El Papa León XIV llama a la paz en Oriente Medio mientras urge diálogo entre Israel e Irán

Desde la Plaza de San Pedro, el primer Papa estadounidense condena la violencia en Siria e Irán y pide diplomacia frente al conflicto

Una voz por la paz en tiempos de guerra

El Papa León XIV, primer pontífice estadounidense de la historia, volvió a alzar su voz este miércoles contra la violencia desatada por el conflicto entre Israel e Irán. Durante su audiencia general en la Plaza de San Pedro, llamó tanto a líderes políticos como a ciudadanos a "rechazar la lógica del acoso y la venganza" y optar por el camino del diálogo y la diplomacia. Su mensaje se produce en medio de una tensa tregua tras 12 días de intensos ataques entre ambas naciones.

En sus palabras, León XIV citó la profecía bíblica del profeta Isaías: “Nación no alzará la espada contra nación”, convocando al mundo a recapacitar sobre la posibilidad de una escalada aún mayor en la región. "Escuchemos esta voz que viene de lo Alto", imploró desde Roma, en clara alusión al contexto sagrado de Tierra Santa.

La peligrosa tensión entre Israel e Irán

El conflicto reciente entre Israel e Irán involucró ataques israelíes a instalaciones nucleares y militares estratégicas en Irán, lo que provocó una reacción militar de Estados Unidos, que incluyó el uso de bombas de penetración profunda contra objetivos iraníes, una acción no vista en décadas que eleva considerablemente la tensión geopolítica.

Irán ha defendido reiteradamente que su programa nuclear es de naturaleza pacífica, aunque tanto Israel como algunos aliados occidentales sostienen que representa una amenaza existencial. El conflicto ha provocando preocupación global tanto por su potencial extensión regional como por las implicaciones humanitarias, especialmente para las poblaciones cristianas minoritarias de la zona.

Solidaridad con los cristianos en Siria

En su discurso, León XIV también expresó su cercanía con las víctimas del ataque del pasado domingo a una iglesia ortodoxa griega en Damasco, Siria. El atentado, perpetrado por una célula durmiente del Estado Islámico, dejó al menos 25 muertos y decenas de heridos en el templo de la Santa Cruz.

"A los cristianos en Oriente Medio, estoy cerca de ustedes. Toda la Iglesia está con ustedes", afirmó el Papa, conmovido ante una región marcada por más de una década de guerra civil, intervención extranjera y desplazamiento masivo.

La situación de los cristianos en Siria es alarmante. Según datos del World Watch List 2023, Siria ocupa el puesto 12 entre los países con más persecución hacia cristianos en el mundo. Desde 2011, más de dos tercios de sus comunidades cristianas han huido del país.

Política internacional y silencio diplomático

Mientras la violencia continúa apagándose en los campos de batalla, el silencio diplomático entre las potencias mundiales y las organizaciones internacionales es palpable. El llamado del Papa cobra fuerza precisamente porque se enfrenta al mutismo global: “Es crucial que la comunidad internacional no le dé la espalda a Siria”, recalcó.

Desde su elección, León XIV ha manifestado un enfoque político más directo que sus antecesores inmediatos, combinando espiritualidad con propuestas concretas de resolución de conflictos. Su origen estadounidense puede estar influyendo en su estilo más proactivo frente a los desafíos geopolíticos.

Un Papa estadounidense y el desafío de Oriente Medio

Nacido en Chicago y entronizado en 2024, León XIV es el primer Papa estadounidense y su papado ya ha estado marcado por posturas firmes frente a conflictos globales. Su mensaje de hoy no es aislado: en los últimos meses ha criticado el envío indiscriminado de armamento a zonas en guerra y ha pedido una "reforma ética del comercio de armas a nivel global".

Su visión sobre el conflicto entre Israel e Irán busca romper con una aparente dicotomía entre seguridad nacional e integridad humanitaria: "La seguridad no puede construirse sobre cenizas humanas", declaró en enero pasado ante la ONU.

¿Puede un mensaje religioso influir en la diplomacia?

La pregunta inevitable es si un mensaje papal puede mover la aguja en la diplomacia internacional. Históricamente, los Papas han tenido influencia significativa durante procesos de paz. Juan Pablo II fue mediador en el conflicto entre Argentina y Chile por el Canal de Beagle en los años 80, y más recientemente, Francisco facilitó el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Ahora, León XIV intenta consolidar su liderazgo moral en un momento en que la comunidad internacional parece paralizada ante la posibilidad de otra guerra de gran escala en Oriente Medio. En palabras del propio Papa: “La paz no es sólo ausencia de guerra, sino justicia, verdad y compasión”.

La tragedia recurrente de Oriente Medio

A lo largo de más de medio siglo, dicha región ha sido escenario de algunos de los conflictos más prolongados de la historia moderna. Desde las guerras árabe-israelíes de las décadas del 60 y 70 hasta las intervenciones estadounidenses en Irak y Afganistán, cada nuevo conflicto parece superponerse al anterior, dejando cicatrices imborrables en la sociedad civil.

No menos importantes son las dimensiones religiosas: Tierra Santa es sagrada para judíos, cristianos e islámicos, convirtiéndola en un epicentro geoespiritual donde cada decisión político-militar toma un peso simbólico adicional.

El llamado del Vaticano a un multilateralismo creíble

León XIV también ha abogado por una reforma estructural del sistema de relaciones internacionales para evitar que el Consejo de Seguridad de la ONU quede paralizado, como ha sucedido en conflictos recientes. En abril de este año, propuso públicamente la creación de un árbitro mundial imparcial para conflictos regionales.

"El mundo no necesita nuevos imperios, sino puentes entre pueblos", dijo enfáticamente desde Ginebra al intervenir en la Asamblea Mundial de Religiones por la Paz. Su popularidad creciente entre jóvenes religiosos e incluso entre sectores no creyentes podría convertirse en un nuevo activo moral frente al cinismo diplomático.

Un futuro incierto, pero no inevitable

El Papa cerró su mensaje del miércoles implorando no solo a los gobiernos, sino también a la sociedad civil a no dejarse arrastrar por el odio y la retaliación. Mencionó la importancia de las pequeñas acciones de reconciliación: "Una palabra de consuelo, la acogida a un refugiado, un abrazo a quien ha perdido todo".

Con la tregua frágil entre Irán e Israel, las palabras del pontífice llegan como esperanza tenue pero firme entre el humo de la guerra. Una oración, un llamado, una oportunidad para elegir la vida antes que la destrucción.

Todo indica que la Diplomacia Vaticana, durante el papado estadounidense de León XIV, está decidida a dejar huella más allá de las catedrales, influyendo con fuerza silente en las arenas del poder mundial.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press