El patriotismo en crisis: ¿Por qué los jóvenes estadounidenses ya no se sienten orgullosos de su país?
Una mirada generacional, política y cultural al declive del orgullo nacional en Estados Unidos tras más de dos décadas de erosión
La erosión del orgullo nacional: datos preocupantes
Una nueva encuesta de Gallup ha revelado un dato alarmante sobre el estado del patriotismo en Estados Unidos: sólo el 36% de los demócratas se sienten "extremadamente" o "muy" orgullosos de ser estadounidenses. Esta cifra representa uno de los niveles más bajos registrados desde que la empresa comenzó a hacer esta pregunta en enero de 2001. En contraste, el conjunto de adultos estadounidenses que sostiene este mismo nivel de orgullo apenas alcanza el 58%.
Pero el desglose es aún más impactante cuando se analiza por generaciones. Según la misma encuesta, sólo 4 de cada 10 miembros de la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012) muestran un alto nivel de orgullo patriótico. Esto contrasta con el 60% de los millennials (nacidos entre 1980 y 1996) y al menos el 70% en las generaciones anteriores. Es decir, cuanto más joven es la generación, menor parece ser el sentido de pertenencia nacional.
Un fenómeno generacional pero con matices políticos
Jeffrey Jones, editor senior de Gallup, lo resume así: “Cada generación es menos patriótica que la anterior, y la Generación Z está definitivamente muy por debajo de cualquiera de las demás.” Pero agrega que también dentro de las generaciones más antiguas se observa un desgaste del orgullo nacional, algo atribuido principalmente a la evolución del pensamiento de los demócratas en el tiempo.
Esto también se refleja en la división partidista: el 56% de diferencia entre republicanos y demócratas es la más amplia desde 2001, incluso superando los años de la muy polarizada presidencia de Donald Trump.
2001: el punto de partida de la decadencia
En enero de 2001, justo antes de los atentados del 11 de septiembre, aproximadamente 9 de cada 10 estadounidenses se declaraban "extremadamente" o "muy" orgullosos de serlo. La cifra se mantuvo alta en los años siguientes. Pero desde entonces, ha comenzado un declive ininterrumpido:
- 2006: 8 de 10 siguen sintiendo orgullo, pero con una tendencia a la baja.
- 2017: Al tomar posesión Trump, el orgullo entre demócratas empieza a caer drásticamente.
- 2020: Sólo el 42% de los demócratas dicen estar orgullosos de su nacionalidad.
- 2024: Con Biden como presidente, el dato mejora ligeramente, pero no regresa a niveles pre-Trump.
¿Qué está pasando con la Generación Z?
Mucho se ha dicho sobre la Generación Z (Gen Z). Nacida en la era de la tecnología, la globalización y las redes sociales, sus valores se alejan cada vez más del nacionalismo tradicional. Tienden a valorar más los derechos individuales, la justicia social, la diversidad y las causas globales como el cambio climático o la desigualdad racial.
De hecho, en comparación con generaciones anteriores, Gen Z:
- Es más crítica con las instituciones.
- Cuestiona con frecuencia los fundamentos del sistema político estadounidense.
- Se siente menos representada por los símbolos patrióticos clásicos, como la bandera o el himno.
- Consume medios y cultura con un fuerte componente internacional.
O como lo indicó una encuesta de SSRS en 2024, menos del 10% de los jóvenes —tanto republicanos como demócratas— dijeron sentirse "orgullosos" de la política estadounidense actual.
Patriotismo vs nacionalismo: el debate actual
En años recientes se ha producido una fuerte discusión sobre lo que realmente significa ser patriótico. Para algunos, es el amor incondicional a la patria. Para otros, es la capacidad de criticar constructivamente a la nación para mejorarla.
Esto ha generado un conflicto narrativo. Según otra encuesta de SSRS:
- El 90% de los republicanos creen que el patriotismo tiene un impacto positivo en EE. UU.
- Apenas 45% de los demócratas opinan igual, mientras que 37% cree que tiene un impacto negativo.
Este cambio no solo es ideológico. Refleja una percepción distinta de los valores fundacionales del país. Para muchos jóvenes, frases como "tierra de los libres" no reflejan sus experiencias reales en temas como racismo, discriminación social o acceso desigual a oportunidades.
¿Influencias externas? Las redes sociales y la cultura globalizada
Uno de los factores más poderosos que explican este cambio es la irrupción de las redes sociales. Plataformas como TikTok, X (antes Twitter), Instagram y YouTube permiten a los jóvenes informarse y formar opiniones a partir de narrativas ajenas al establishment estadounidense.
Además, la cultura del streaming y el auge de los creadores de contenido internacionales llevan a los jóvenes a formarse una identidad más transnacional. Es menos importante ser estadounidense que ser un ciudadano global.
En ese escenario, el concepto de patriotismo puede parecer anticuado, o incluso hostil para quienes abogan por derechos para migrantes, grupos LGBT+, justicia racial o libertad de expresión.
¿Reversión posible?
Históricamente, los eventos de crisis o unidad nacional suelen generar picos en el orgullo patriótico, como sucedió tras el 11-S. Pero en los últimos años, incluso las crisis (como la pandemia de COVID-19) han exacerbado las divisiones ideológicas.
Y es que la confianza en las instituciones ha caído drásticamente. Según el Pew Research Center, sólo el 20% de los estadounidenses confían en que el gobierno hará lo correcto la mayor parte del tiempo, la tasa más baja en más de 60 años.
¿Qué implica para el futuro político del país?
Una sociedad cada vez más desconectada emocionalmente de su identidad común enfrenta graves desafíos:
- Participación electoral más baja entre jóvenes y votantes independientes.
- Mayor polarización en el discurso público.
- Debilitamiento del consenso sobre temas básicos como derechos, deberes y justicia.
Para gobiernos y partidos políticos, el desafío será enorme: reconstruir el relato nacional para incluir a todos los sectores y generaciones.
Y en última instancia, tal vez sea hora de preguntarse si el patriotismo, tal como lo conocíamos, necesita transformarse para sobrevivir en el siglo XXI.
“Algo más está ocurriendo —comentó Jeffrey Jones de Gallup—, y creo que se trata de las nuevas generaciones que han venido y que simplemente no son tan patrióticas como las anteriores.”