Tormentas Tropicales Barry y Flossie: Doble amenaza climática para México

Ambas tormentas se desarrollan simultáneamente en las costas este y oeste de México, generando lluvias intensas y alertas meteorológicas en múltiples estados

Durante el fin de semana, México ha enfrentado una inusual pero peligrosa doble amenaza meteorológica con la formación de dos tormentas tropicales casi simultáneamente: Barry en el Golfo de México y Flossie en el Pacífico. Ambos sistemas han provocado alertas por lluvias intensas y vientos sostenidos en distintas regiones del país, desde Veracruz hasta Jalisco.

¿Dónde se encuentran Barry y Flossie?

La Tormenta Tropical Barry se localizaba el domingo a unos 140 kilómetros al este-sureste de Tuxpan, Veracruz, y a 265 kilómetros al sureste de Tampico, Tamaulipas. Presentaba vientos sostenidos de 65 km/h y se desplazaba lentamente hacia el noroeste a 9 km/h.

Al mismo tiempo, la Tormenta Tropical Flossie surgía en el Océano Pacífico a unos 390 kilómetros al sur de Acapulco, Guerrero, desplazándose hacia el oeste a 15 km/h, también con vientos sostenidos de 65 km/h.

Estos movimientos reflejan un patrón climático que, aunque no es inédito, resulta impactante por su coincidencia temporal: dos sistemas tropicales activos bordeando simultáneamente un mismo país por lados opuestos.

Llueve sobre mojado: el riesgo de precipitaciones intensas

Ambas tormentas se caracterizan por una amenaza común que podría causar estragos en varias regiones: las precipitaciones torrenciales. El Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, por sus siglas en inglés) advierte que Barry podría dejar entre 8 y 15 centímetros de lluvia en Veracruz, San Luis Potosí y Tamaulipas, con acumulaciones aisladas de hasta 25 centímetros.

Por su parte, Flossie se espera que vierta entre 8 y 15 centímetros de lluvia en estados del Pacífico como Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Colima y Jalisco, alcanzando también registros aislados de hasta 25 centímetros. Estos niveles podrían causar inundaciones relámpago, deslizamientos de tierra y crecidas de ríos.

Las áreas rurales y montañosas son especialmente vulnerables. «Una tormenta así puede desencadenar aludes en zonas de laderas inestables, algo frecuente en regiones como la Sierra Madre», señala el meteorólogo mexicano Carlos Carrillo.

¿Qué tan comunes son estas situaciones?

Si bien el territorio mexicano está expuesto a sistemas tropicales tanto del Atlántico como del Pacífico debido a su ubicación geográfica, es poco común que dos tormentas se desarrollen de forma simultánea en ambos litorales.

Durante la temporada de huracanes del 2013, por ejemplo, se presentaron los ciclones Ingrid (Atlántico) y Manuel (Pacífico) casi al mismo tiempo. Aquella vez, ambos sistemas provocaron la muerte de más de 150 personas en todo el país debido a lluvias extremas.

Desde entonces, los protocolos de protección civil se han reforzado, pero la coordinación entre estados y la sensibilización ciudadana siguen siendo fundamentales.

Proyecciones de impacto y trayectoria

Los meteorólogos proyectan que Barry tocará tierra en el sureste de México durante el lunes, debilitándose a medida que avance tierra adentro. Sin embargo, su lento desplazamiento puede prolongar las lluvias.

En cambio, Flossie todavía se encuentra en mar abierto, aunque se espera que se intensifique hasta alcanzar categoría de huracán entre lunes y martes. Por ahora, su trayectoria se mantiene en paralelo a la costa del Pacífico, pero cualquier desvío hacia tierra podría tener consecuencias severas.

Se ha declarado vigilancia de tormenta tropical desde Zihuatanejo hasta Cabo Corrientes por Flossie, mientras que Barry mantiene una advertencia activa desde Boca de Catan hasta Tecolutla.

Efectos colaterales: del agro al turismo

Más allá de los daños por lluvias e inundaciones, estos fenómenos impactan duramente en sectores sensibles como el agrícola y el turístico. En Veracruz, uno de los principales productores de cítricos y maíz, las lluvias excesivas pueden arruinar siembras enteras. En el caso de Guerrero y Jalisco, estados con destinos turísticos como Acapulco y Puerto Vallarta, las afectaciones podrían incluir cancelaciones masivas de reservaciones y complicaciones logísticas.

«Tenemos protocolos listos, pero dependemos mucho de que las tormentas no cambien abruptamente su trayectoria», explicó un funcionario del ayuntamiento de Manzanillo que pidió no ser identificado.

La importancia de la prevención

La Coordinación Nacional de Protección Civil ha emitido recomendaciones claras para los habitantes de las zonas en riesgo:

  • Evitar cruzar ríos crecidos
  • Mantenerse informado por medios oficiales
  • Tener a la mano documentos personales e insumos básicos
  • Ubicar los refugios temporales habilitados por cada municipio

Además, se recordó que tanto Barry como Flossie podrían alterar la navegación marítima, especialmente embarcaciones pequeñas y pesqueras, muy comunes en la costa del Golfo y del Pacífico.

Un año con actividad anticipada

Si bien la temporada oficial de huracanes en el Atlántico va del 1 de junio al 30 de noviembre, y la del Pacífico inicia el 15 de mayo, la formación de estos fenómenos a mediados de junio indica un año de actividad notable.

La NOAA ha pronosticado entre 17 y 25 tormentas con nombre para la temporada del Atlántico 2024, de las cuales hasta 13 podrían convertirse en huracanes. Esta cifra representa una de las temporadas más activas desde que se tienen registros modernos.

Lecciones de tormentas pasadas

Años previos han dejado una huella que permite dimensionar el riesgo. La tormenta tropical Ernesto en 2012 causó 12 muertes en su paso por Veracruz y Tabasco, mientras que Patricia (2015), que alcanzó la categoría 5 en el Pacífico, es hasta la fecha el huracán más fuerte registrado en el hemisferio occidental con vientos de hasta 345 km/h.

Estas experiencias resaltan la importancia de estar preparados, no solo institucionalmente sino también a nivel comunitario y familiar.

«El cambio climático ha modificado los patrones meteorológicos, ahora vemos fenómenos más rápidos, menos predecibles, pero más intensos», dijo la climatóloga Adriana Flores. «El tiempo de reacción puede ser corto, y la preparación previa es clave».

Vigilancia continua

Las autoridades y centros meteorológicos nacionales e internacionales mantienen una estricta vigilancia sobre Barry y Flossie. El fenómeno de doble impacto no solo aumenta los riesgos, sino también la presión sobre los sistemas de emergencia.

Mientras Barry se prepara para tocar tierra, Flossie sigue fortaleciéndose mar adentro. México vive días críticos bajo la amenaza de dos tormentas que podrían redefinir la temporada 2024 desde sus primeros compases.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press