Joe Ryan y el arte del pitcheo: El nuevo as de los Minnesota Twins

En medio de lesiones clave y una racha negativa, Joe Ryan emerge como el faro de esperanza y liderazgo silencioso del equipo

Un punto de inflexión en la temporada

Los Minnesota Twins se encontraban en una situación límite. Tras una racha de cinco derrotas consecutivas y un desplome en el rendimiento del pitcheo, el equipo parecía perder el rumbo en la lucha por la división Central de la Liga Americana. Pero cuando la presión era máxima, apareció Joe Ryan.

En una victoria crucial por 2-0 frente a los Seattle Mariners, Ryan lanzó seis innings impecables, permitiendo sólo tres hits y ninguna carrera, cortando así una peligrosa mala racha que amenazaba con hundir al equipo.

Ryan toma el mando en ausencia de López

Con la baja de Pablo López, quien está fuera al menos hasta septiembre por una lesión en el hombro, Joe Ryan se ha convertido en el nuevo as del cuerpo de lanzadores. A sus 29 años, este right-hander está teniendo una temporada de ensueño: un ERA de 2.86, 104 ponches en 91 innings y un WHIP de 0.887, el tercer mejor registro en Grandes Ligas entre los lanzadores con suficientes entradas calificadas.

Uno siente que va a ganar cada vez que él lanza”, afirmó el mánager Rocco Baldelli. “Realmente esperas con ansias los días en que sube al montículo. Sientes que todo es posible”.

Entre la ciencia de datos y el instinto

Tras el partido, Ryan ofreció una reflexión que evidencia su filosofía como lanzador: una defensa apasionada del arte y la intuición del pitcheo por encima del frío análisis estadístico moderno.

Al final del día, esto es una competencia. No se pueden poner números a todo lo que implica”, dijo Ryan. Su declaración revela una confianza inquebrantable en el instinto, la preparación mental y la capacidad de ejecutar en momentos clave. Un sello distintivo de los verdaderos líderes.

Una rotación golpeada por las lesiones

El brillante auge de Ryan contrasta con la situación general del cuerpo de abridores de los Twins. Desde el 5 al 24 de junio, Minnesota tuvo una ERA colectiva de 7.67, la peor de las Grandes Ligas en ese período. Asimismo, su WHIP fue de 1.62, también el más alto.

Las lesiones de Pablo López y Zebby Matthews desmantelaron la rotación. Una rotación que, desde mayo hasta principios de junio, había sido uno de los pilares del equipo: décimo en ERA (3.40) y tercero en WHIP (1.16).

Un liderazgo desde el montículo

Joe Ryan no solo se destaca en las estadísticas. Su liderazgo silencioso y su temple lo han convertido en un referente dentro del vestuario. En una reunión especial antes del juego contra Seattle, encabezada por Chris Paddack y el entrenador de lanzadores Pete Maki, se intentó recuperar la confianza pérdida.

Nosotros somos los responsables de esto, incluyéndome. Pero va a cambiar”, dijo Paddack, señalando que era momento de asumir responsabilidades y mirar hacia adelante.

La actuación de Ryan fue una respuesta directa a esa conversación. Habló con su brazo, con su coraje, con su enfoque. Entre sus víctimas estuvo Cal Raleigh, líder de jonrones e impulsadas de la MLB, a quien ponchó tres veces consecutivas.

Un caso All-Star

Con los All-Star Games a la vuelta de la esquina, Ryan tiene todos los números —y méritos— para ser seleccionado por primera vez en su carrera. Más allá del ERA y los ponches, su constancia y dominio han sido claves.

  • ERA: 2.86
  • WHIP: 0.887 (Top 3 de MLB)
  • SO por 9 innings: 10.3

Además, su ratio de strikeout-to-walk (K/BB) es de 6.5, lo que evidencia un excelente control del montículo.

Ryan y los grandes lanzadores del momento

En un contexto donde figuras como Clayton Kershaw se acercan a los 3,000 ponches —el histórico zurdo llegó a 2,997 tras su última salida frente a los Rockies— y Shota Imanaga regresa de una lesión para lanzar cinco innings sin carreras en su estreno en el Busch Stadium, Ryan comienza a insertarse en la élite de los lanzadores actuales.

Si bien su trayectoria todavía no equipara con los nombres legendarios que dominan la era moderna (Scherzer, Verlander, Kershaw), su progresión es prometedora, y su impacto en los Twins es innegable.

¿Luz al final del túnel para los Twins?

El béisbol es un juego de altibajos, y Minnesota ya ha mostrado lo que puede ofrecer cuando sus abridores están en forma. Una racha de 13 victorias consecutivas en mayo fue señal de que hay potencial para competir. Ahora, todo parece depender de que Ryan siga elevando su nivel y que el resto del cuerpo de lanzadores recupere la estabilidad.

Para los fanáticos de los Twins, ver a Ryan dominar con inteligencia y pundonor representa algo más que simples estadísticas: es esperanza disfrazada de slider. Es la paciencia ante la adversidad, el arte de reinventarse desde el montículo. Y en una temporada plagada de inconsistencias, eso vale oro.

Con López fuera y la división aún al alcance, puede que la temporada 2025 de los Minnesota Twins quede marcada por una narrativa inesperada: la ascensión de Joe Ryan como el nuevo estandarte de la novena de Minneapolis.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press