jugadores, managers y coaches en las Grandes Ligas, un 12% más que en 2022. El 38% de estas expulsiones fueron por discutir decisiones de zona de strike, lo que da cuenta de que este sigue siendo un foco conflictivo. Pero también resalta lo importante que sería para Chisholm aprender a canalizar sus frustraciones sin perjudicar al equipo.

¿Qué dicen los expertos?

El analista de ESPN, Buster Olney, comentó en su podcast tras el incidente: “Jazz Chisholm tiene madera de estrella, pero necesita madurar emocionalmente si quiere convertirse en un líder en Nueva York”. La presión mediática y el foco constante al jugar en una franquicia como los Yankees hacen que cada reacción sea examinada al milímetro.

Otros como Ken Rosenthal de The Athletic creen que la rigurosidad de los umpires también debe analizarse: “Se debe proteger la autoridad del árbitro, pero si un ‘¿por qué me miras?’ basta para expulsar a alguien, estamos ante un problema de ego”.

El futuro inmediato: entre redención y revoltijo

La temporada es larga, y los Yankees aún tienen el talento y el tiempo para revertir su mala racha. Pero para eso, necesitan que sus jugadores, especialmente los más mediáticos, estén disponibles y centrados en el juego. En una división cada vez más competitiva, cada juego cuenta y cada expulsión pesa.

Chisholm, por su parte, debe decidir qué tipo de jugador quiere ser: ¿un ídolo temperamental tipo Dennis Rodman o una estrella equilibrada como Derek Jeter?

Lo cierto es que, con dos expulsiones en menos de tres meses, y una historia creciente de fricciones dentro y fuera del campo, el tercera base está caminando sobre una cuerda muy fina en una ciudad conocida por su poca paciencia y alta exigencia.

La historia de Jazz Chisholm Jr. aún está escribiéndose, pero si quiere que sea una de éxito en el Bronx, tendrá que comenzar por dominar su temperamento, y no solo el bate.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press