El draft más internacional: Los Brooklyn Nets apuestan por el talento global para reconstruirse

Con cinco selecciones en la primera ronda, los Nets abrazan la diversidad global en su camino hacia el futuro de la NBA

El baloncesto ha dejado de ser hace tiempo un deporte exclusivamente estadounidense. Con figuras internacionales dominando las canchas de la NBA —desde Giannis Antetokounmpo hasta Luka Dončić y Victor Wembanyama— no es de extrañar que equipos como los Brooklyn Nets estén replanteando su estrategia de reclutamiento completamente.

Eso fue exactamente lo que vimos en el NBA Draft de 2025, donde los Nets sorprendieron a propios y extraños al seleccionar a cinco jugadores en la primera ronda, con una clara apuesta por el talento internacional. Esta movida llamó la atención no solo por la cantidad de picks, sino por la diversidad cultural de los seleccionados, reflejo del enfoque global del equipo.

Un draft sin fronteras

Encabezando la clase de 2025 de los Nets está Egor Demin, un base ruso que jugó en la cantera del Real Madrid y recientemente se destacó en BYU (Brigham Young University). Fue elegido con el pick número 8, una clara señal de que Brooklyn confía en su potencial a largo plazo. Demin ya había demostrado su instinto competitivo liderando a su equipo en la final de un torneo Sub-18 contra el Barcelona, donde enfrentó nada menos que a Nolan Traore —otro de los nuevos Nets.

Traore, base francés, fue tomado con la selección 19 y dejó una huella imborrable en ese torneo juvenil con 45 puntos ante el gigante catalán. Su estilo eléctrico y capacidad ofensiva lo convierten en una promesa intrigante para el futuro del equipo neoyorquino.

La conexión israelí

Brooklyn también seleccionó a dos jugadores con vínculos con Israel: Ben Saraf (pick 26) y Danny Wolf (pick 27). Ambos habían compartido entrenamientos anteriormente y representado a selecciones nacionales juveniles de Israel.

Wolf, nacido en Estados Unidos, pasó por Yale y luego se trasladó a Michigan, donde cerró con fuerza su etapa universitaria. “Mi paso por el campeonato Sub-20 de Europa con Israel fue clave. Me hizo madurar y me dio la confianza que necesitaba”, contó el pívot de más de 2.10 metros, quien fue recibido en Barclays Center con una de las ovaciones más fuertes de la noche. No es para menos: Brooklyn cuenta con una populosa comunidad judía, muy involucrada con la identidad del equipo.

Por su parte, Saraf, un escolta ágil y de buen tiro exterior, reconoce haber recibido muestras de cariño desde todos los rincones de la ciudad. “La comunidad judía fue increíble, he sentido mucho amor y eso hace especial jugar aquí”, señaló con una sonrisa.

Drake Powell, el nexo local

El quinto integrante de esta camada es Drake Powell, procedente de North Carolina. Sus derechos fueron adquiridos desde Atlanta y, aunque aun se está finalizando el traspaso, la expectativa en torno al versátil alero es alta. Considerado un jugador completo, con fundamentos sólidos y ética de trabajo, Powell representa un equilibrio entre la sangre internacional y el ADN del baloncesto universitario estadounidense.

Un equipo multicultural para una ciudad vibrante

Brooklyn, con su enorme diversidad cultural, parece ser el lugar ideal para un equipo con tanta mezcla de orígenes como este nuevo núcleo joven de los Nets. Con comunidades judías y rusas significativas, figuras como Saraf, Wolf y Demin podrían generar un vínculo profundo con los fans locales.

Sean Marks, el gerente general del equipo y oriundo de Nueva Zelanda, lo explica claramente: “El talento no tiene nacionalidad. Nuestro trabajo es encontrar a los mejores sin importar de dónde vengan”.

Además de Marks, el cuerpo técnico también refleja esta filosofía global. El nuevo entrenador de los Nets, Jordi Fernández, es español y dirigió con éxito al equipo nacional de Canadá. Su experiencia internacional y su habilidad para trabajar con jóvenes jugadores podrían ser clave para el desarrollo de esta generación.

¿Reconstrucción o evolución?

Los Nets vienen de una temporada para el olvido: 26 victorias y 56 derrotas. Sin embargo, en lugar de buscar atajos desesperados, han optado por invertir a largo plazo. “Tengo dos hijos mayores que algunos de estos jugadores, eso te dice lo jóvenes que son”, bromeó Marks, quien enfatizó que lo más importante ahora no es ganar de inmediato, sino fomentar un entorno competitivo y de aprendizaje.

Y vaya si hay margen para crecer. Cuatro de los nuevos jugadores tienen apenas 19 años. Eso no impidió que ya en su presentación mostraran madurez y confianza, cualidades imprescindibles para navegar los desafíos de la NBA todo el año.

La estrategia en cifras

  • 5 selecciones en la primera ronda del Draft 2025
  • 4 de los nuevos jugadores tienen 19 años
  • 3 tienen conexiones directas con la selección de Israel
  • 2 provienen de programas universitarios de renombre (Michigan y North Carolina)
  • 1 objetivo común: renovar a los Brooklyn Nets desde sus cimientos

Hay que considerar también el contexto global de la NBA. Actualmente, aproximadamente el 33% de los jugadores activos en la liga provienen de fuera de EE. UU. La internacionalización del deporte ha creado una cantera inagotable, y los Nets han decidido ser pioneros en aprovecharla al máximo.

Inspiración desde lo alto

Para los nuevos jugadores, la competencia interna será feroz, pero también didáctica. Compartir prácticas con veteranos y ajustarse a la exigencia física de la NBA llevará tiempo. No obstante, todos coinciden en que el estilo de juego de los Nets les favorece: velocidad, versatilidad y uso eficiente del tiro exterior.

Este equipo se está formando como una familia”, comentó Demin. “Jugamos para aprender y para ganar. Con el tiempo vamos a demostrar lo que podemos hacer.”

Los aficionados tendrán que armarse de paciencia, pero la promesa de ver florecer a estas piezas jóvenes, algunas traídas desde las canchas más inesperadas del globo, resulta emocionante y distinta. Quizás este enfoque sirva de hoja de ruta para otras franquicias en reconstrucción.

En una liga acostumbrada a los ‘superteams’ y los traspasos millonarios, los Nets recuerdan que todavía existe espacio para construir desde el desarrollo, la identificación de talento a largo plazo y, sobre todo, desde la pasión global por el baloncesto.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press