Fito, el capo invisible: cómo cayó el narco más buscado de Ecuador
Tras meses de fuga y una cacería internacional, Adolfo 'Fito' Macías fue hallado en un bunker secreto en Manta, revelando la complejidad y poder de las redes criminales en América Latina
El fugitivo más temido de Ecuador
Durante más de un año, Ecuador y organismos internacionales buscaron con desesperación a Adolfo Macías, alias “Fito”, uno de los capos criminales más peligrosos de América Latina. Su fuga en enero de 2024 desde la cárcel de Guayaquil, donde cumplía una condena de 34 años por delitos de narcotráfico, asesinato y crimen organizado, desató una crisis de seguridad nacional e internacional que sólo terminó en junio de 2025 con su recaptura.
En un operativo de película realizado por fuerzas élite de Ecuador, “Fito” fue encontrado oculto en un bunker subterráneo, bajo una lujosa mansión ubicada en Manta, una ciudad portuaria al suroeste de Quito. Pero ¿cómo logró escapar este líder de la pandilla “Los Choneros” y sobrevivir durante meses dentro del mismo país mientras el mundo lo buscaba?
Una fuga que puso en jaque a todo un país
Cuando el 7 de enero de 2024 se informó oficialmente que el líder de Los Choneros había desaparecido de su celda, Ecuador se sumió en un caos. Las autoridades admitieron que ignoraban cómo pudo evadir los sistemas de seguridad más estrictos del país. La prisión de Guayaquil había sido conocida por ser uno de los centros penitenciarios más violentos de América del Sur, pero nadie pensó que alguien tan notorio como Macías pudiera huir literalmente "por la puerta trasera".
La fuga no sólo expuso la corrupción e insuficiencia del sistema carcelario ecuatoriano, sino que desató una ola de violencia sin precedentes: disturbios carcelarios, atentados con explosivos, ataques a policías y periodistas, y un estado de excepción decretado por el Presidente Daniel Noboa.
Recompensa millonaria y red de protección
Para capturarlo, las autoridades ecuatorianas ofrecieron una recompensa de un millón de dólares y activaron una alerta roja internacional con la Interpol. Estados Unidos, que también lo busca por tráfico de drogas y armas hacia su territorio, apoyó la búsqueda.
Lo que muchos no sabían era que "Fito" nunca abandonó Ecuador. Mientras el mundo lo imaginaba escondido en Colombia o Centroamérica, vivía recluido en un bunker climatizado escondido en el subsuelo de una casa de lujo rodeada de mármol, piscina, gimnasio y sala de juegos; todo camuflado en un vecindario residencial.
La red de Los Choneros y su nexo con cárteles mexicanos
Los Choneros, banda criminal que alguna vez inició como agrupación carcelaria, tomó fuerza en la década pasada hasta convertirse en una organización con fuertes vínculos con cárteles mexicanos como el de Sinaloa. Desde Ecuador, "Fito" coordinaba rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos y Europa.
Su influencia no sólo operaba en el mundo criminal: la corrupción política y policial permitió su supervivencia y fuga. Según declaraciones del Ministro del Interior, John Reimberg, estaban infiltrados en múltiples niveles de poder. "Nadie sobrevive tanto tiempo sin apoyo local", afirmó duramente.
Un operativo de inteligencia digno de novela
Lo que finalmente permitió a los servicios de inteligencia rastrear su paradero fue lo que denominaron una "operación psicológica". Detuvieron a varios miembros de su familia, confiscaron bienes, y observaron la conducta de un funcionario de tránsito municipal de Manta que dejó de asistir a su trabajo de manera repentina.
La vigilancia de este funcionario reveló que visitaba con frecuencia una casa triplex con lujos poco comunes en un barrio residencial. Drones detectaron irregularidades en el terreno: suelo removido y vegetación alterada, sugiriendo posibles estructuras ocultas. Sin dudarlo, las Fuerzas Armadas iniciaron el operativo.
La captura: 10 horas que sacudieron Ecuador
La madrugada del 25 de junio de 2025, cientos de soldados rodearon la mansión. A pesar del registro inicial, Macías no aparecía. Lo encontraron después de iniciar excavaciones en la propiedad. Su bunker, accesible sólo desde una escotilla escondida en el cuarto de lavado, estaba climatizado y fortificado.
La presión del colapso del techo debido a la maquinaria lo obligó a rendirse. “Cuando esto sucedió, Fito entró en pánico”, relató Reimberg. Salió del escondite con las manos arriba, desorientado y sin camisa, reconociendo su nombre mientras un fusil apuntaba a su rostro.
Tras las rejas nuevamente, pero ¿por cuánto?
Macías fue trasladado a “La Roca”, la prisión de máxima seguridad en Guayaquil, la misma de la que había escapado en enero de 2024. Sin embargo, el gobierno ecuatoriano ya prepara su extradición a Estados Unidos, que lo ha acusado formalmente de introducir toneladas de cocaína en su territorio.
“Hemos hecho nuestra parte”, sostuvo el Ministro Reimberg, adelantando que la solicitud estadounidense se procesará en los próximos días. Esta extradición podría convertirse en un punto de inflexión para las relaciones entre ambos países en materia antinarcóticos.
Un ícono del narco latinoamericano
El caso de “Fito” ha dejado lecciones claras sobre cómo las organizaciones criminales evolucionan y se adaptan en América Latina. Han dejado de ser “carteles callejeros” para convertirse en organizaciones empresariales con estructuras casi militares.
En el interior de la mansión se encontraron múltiples estatuas de San Judas Tadeo, el patrono de las causas perdidas, venerado por capos mexicanos. Esto simboliza la conexión espiritual y cultural que existe entre diferentes mafias regionales. Los Choneros probablemente fueron, según informes policiales, la primera banda ecuatoriana en establecer convenio directo con el narco mexicano.
¿Está Ecuador lejos de erradicar esta amenaza?
La detención de Fito es un golpe, pero no una victoria definitiva. Según la organización Insight Crime, Ecuador continúa siendo un punto estratégico en las rutas internacionales de droga. La ausencia prolongada de Fito permitió que otros jefes intermedios escalaran posiciones, generando una guerra interna por el poder dentro de Los Choneros y facciones disidentes como Los Lobos o Los Tiguerones.
El país sumó más de 4.500 homicidios violentos en 2023, y los primeros meses del 2025 han sido letales. La militarización de las ciudades ha sido una constante, pero sin acciones sostenidas contra la corrupción y el lavado de activos, los tentáculos del narcotráfico continuarán creciendo.
¿Por qué este caso conmociona a América Latina?
La historia de Fito no es sólo la de un narco capturado. Representa el debilitamiento de las instituciones, la normalización de la violencia y la sofisticación de las redes criminales. Es una advertencia no sólo para Ecuador, sino para todos los países de la región donde las economías ilegales florecen ante la impunidad.
“Fito” era invisible, pero operaba en las narices de todos. Y aunque su captura ofrece un respiro al sistema de justicia ecuatoriano, también revela que el enemigo no siempre está lejos: a veces vive justo al lado.