Irán, petróleo y un mercado que ya no responde como antes

El ataque iraní a una base en Catar sacude al mundo, pero los precios del crudo caen por el exceso global de oferta

Un ataque que no agita el mercado como antes

El lunes, Irán lanzó misiles contra una base militar de Estados Unidos en Catar. Un acto que, en el pasado, habría enviado los precios del petróleo al cielo debido al temor de interrupciones en el suministro global. Sin embargo, el crudo estadounidense de referencia cayó más de un 7% ese mismo día, y continuó su descenso el martes, con pérdidas de dos dígitos durante la semana. ¿Qué está pasando?

La respuesta es que el petróleo, lejos de ser escaso, abunda. Lo que antes era una amenaza directa a la seguridad energética mundial, hoy apenas causa una leve agitación en los precios del combustible. Bienvenidos al nuevo equilibrio del mercado de energía global.

El petróleo ya no es rehén del conflicto geopolítico

En 1973, tras el embargo petrolero impuesto por la OPEP, Estados Unidos y gran parte del mundo cayeron en una profunda crisis energética. El precio del crudo se cuadruplicó, y la inflación energética se comió el crecimiento económico de muchas naciones. Medio siglo después, el panorama es muy distinto.

Hoy, Estados Unidos es el mayor productor mundial de petróleo, superando incluso a Arabia Saudita desde 2018. La revolución del fracking ha transformado de forma radical la dinámica energética. Como explica Amy Myers Jaffe, experta en energía de la Universidad de Nueva York:

“El mercado global ha cambiado. Hay más fuentes de suministro, y muchas de ellas están fuera del Golfo Pérsico. Eso proporciona al sistema un colchón de seguridad que antes no existía.”

Innovación tecnológica y aumento de producción

La mejora en técnicas de extracción, como la fracturación hidráulica y la perforación horizontal, ha permitido que Estados Unidos, Canadá y otros productores no tradicionales escalen su producción. Según la Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA), el país produjo en promedio 12,9 millones de barriles diarios en 2023, alcanzando niveles récord.

Incluso países como Brasil y Guyana han irrumpido como jugadores clave en el mercado petrolero gracias a descubrimientos de campos offshore. Esto ha creado un entorno de exceso de oferta mal gestionado por la OPEP+, que ha perdido parte de su capacidad de controlar el precio mediante recortes.

El cuello de botella del estrecho de Ormuz—¿todavía tan estratégico?

Irán tiene la capacidad de bloquear el estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del petróleo mundial. La amenaza de ese bloqueo siempre ha generado pánico en los mercados. Pero ahora, aunque persiste como una carta retórica, la posibilidad de que se cumpla tiene un efecto limitado en los precios.

¿Por qué? Porque incluso Irán depende de ese paso marítimo para exportar su petróleo. Una acción tan radical los dañaría directamente.

Lo que realmente importa hoy: la sobreproducción

La caída del 7% en el precio del crudo parece ilógica: un ataque a infraestructura militar por parte de una potencia en conflicto debería encarecer un recurso volátil como el petróleo. Pero el mundo está inundado de crudo, y esa capacidad excedente es más poderosa que el miedo al conflicto.

Además, muchos países han acumulado reservas estratégicas justamente para estos casos. Estados Unidos, por ejemplo, dispone de más de 350 millones de barriles almacenados en su Reserva Estratégica de Petróleo. Otros países de la OCDE también poseen reservas suficientes para soportar meses sin suministro externo.

El impacto para el consumidor: gasolina más barata

Las consecuencias directas para el ciudadano común son positivas, al menos en el corto plazo. Las gasolineras en EE.UU. han comenzado a bajar precios. Según la AAA (American Automobile Association), el precio promedio nacional por galón cayó a $3.46 esta semana, y podría seguir descendiendo este fin de semana.

Con el verano a la vuelta de la esquina, los conductores podrían beneficiarse de combustible más barato, en contraste con otros años donde las tensiones en Medio Oriente hacían que los precios subieran justo antes de las temporadas de vacaciones.

¿Y si aumenta la tensión en Medio Oriente?

A pesar de este exceso de oferta, la región del Golfo sigue siendo una pieza clave del tablero geopolítico energético. Un conflicto directo entre Irán y Estados Unidos, o cualquier obstáculo a la navegación en el Golfo Pérsico, sigue siendo un cisne negro (evento inesperado y de gran impacto) que podría sacudir al mercado.

Sin embargo, como señala Helima Croft, estratega de materias primas de RBC Capital Markets:

“El petróleo ya no reacciona con pánico. Los traders analizan el contexto completo: stocks, demanda proyectada, y capacidad ociosa. No basta con que caiga un misil, hay que ver si afecta realmente una terminal petrolera.”

Comparación con otros tiempos: 1991 vs 2024

  • 1991: Durante la Guerra del Golfo, el petróleo se disparó un 15% en un solo día. La OPEP logró aumentar rápidamente la producción para compensar lo perdido en Irak y Kuwait.
  • 2008: El precio del barril superó los $140 debido a temores de escasez y crecimiento descontrolado de la demanda china.
  • 2024: Con conflictos latentes, pero producción abundante, los precios reaccionan poco y tienden a la baja.

La pregunta incómoda: ¿podemos dejar de depender del petróleo?

Irónicamente, este ambiente de bajo precio y alta disponibilidad frena la transición energética. Si el petróleo es barato, muchos gobiernos y consumidores se sienten menos presionados para adoptar alternativas. La Agencia Internacional de Energía lo advirtió el año pasado: el pico mundial de demanda de petróleo podría llegar antes de 2030, pero solo si hay voluntad política firme.

Mientras tanto, las tensiones geopolíticas y el cambio climático siguen siendo factores que podrían volver a colocar al petróleo en el centro del caos. Por ahora, sin embargo, el mundo sigue teniendo gasolina suficiente.

Lo que viene

Si bien los precios están cayendo y el mercado está tranquilo, no hay garantía de que esta bonanza continúe. Todo dependerá de:

  • La evolución del conflicto entre Estados Unidos e Irán.
  • Las decisiones de producción y recortes de la OPEP+, especialmente Rusia y Arabia Saudita.
  • La velocidad en la transición hacia energías renovables.

Pero por ahora, llenen el tanque sin miedo: hay petróleo de sobra.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press