Jeff Bezos en Venecia: Una Boda de Lujo Bajo la Mira de los Activistas
Protestas y cuestionamientos en torno al multimillonario fundador de Amazon mientras celebra su boda junto a Lauren Sánchez en la emblemática ciudad italiana
Una ciudad encantada... y enfadada
Venecia, la joya flotante del Adriático, es desde hace siglos sinónimo de romanticismo, historia y arte. Sin embargo, en junio de 2025, la ciudad se convirtió en el epicentro de un agitado debate sobre desigualdad, turismo excesivo y poder económico. ¿El motivo? La boda del fundador de Amazon, Jeff Bezos, con la periodista Lauren Sánchez, un evento rodeado de celebridades, lujo y una creciente ola de protestas ciudadanas.
Lo que podría haber sido un simple acontecimiento de la farándula internacional terminó convirtiéndose en una ola de movilización social bajo el lema “No Space for Bezos”, una crítica al elitismo y a una ciudad que cada día se parece más a un parque temático que a una comunidad habitada.
El motivo de las protestas
La boda de Bezos y Sánchez no fue un simple enlace privado. Se trató de un evento de varios días, con más de 200 invitados, entre ellos Oprah Winfrey, Leonardo DiCaprio, Ivanka Trump, Katy Perry y Mick Jagger. Todo esto mientras ONG ambientalistas, organizaciones vecinales y movimientos estudiantiles tomaban las calles, los canales y las plazas para dejar claro un mensaje: "Venecia no está en venta".
Activistas de Greenpeace y grupos como “Everyone Hates Elon” desplegaron una pancarta gigante en la Plaza de San Marcos con el mensaje: “Si puedes alquilar Venecia para tu boda, puedes pagar más impuestos”. La imagen de la pancarta, que mostraba a Bezos en gran tamaño, fue desmontada rápidamente por la policía, pero ya había hecho eco en redes sociales y medios internacionales.
Un símbolo del desequilibrio socioeconómico
La figura de Jeff Bezos encarna para muchos activistas la concentración extrema de riqueza y el desinterés por las problemáticas locales. Venecia enfrenta desde hace décadas una notable despoblación, el encarecimiento de la vivienda y una economía centrada casi exclusivamente en el turismo, que deja escasos beneficios directos para los residentes.
Federica Toninello, vocera de la Red de Vivienda Social, explicó que la protesta buscaba ser festiva pero contundente: "Queremos mostrar cómo debería ser nuestra Venecia: con música, ciudadanía activa y resistencia". Señaló que la presión ciudadana cambió el lugar del evento hacia el Arsenale, un espacio más fácil de controlar y menos céntrico, lo que fue tomado por los grupos movilizados como una primera victoria.
Estos movimientos argumentan que bodas de celebridades y las políticas impulsadas por el ayuntamiento, como el impuesto a los visitantes de un día, sólo agravan la imagen de Venecia como un parque temático para ricos, olvidando a quienes aún luchan por vivir allí.
De Clooney a Bezos: bodas con distinto impacto
Venecia no es ajena a las bodas de alto perfil. En 2014, George Clooney y la abogada de derechos humanos Amal Alamuddin sellaron su matrimonio en el Ayuntamiento ante cientos de vecinos contentos. Pero la recepción pública de Clooney y la de Bezos han sido radicalmente diferentes.
Tommaso Cacciari, una figura clave en el movimiento que logró restringir los cruceros por el Canal de la Giudecca, señala una clara distinción: “Bezos no es un actor de Hollywood. Es un multimillonario que apoya políticas de derecha, colaboró con Donald Trump y es parte activa de un proyecto político global conservador".
Amazon, impuestos y problemas laborales
Las críticas no se limitan al personaje Bezos, sino también al modelo empresarial de Amazon. Desde hace años, la compañía ha sido acusada de evasión fiscal, explotación laboral y competencia desleal que afecta a pequeñas y medianas empresas.
En Europa, Amazon ha recibido multas millonarias por estrategias fiscales agresivas. En 2021, la Unión Europea impuso a Luxemburgo una devolución de 250 millones de euros en impuestos no cobrados a la compañía, decisión posteriormente anulada pero aún objeto de apelación por parte de la Comisión Europea.
En el plano laboral, Amazon ha sido objeto de huelgas y protestas en países como Alemania, Francia, España e Italia, en demanda de mejores condiciones laborales, sindicalización y mejora en los tiempos de descanso.
La respuesta oficial y el apoyo silencioso
El Ayuntamiento de Venecia, sin embargo, adoptó una postura diferente. El alcalde Luigi Brugnaro calificó la boda como "un honor para Venecia", defendiendo que el evento no causaría problemas logísticos ni alteraciones del orden público. “Venecia se confirma una vez más como un escenario global”, señaló en declaraciones a medios italianos.
Además, apareció un gesto conciliador: un grupo de investigación ambiental veneciano, Corila, anunció haber recibido una “donación importante” de parte del Bezos Earth Fund. Si bien no se reveló el monto específico, se afirmó que el contacto se inició en abril, antes de las protestas. ¿Filantropía auténtica o intento de lavar imagen? Las opiniones están divididas.
¿Venecia privatizada?
Más allá de la controversia particular, lo ocurrido con la boda de Bezos resucita una pregunta recurrente: ¿Hasta qué punto una ciudad-patrimonio mundial puede seguir siendo un hogar para sus habitantes?
Venecia ha perdido más de 120 mil residentes en los últimos 60 años. Se estima que menos de 50 mil habitantes viven actualmente en sus islas principales, frente a los más de 20 millones de turistas que la visitan anualmente. En este contexto, celebrar una boda con blindajes, canales cerrados y fuerte presencia de seguridad, sin participación del ciudadano común, se convierte en una alegoría del desarraigo.
El déficit de viviendas accesibles, la escasez de servicios básicos y el afán por atraer capitales foráneos vacía a la ciudad de venecianos y llena sus calles de fotógrafos y yates de lujo.
Una protesta con futuro
El caso Bezos podría ser un punto de inflexión en la lucha por una Venecia más justa. Las organizaciones locales han prometido continuar su activismo más allá de la boda. Reflexionan que mientras una minoría celebra con champán en góndolas privadas, miles de venecianos deben migrar tierra adentro por no poder costear el alquiler.
“Queremos que la ciudad vuelva a sus habitantes”, expresó Pasquale Loprieno, estudiante y manifestante, durante la marcha pacífica que culminó en la estación de tren. “Lo que está en juego no es solo Venecia, sino el tipo de sociedad que aceptamos tener”.
En medio de los flores de boda, músicos famosos y plataformas de streaming que mostraron la ceremonia en diferido, hubo también gritos de esperanza, indignación legítima y una ciudad que lucha por existir más allá del decorado.