El dominio silente de los abridores: la noche en que el pitcheo fue protagonista en las Grandes Ligas
DeGrom coqueteando con la historia, Ryan brillando con Minnesota y López sellando su mejor racha: una jornada para enmarcar
Una noche para los lanzadores
En una temporada de Grandes Ligas cada jornada ofrece un abanico de emociones, desde jonrones titánicos hasta walk-offs cardíacos. Pero hay noches—raras, silenciosas y magistrales—que están marcadas por el arte del pitcheo. El 25 de junio de 2025 se convirtió en una de esas fechas dignas de enmarcar, cuando Jacob deGrom, Joe Ryan y Jacob López ofrecieron actuaciones que recordaron la gloria eterna de los ases del montículo.
Jacob deGrom, eterno aspirante al juego perfecto
A sus 37 años, el estelar derecho de los Texas Rangers dejó sin aliento al público de Baltimore al acercarse peligrosamente a lo que habría sido su primer no-hitter en casi una década en la MLB. DeGrom retiró a los primeros 18 bateadores que enfrentó, y fue apenas en la octava entrada cuando Colton Cowser rompió la magia con un sencillo al derecho.
"Estaba ejecutando el plan de juego a la perfección. Sabía que tenía algo especial pasando después de la quinta", declaró deGrom tras el partido. Aunque no logró consumar el juego sin hit, su línea fue imponente: 7.1 entradas de 1 hit, 2 boletos y 7 ponches. Lanzó 89 pitcheos, 59 de ellos strikes, y promedió 98.4 mph con su recta.
Con esta joya, deGrom registró su cuarta victoria consecutiva, llevando su marca a 8-2 en la temporada. Además, los Rangers ganaron su undécima apertura del abridor en 16 intentos este año. Tras haber logrado su último juego completo como un one-hitter en 2016 ante los Phillies, su dominio sigue intacto, desafiando al tiempo y las lesiones.
Joe Ryan y la resurrección de los Twins
Mientras tanto, al norte del país, Joe Ryan lideró a los Minnesota Twins para romper una racha de seis derrotas en casa, algo que no ocurría desde 2016. Enfrentando a una ofensiva poderosa como la de los Seattle Mariners, Ryan lució imperturbable: seis entradas de tres hits, sin boletos y ocho ponches.
El californiano dejó su marca en 8-3 y ha permitido una carrera o menos en 9 de sus últimos 15 inicios. Minnesota, que había perdido cinco seguidos, respiró gracias a la combinación ofensiva de Byron Buxton, Willi Castro y Kody Clemens, quien añadió un jonrón en el séptimo.
"Joe nos dio exactamente lo que necesitábamos. El bullpen lo respaldó al 100%", comentó el manager Rocco Baldelli. Y no fue para menos: la combinación de Louis Varland, Griffin Jax y Jhoan Durán (que alcanzó 100 mph varias veces) cerró el partido sin permitir hits.
Dato clave: Seattle llegó al juego con 105 cuadrangulares en la temporada y fue silenciado por completo. Raleigh, líder del club con 32 jonrones, fue víctima de un ponche crucial en el sexto capítulo que marcó el destino del juego.
Jacob López y el resurgir silencioso en Oakland
Desde la discreta ciudad de Detroit, otro lanzador hilvanó uno de los mejores juegos de su joven carrera. Con solo 24 años, Jacob López está demostrando que puede ser parte clave del renacer de los Oakland Athletics. López se mantuvo sobre la loma por siete entradas dominantes en las que apenas permitió tres hits y una base por bolas, con seis ponches.
"Me siento mucho más cómodo en cada salida. Todo se está alineando", comentó López, quien ahora ostenta una efectividad de 0.82 en sus últimos cuatro compromisos.
La ofensiva fue parca pero suficiente. Nick Kurtz resolvió todo con un batazo de tres carreras sobre el cartel del jardín central en el tercer inning, conectando su onceavo jonrón del año. El joven también ha sido una sensación: seis vuelacercas en sus últimos diez juegos, superado solo por Jackson Merrill entre los novatos.
Un arte en peligro de extinción
En una era en la que las sabermetrics gobiernan la toma de decisiones, los pitch counts limitan las salidas largas y el bullpen es protagonista, ver tres aperturas prolongadas y limpias en una misma jornada es cada vez más raro. Según datos de Baseball Reference, en 2022 hubo un promedio de solo 0.38 juegos completos por equipo en toda la temporada regular. En 2025, esa cifra se perfila aún más baja.
Y sin embargo, cuando el talento se combina con control, decisión y mentalidad, el pitcheo aún puede brillar. DeGrom, Ryan y López lo demostraron en una misma noche, en distintos estadios, ante rivales con ofensivas significativas.
¿Resurgirá el arte del abridor?
No parecería. El béisbol moderno prioriza la especialización del bullpen, los abridores "de cinco entradas" y el evitar que las rotaciones enfrenten el orden del lineup por tercera vez. Pero noches como esta nos recuerdan que el dominio total, la creatividad desde el montículo y el temple bajo presión aún son posibles. Es un recordatorio melancólico y poderoso para los nostálgicos del juego largo.
Además, actuaciones así no solo impactan en el marcador. Eleva el ánimo del equipo, solidifican roles dentro de la rotación y envían un mensaje directo a los demás contendientes: aún existen lanzadores capaces de subir a la loma y hacer historia. Ya sea Jacob deGrom, camino a otra postemporada con los Rangers; Joe Ryan tratando de liderar a Minnesota a octubre; o Jacob López escribiendo su primera página dorada en Oakland.
El pitcheo, cuando es ejecutado de forma magistral, no necesita florituras. Solo una recta bien colocada, una curva que enganche en el lugar justo y una cabeza fría para decidir qué lanzar en 3-2. Y el béisbol, eterno y cambiante, sigue reservando noches mágicas para los guardianes del montículo.