Lalo Schifrin: El Compositor de la Imposibilidad

Una vida entre jazz, sinfonías y el legado inmortal de una de las melodías más reconocidas del cine y la televisión

Desde Buenos Aires al mundo

Lalo Schifrin, nacido Boris Claudio Schifrin en Buenos Aires en 1932, fue más que un compositor: fue uno de los puentes entre el jazz, la música clásica y la industria cinematográfica de Hollywood. A los 93 años, dejó tras de sí un legado que redefine lo que significa ser versátil en el mundo de la música.

Hijo de una familia judía amante de la música –su padre fue concertino de la orquesta filarmónica de Buenos Aires–, Schifrin estaba predestinado para una vida sonora. Estudió música formalmente en el Conservatorio de París, aprendiendo de leyendas como Olivier Messiaen, y regresó a Argentina para formar su propia orquesta de jazz. No tardó en llamar la atención del legendario trompetista Dizzy Gillespie, quien lo invitó a unirse a su quinteto en los años 60. Así comenzó una carrera que lo llevaría al corazón de Los Ángeles y más allá.

El hombre detrás de una misión imposible

No hay amante del cine o la televisión que no reconozca las notas de "Mission: Impossible": Dum-dum DUM DUM dum-dum DUM DUM. Esta pieza, compuesta por Schifrin en 1966, no solo introdujo una de las series más emblemáticas de la historia de la televisión, sino que redefinió lo que una fanfarria televisiva puede lograr. Escrita en un compás 5/4 poco convencional, el tema fue considerado por la crítica del New Yorker como “la melodía más contagiosa jamás oída por oídos mortales”.

Esta composición no solo fue icónica en televisión. Cuando Tom Cruise llevó Mission: Impossible al cine en los 90, insistió en mantener el tema original. Directores y compositores como Danny Elfman, Hans Zimmer y Michael Giacchino reinterpretaron el tema, pero nunca se alejaron de su esencia. Schifrin supo lo que el público necesitaba antes de que existieran los tráilers virales.

Jazz, Hollywood y sinfonías

Más allá del espionaje ficticio, Schifrin compuso más de 100 partituras para cine y televisión. Fue nominado seis veces al Óscar y ganó cuatro premios Grammy. Entre sus trabajos más reconocidos están las bandas sonoras de Dirty Harry, Rush Hour y Cool Hand Luke. En esta última desarrolló un estilo inquietante y elegante al mismo tiempo, que aún influye a nuevas generaciones.

En una reveladora entrevista con AP en 2006, Schifrin confesó que en Dirty Harry, el tema no estaba dedicado al personaje de Clint Eastwood, sino al villano, Scorpio. "Normalmente compones para el héroe, pero en este caso, sentí que el mal tenía una presencia demasiado fuerte para ignorarla", confesó. Esta elección artística marcó una ruptura audaz con la convención narrativa de Hollywood.

En el ámbito sinfónico, dirigió orquestas de renombre como la Sinfónica de Londres, de Viena y la Filarmónica de Israel. Para él, no existían barreras entre la música popular y la académica. Creó piezas únicas donde el tango, el folklore y las técnicas de orquestación clásica se entrelazaban de forma magistral.

El fútbol, el tango y la ópera en náhuatl

En 1990, durante la final del Mundial de Fútbol en Italia, Schifrin escribió la música para lo que se convertiría en uno de los eventos musicales más memorables: el primer concierto de los Tres Tenores —Plácido Domingo, Luciano Pavarotti y José Carreras— frente a una audiencia mundial. La grabación se convirtió en uno de los discos de música clásica más vendidos de la historia.

Pero su talento no se detuvo allí. En 1988, para recaudar fondos para la restauración del templo azteca en Teotihuacán, México, compuso y dirigió una sinfonía coral en una de las pocas óperas en la lengua indígena náhuatl, titulada Cantos de los Aztecas. “Hay algo mágico en ese idioma. Me dictó melodías hermosas”, explicó.

Su capacidad para trascender culturas y géneros también se vio reflejada en "Letters from Argentina" (2006), un álbum nominado al Grammy Latino que entrelazaba tango con formas sinfónicas. En él, se puede escuchar cómo los ecos de Astor Piazzolla, Mahler e incluso Charlie Parker coexisten sin fricción.

Reconocimiento de una leyenda

En 2018 recibió un Oscar honorífico, entregado nada menos que por Clint Eastwood. “Es la culminación de un sueño”, expresó Schifrin durante la ceremonia. El año anterior, la Academia Latina de la Grabación le otorgó el premio del Consejo Directivo, en honor a su impacto en generaciones de músicos latinoamericanos.

Aunque nunca ganó un Óscar competitivo, su influencia es incontestable. Michael Giacchino, ganador del Óscar por Up, contó que cuando le ofrecieron componer música para una de las secuelas de Mission: Impossible, llamó a Schifrin para pedir su bendición. “Fue como pedir la mano de su hija”, recordó. Schifrin simplemente respondió: “Diviértete con ello”.

Un compositor sin fronteras

Schifrin abrazó múltiples identidades: fue argentino, judío, parisino por formación, estadounidense por adopción, y cosmopolita por elección. Su música fue vehículo de identidad y universalidad al mismo tiempo. Desde las bandas sonoras de películas de acción hasta conciertos navideños con Diana Ross en Viena, su catálogo es tan amplio como profundo.

Además de saxofonistas y directores, Schifrin trabajó con figuras como Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald, Stan Getz y Count Basie. Su “Jazz Suite on the Mass Texts” ganó un Grammy en 1965, el mismo año que fue nominado por la partitura de The Man from U.N.C.L.E..

Un sonido eterno

Lalo Schifrin no escribió solo para cumplir con encargos. Como él mismo lo dijo: “Cada película tiene su propia personalidad. No hay reglas para componer música para cine; es la propia película la que dicta lo que necesita”.

Ese principio guió su carrera desde la televisión hasta los escenarios sinfónicos, pasando por Hollywood y de regreso a Buenos Aires. Su influencia se siente cada vez que escuchamos una secuencia llena de suspenso, notamos una fusión inesperada de música culta con jazz, o cuando suenan las primeras notas de una misión que nunca fue tan imposible como la de legar una obra eterna.

Gracias, Lalo. Tu obra no se autodestruirá en cinco segundos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press