¿El futuro de la radio AM peligra? La batalla por preservar un pilar espiritual, cultural y de emergencia

Mientras algunos fabricantes de autos eliminan la radio AM, una coalición diversa —incluyendo estaciones cristianas, conservadoras y de lenguas extranjeras— se moviliza para defender su valor espiritual y social

Durante casi un siglo, la radio AM ha sido una voz constante en los hogares, automóviles y comunidades de Estados Unidos. Conocida por sus programas de opinión, transmisiones religiosas, música regional y su rol clave en emergencias, la AM es más que una señal de frecuencia: es parte del tejido social de la nación. Sin embargo, hoy enfrenta una amenaza existencial, y su posible desaparición ha puesto en alerta a quienes aún la consideran crucial.

¿Por qué peligra la radio AM?

La llegada masiva de vehículos eléctricos ha propiciado una crisis técnica inesperada para la radio AM. Empresas como Tesla, BMW, Ford, y Volkswagen han comenzado a eliminar receptores AM en sus más recientes modelos alegando interferencias electromagnéticas del motor eléctrico con las señales AM. La radio de onda media, que ha resistido décadas de cambios tecnológicos, podría ahora ceder espacio a desarrollos modernos que no necesariamente contemplan su legado ni su valor práctico.

No obstante, unos 80 millones de estadounidenses siguen escuchando AM cada mes, distribuidos en más de 4.000 estaciones, según la National Association of Broadcasters. ¿Estamos frente a un nuevo capítulo en la evolución de los medios, o al comienzo de una pérdida cultural irreversible?

Para muchos, AM es sinónimo de esperanza

Para Scott Beigle, presidente de Faith Radio, la lucha por defender la radio AM es prioritaria. Su estación en 1070AM, originaria de Tallahassee, Florida, fue transformada recientemente en una emisora cristiana en español, tras identificar una necesidad desatendida en la comunidad latina local.

“Muchos de nuestros oyentes son migrantes, tienen miedo de salir a la calle por diversas razones, pero no temen sintonizar el AM para escuchar un mensaje esperanzador en su idioma”, dice Beigle.

La Faith Radio Network ha crecido hasta alcanzar 12 emisoras, muchas de ellas AM, y ha sido vital para comunidades donde otras plataformas cristianas no llegan. “Estamos en el negocio de la esperanza”, dice Beigle, subrayando que el alcance simple y accesible de la AM no puede ser reemplazado fácilmente.

Un canal para las voces silenciadas

Sheila Brown, propietaria de dos estaciones AM —WUFO (1080AM) en Buffalo y WIGO (1570AM) en Atlanta— defiende fervientemente su permanencia:

“Nadie más tiene nuestros formatos. Estas estaciones reflejan nuestra música, nuestras conversaciones, nuestra espiritualidad”

WUFO ha añadido un traductor FM para extender su alcance, pero WIGO sigue siendo AM pura. Ambos canales sirven como redes comunitarias, culturales y espirituales, y gozan de gran fidelidad entre oyentes afroamericanos, latinos y mayores de 40 años.

Las estaciones de Sheila transmiten evangelios, programas de fe, y sermones los domingos, cruciales para gente con movilidad limitada que ya no asiste presencialmente a sus iglesias. “Encendemos la radio con voces que sanan el alma”, detalla Brown.

El dilema automotriz: ¿Quién elige lo que puedes escuchar?

Nic Anderson, vicepresidente de asuntos gubernamentales de Salem Media Group, ve el intento de eliminar la AM como una amenaza tanto técnica como ideológica:

“Es un tema de libertad de expresión, fe y seguridad pública porque la radio AM es la columna vertebral del sistema de alerta de emergencias”

Salem opera 80 estaciones, de las cuales el 84% está en AM. También tiene alrededor de 3.000 afiliadas, entre ellas 900 AM. Desde información sobre huracanes en Tampa hasta enseñanzas bíblicas respaldadas por líderes influyentes como Charlie Kirk y Jim Daly, Salem reconoce en la AM un canal indispensable.

Menos glamur pero más alcance y vocación

Orlando Boyd, gerente general de The Gospel Nashville, destaca que, aunque la señal de AM no tiene la fidelidad sonora de la FM, sí tiene el alma del mensaje:

“La AM es más económica y accesible. Es una plataforma de entrada para aquellos que desean llevar un mensaje sin depender del gran capital”

The Gospel Nashville nació como una estación AM y más tarde incorporó una FM. Sin embargo, reconoce que entre los mayores de 40 años y quienes viven en zonas rurales, las radios AM son aún la primera opción. Igual ocurre con estaciones agrícolas o de lenguas extranjeras que no pueden competir con el mercado comercial.

¿Qué está haciendo el Congreso?

Bajo esta presión cultural, espiritual y mediática, legisladores impulsan el "AM Radio for Every Vehicle Act", un proyecto de ley que obligaría a incluir receptores AM en todos los nuevos vehículos durante al menos 10 años. Ya cuenta con 61 patrocinadores en el Senado y 218 en la Cámara de Representantes, suficientes para su aprobación, pero aún sin votación programada.

Mike Farris, asesor legal del National Religious Broadcasters, afirma que la medida es preventiva antes de que la radio AM desaparezca por omisión. “Es difícil priorizar un problema del largo plazo en Washington hoy, pero estamos haciendo lo necesario”, expresa.

La radio AM como herramienta de emergencia nacional

Más allá de la religión y la cultura, está la seguridad nacional. La FEMA confía en la red AM para emitir alertas ante todo tipo de amenazas: huracanes, incendios forestales, cortes masivos de energía. Y a menudo, los transmisores AM siguen funcionando cuando todo lo demás falla.

Carolyn Cassidy, de Salem en la región de Tampa, lo ilustra con claridad: “En emergencias, la gente no consulta Spotify, busca una señal que resista el caos. Y esa es la radio AM”.

Una lucha más amplia: fe, diversidad y representación

Para muchos defensores de la radio AM, eliminarla equivale a silenciar voces que han sido históricamente infrarrepresentadas. Desde congregaciones rurales hasta comunidades migrantes y afroamericanas, la radio AM ha sido su canal, su púlpito y su diario.

“¿Quién decide qué puedo escuchar cuando subo a mi auto? ¿El fabricante o yo? Esa es la pregunta incómoda que esta crisis plantea”, concluye Cassidy.

Mientras avanza la discusión legislativa, crece también la movilización de fieles, oyentes, pastores y líderes comunitarios decididos a defender una frecuencia que resuena más allá del espectro: en el corazón mismo del pueblo estadounidense.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press