Shohei Ohtani: Entre el brillo de las estrellas y la incertidumbre del montículo
El astro japonés deslumbra en el bateo, pero aún queda la incógnita de su regreso total como lanzador. ¿Qué nos dice su presente y qué podemos esperar de su futuro con los Dodgers?
La dualidad de un fenómeno
Shohei Ohtani no es simplemente un jugador de béisbol. Es una anomalía, un espectáculo, un jugador de otra galaxia. Después de haber dejado claro su impacto como bateador designado con los Los Angeles Dodgers esta temporada, la pregunta que ronda constantemente el ambiente de las Grandes Ligas (MLB) es: ¿cuándo volverá a lanzar a plenitud?
Uno pensaría que después de haber firmado el histórico contrato de 700 millones de dólares por 10 años, los Dodgers querrían obtener el máximo rendimiento posible de él desde el principio. Pero el camino de retorno al montículo ha sido cauteloso, como dijo el mánager Dave Roberts recientemente: “Tengo que asegurarme de mantenerlo abierto”.
La pausa obligada y los destellos del retorno
Ohtani no lanzó durante la temporada 2024 debido a una cirugía en el brazo. Este es, después de todo, el segundo gran procedimiento médico en su carrera para poder mantenerse como lanzador. Pero en junio de 2025, regresó al montículo por primera vez desde 2023. Tímidamente, lanzó una entrada contra los Padres de San Diego con una velocidad de recta que rozó los 98.8 millas por hora. En su segunda aparición reciente contra los Nationals lanzó 12 de 18 lanzamientos como strikes.
Esa capacidad para lanzar con poder y precisión es precisamente lo que lo convirtió en el primer jugador en la historia en ser seleccionado al Juego de las Estrellas como bateador y lanzador, en múltiples ocasiones. Sin embargo, el “fenómeno Ohtani” requiere administración y estrategia: no se le verá lanzar en el All-Star Game, confirmado por el mismo Roberts.
Una ofensiva que no da tregua
A pesar de la limitada presencia en el montículo, Ohtani no ha dejado de brillar. Hasta finales de junio de 2025, bateaba .291 con 26 cuadrangulares y 49 carreras impulsadas. Es uno de los líderes en varios rubros ofensivos de la Liga Nacional y está al frente de la votación de los fanáticos rumbo al Juego de las Estrellas que se celebrará el 15 de julio en Atlanta.
¿Le veremos en el Derby de Cuadrangulares? Roberts se hizo a un lado: “Eso es una pregunta para Shohei”. ¿Y ser primer bate? “Sí”, respondió sin dudar. Ohtani sigue generando expectación en cada faceta del juego.
Un contrato sin precedentes, pero con responsabilidad
El contrato de Ohtani se anunció como el más grande en la historia del deporte profesional. Pero tiene particularidades. Según múltiples reportes, Ohtani acordó diferir más del 90% de ese dinero hasta después de los 10 años del acuerdo, permitiendo que los Dodgers mantuvieran mayor flexibilidad en el presente.
Este acuerdo fue tan impresionante que el analista Jeff Passan aseguró que “ningún otro jugador ha hecho tanto en términos de ayudar a su equipo sin sacrificar tanto dinero garantizado”.
El panorama de los Dodgers y sus lanzadores
Mientras Ohtani encuentra su ritmo en el montículo, el cuerpo de lanzadores de los Dodgers también tiene sus interrogantes. El derecho Tyler Glasnow, uno de los fichajes clave en la rotación, comenzó su rehabilitación en Triple-A, lanzando dos entradas sin carreras el domingo, aunque con tres boletos. Roberts lo evaluó positivamente.
También el derecho Luis García se encuentra cerca de regresar a la actividad luego de una distensión en el aductor derecho. Se espera su activación en los próximos días, tal como confirmó Roberts en conferencia desde Denver.
Los rivales también buscan protagonismo
Mientras los Dodgers lideran la atención mediática, otros lanzadores emergen en el firmamento de la MLB. Uno de ellos es Jacob Latz, zurdo de los Texas Rangers, quien acaparó atención al lanzar seis entradas sin hit ante los Orioles de Baltimore el 24 de junio, antes de permitir un sencillo en el séptimo inning.
A sus 29 años y en apenas su tercera apertura como profesional, Latz mantiene la esperanza de convertirse en una pieza confiable en la rotación de Texas, que ha tenido dificultades con lesiones y rendimiento inconsistente.
Oscuridad en las menores: el caso de Anhuar García
El mundo del béisbol también vive su lado sombrío, y recientemente lo reflejó la suspensión de Anhuar García, lanzador dominicano de las ligas menores firmado por los Chicago Cubs, quien fue sancionado con 60 juegos por el uso de Methenolone, una sustancia prohibida.
García, de 21 años, tenía récord de 1-3 y una efectividad de 5.91 en la Arizona Complex League. Esta suspensión es la séptima del año por sustancias prohibidas en MLB, y pone nuevamente el foco sobre el control antidopaje en las ligas menores, donde los sueldos bajos y la presión por destacar pueden llevar a los jugadores a decisiones desesperadas.
Ohtani como emblema de una nueva era
Volvamos a Ohtani. Su historia no es solo sobre estadísticas, ni sobre contratos históricos. Es sobre redefinir lo posible en el béisbol moderno. Es el único jugador que, en la era contemporánea, puede impactar un juego desde ambos extremos: como lanzador dominante y como bateador explosivo.
Los Dodgers lo saben y por eso lo cuidan. Roberts no lo pondrá a lanzar en el All-Star. Está claro: la prioridad es tener un Ohtani sano en octubre. Un mes donde se define la historia del béisbol. Si hay un equipo con presión de ganarlo todo, es Los Angeles. Y si un jugador puede inclinar la balanza, es Shohei.
La gran incógnita de 2025
¿Veremos a Ohtani lanzar regularmente en la segunda mitad de la temporada? Dependerá de muchos factores. La evolución de su brazo, el rendimiento del bullpen de los Dodgers, e incluso la clasificación del equipo. Si tienen una ventaja cómoda, podría reservarse para los playoffs. Si luchan por un lugar, quizás deban acelerar los tiempos.
Lo que sí es seguro es que cada vez que Shohei Ohtani pisa el terreno, se está escribiendo historia. Su capacidad atlética y compromiso con el juego lo convierten en un ícono global. Y aunque aún no esté al 100%, la temporada 2025 es apenas el inicio del capítulo más fascinante de su carrera.