Un país, dos visiones: la agenda doméstica de Trump que divide a EE.UU.

El paquete legislativo de 940 páginas busca redefinir la política fiscal, migratoria y social de Estados Unidos, pero enfrenta una oposición feroz y despierta profundos debates sobre su impacto económico y social.

La propuesta de ley más ambiciosa del segundo mandato de Donald Trump está causando un terremoto político en Washington. Con sus 940 páginas repletas de recortes fiscales, aumentos de gastos militares y sociales, restricciones a programas sociales y una orientación ideológica evidente, el proyecto refleja la visión del expresidente sobre el futuro de Estados Unidos y lo que debería ser el "sueño americano" para sus ciudadanos.

Esta nueva iniciativa legislativa, presentada con urgencia para ser aprobada antes del 4 de julio, representa un paquete de prioridades republicanas que intenta revertir gran parte de las políticas implementadas por las administraciones de Barack Obama y Joe Biden. A tono con su estilo, Trump ha exigido a los legisladores que trabajen sin descanso, incluso durante el receso estival, para aprobar una ley que marcaría un antes y un después en la política interna estadounidense.

Los recortes fiscales: ¿inyección económica o regalo a los más ricos?

La piedra angular del proyecto son los recortes de impuestos, que se presentan como una salvaguarda contra lo que los republicanos describen como una "bomba fiscal" de $3,8 billones que explotaría al expirar las exenciones fiscales de 2017. La Casa Blanca asegura que extenderlas y hacerlas permanentes evitaría una recesión.

Además de mantener las actuales tasas impositivas, se introducen nuevas medidas: exención de impuestos sobre las propinas, las horas extras y ciertos préstamos automotrices. También se contempla un incremento en la deducción estándar de $6,000 para adultos mayores con ingresos menores a $75,000.

  • El crédito tributario por hijo aumentaría a $2,200 en el Senado o $2,500 en la Cámara de Representantes, aunque no todos los hogares podrían beneficiarse plenamente, especialmente los de ingresos más bajos.
  • Ampliación del límite para las deducciones estatales y locales (SALT) a $40,000 durante 5 o 10 años, según la versión.

No obstante, el análisis del Centro de Presupuesto del Congreso (CBO) reveló que los hogares más pobres perderían en promedio $1,600 al año, mientras que los más adinerados ganarían hasta $12,000. Los contribuyentes de clase media recibirían entre $500 y $1,500.

Deportaciones, muro fronterizo y más gasto militar

Uno de los componentes más polémicos del paquete es la asignación de $350 mil millones al aparato de seguridad nacional y migratorio. Esta suma incluye:

  • $46 mil millones para completar el muro en la frontera con México
  • $45 mil millones para camas en centros de detención migratorios
  • Contratación de 10,000 agentes de ICE con bonos de $10,000
  • Un objetivo de 1 millón de deportaciones por año

Se proponen nuevos fondos para premiar a los estados que colaboren en acciones de deportación, e incluso se propone un fondo de $3.5 mil millones denominado irónicamente BIDEN (Bridging Immigration-related Deficits Experienced Nationwide).

Los solicitantes de asilo también enfrentarían nuevas tasas, evidenciando una estrategia de disuasión económica.

Recortes a Medicaid y cupones de alimentos

Para financiar en parte estos gastos y los recortes impositivos, el plan republicano incluye duros ajustes a programas sociales. Entre estos:

  • Medicaid: se propone imponer un copago de $35 y requisitos de trabajo de 80 horas/mes para personas hasta los 65 años, incluyendo madres de hijos mayores de 14.
  • Programa SNAP (cupones de comida): requisitos laborales similares y restricciones adicionales.
  • Retroceso radical en políticas verdes: eliminación progresiva de incentivos fiscales para autos eléctricos, eólicos y solares.

Estas medidas afectarían al menos a 10.9 millones de personas (quedarían sin cobertura médica) y 3 millones perderían acceso a cupones de alimentos, según estimaciones del CBO.

Para apaciguar a senadores republicanos de zonas rurales, se ofrece un fondo compensatorio de $25 mil millones para hospitales rurales, conocido como el Rural Hospital Transformation Fund.

Una visión ideológica plasmada en la ley

Más allá de los impuestos y el gasto, la ley incluye una serie de disposiciones que consolidan la agenda cultural conservadora de Trump:

  • Cuentas Trump: programa de ahorro infantil financiado con hasta $1,000 del Tesoro
  • $40 millones para la creación del “National Garden of American Heroes
  • Bloqueos a cirugías para personas transgénero
  • Eliminación de impuestos sobre silenciadores y armas de cañón corto
  • Prohibición de fondos públicos para Planned Parenthood
  • Restricciones a desarrollos en inteligencia artificial

También se destinan miles de millones al programa espacial Artemis y al desarrollo del Golden Dome, un sistema de defensa antimisiles con inspiración en la Cúpula de Hierro israelí.

La aritmética fiscal: ¿contabilidad creativa?

Un punto clave de la controversia es el coste real del paquete. El CBO estima que el plan aprobado por la Cámara añadiría $2.4 billones al déficit federal en la próxima década. Sin embargo, los senadores republicanos proponen que los actuales beneficios fiscales no cuenten como “nuevos gastos”, ya que constituyen “política vigente”.

Con esta maniobra – descrita como “matemáticas mágicas” por los demócratas – el costo aparente se reduce a $441 mil millones, según el Comité Conjunto de Tributación.

Por su parte, el Comité para un Presupuesto Federal Responsable reafirma que, sumando todos los elementos, el paquete costaría realmente $4.2 billones a lo largo de la década.

Reacciones encontradas

Los demócratas han condenado el proyecto, calificándolo como un ataque frontal a la clase media y trabajadora, mientras se favorece a los grandes capitales y sectores privilegiados. También han señalado que muchas de las provisiones atentan contra derechos fundamentales, como el acceso a servicios de salud reproductiva y asistencia alimentaria.

Desde el ala más dura del Partido Republicano, la ley es presentada como una restauración de la verdadera América, bajo ideas de individualismo económico, meritocracia laboral y seguridad nacional estricta.

“Lo que está en juego hoy no es solo una ley, sino la dirección misma que tomará nuestro país en los próximos 50 años”, dijo el senador Mike Johnson, uno de los arquitectos del texto.

Sin embargo, la votación aún no está asegurada. Algunos republicanos moderados han expresado reparos, especialmente por el impacto en hospitales rurales y la severidad de los requisitos a beneficiarios de Medicaid.

¿Hacia dónde va Estados Unidos?

El “Paquete Patriota”, como lo ha denominado la Casa Blanca, está siendo examinado como un verdadero punto de inflexión para EE.UU. ¿Es una refundación basada en valores tradicionales o una regresión que descuida a los sectores más vulnerables?

Sin duda, el proyecto de Trump representa algo más que números y partidas presupuestarias: es una declaración de principios, un manifiesto conservador para el siglo XXI. Queda por ver si el Congreso – y el país – está dispuesto a aceptarlo tal cual.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press