La Invasión de los 'Lovebugs' en Corea del Sur: Romance Aéreo o Alarma Ambiental
Una oleada de insectos ha tomado por sorpresa a los surcoreanos, y detrás del fenómeno hay algo más que amor en el aire: el cambio climático y la expansión urbana se entrelazan con biología y cultura.
¿Quiénes son los 'lovebugs' y por qué nos importan?
Los llamados "lovebugs" —también conocidos como insectos del amor, double-headed bugs o honeymoon flies— son insectos originarios de regiones tropicales y subtropicales del continente americano, especialmente del sureste de los Estados Unidos. Su nombre científico es Plecia nearctica, y lo que más llama la atención sobre ellos no es su aspecto, sino su comportamiento de apareamiento: vuelan unidos, macho y hembra, durante varias horas mientras copulan. No son peligrosos: no muerden, no pican y no transmiten enfermedades. Sin embargo, su presencia puede resultar extremadamente molesta, especialmente cuando aparecen por miles en lugares públicos.Una estampida de amor en las alturas de Incheon
En junio de 2025, los visitantes del monte Gyeyang, en la ciudad surcoreana de Incheon al oeste de Seúl, se toparon con una escena surrealista: nubes de lovebugs rodeaban los miradores, cubrían los senderos y se adherían a la ropa, los autos y hasta las ventanas de los restaurantes. Wang Hyeon-jeong, funcionaria del distrito de Gyeyang, explicó este fenómeno inusual: “Comparado con los últimos dos años, el número de lovebugs se disparó drásticamente el pasado fin de semana”. Esta reproducción masiva ha encendido alarmas en los medios coreanos y ha puesto a las autoridades medioambientales a evaluar el verdadero impacto ecológico y logístico del fenómeno.La relación entre insectos y el cambio climático
Según el Ministerio de Medio Ambiente de Corea del Sur, las condiciones cálidas y húmedas del monte Gyeyang durante el verano ofrecen un entorno ideal para que prosperen estos insectos. Pero hay un factor clave que no se puede ignorar: el cambio climático. La temperatura media en Corea del Sur ha aumentado aproximadamente 1.5°C en el último siglo (según la Administración Meteorológica de Corea), lo cual altera naturalmente los ciclos migratorios y la geografía de diferentes especies de insectos. Aunque los lovebugs no sean autóctonos, se cree que posiblemente llegaron desde China y encontraron un entorno favorable en la península gracias al calentamiento global. Los científicos también han detectado cambios similares en otras especies como los mosquitos, las cigarras y ciertos tipos de mariposas, que ahora aparecen en regiones que antes eran demasiado frías para ellos.Un amor proliferante con consecuencias urbanas
Aunque no son peligrosos, los lovebugs generan molestias considerables, sobre todo en las zonas urbanas:- Obstruyen radiadores de autos y ventiladores de aire acondicionado.
- Adornan las fachadas de edificios con manchas persistentes cuando colisionan y mueren en grandes cantidades.
- Entrar a una casa con ventanas abiertas se ha vuelto un riesgo de mini invasión.
- Han llegado incluso a perturbar transportes públicos como el metro.
Una historia con raíces en Florida
Para entender la peculiaridad de los lovebugs, vale la pena revisar su historia en el continente americano. Estos insectos fueron identificados por primera vez en Texas en 1940 y se extendieron rápidamente por Florida, donde son particularmente notorios. Una leyenda urbana asegura que fueron modificados genéticamente y liberados por la Universidad de Florida para combatir poblaciones de mosquitos, pero esta teoría ha sido repetidamente descartada por los entomólogos. Su ciclo reproductivo está vinculado al calor, y aparecen en masa generalmente dos veces al año: en la primavera y en el otoño. Estos patrones se repiten ahora en Corea del Sur, solo que con una coincidencia estacional: entre junio y julio.Beneficios ecológicos de los no tan odiados insectos
Pese a las quejas, no todo es negativo. Las larvas de los lovebugs ayudan al ciclo ecológico al descomponer materia vegetal en componentes orgánicos reutilizables por la flora. Además, en sus formas adultas participan en procesos de polinización, aunque esto es secundario. De hecho, expertos del Korean National Institute of Ecology advirtieron que erradicarlos de forma indiscriminada mediante pesticidas podría perjudicar el balance ecológico. Por eso, las respuestas oficiales han sido más ecológicas: piezas adhesivas que atrapan insectos, rociado de agua y trampas manuales. Pese a su apariencia algo repulsiva en masa, la consigna oficial es "convivir con ellos temporalmente", ya que suelen desaparecer por sí solos a mediados de julio.La cultura pop y el romance de los lovebugs
Curiosamente, los lovebugs han inspirado desde nombres de bandas —como la suiza The Lovebugs— hasta la canción homónima de Jonas Brothers. Su vuelo romántico con acrobacias en pareja ha servido como metáfora del amor, aunque cuando se vive en carne propia, no resulta tan poético. En Corea del Sur, algunos incluso han comenzado a considerar que podría utilizarse como motivo turístico peculiar, similar a los eventos de florecimiento de cerezos: una especie de "temporada del amor aéreo". Sin embargo, muchos otros simplemente piden que alguien los elimine del mapa.¿Qué nos enseña este fenómeno?
La repentina y densa aparición de lovebugs en Corea del Sur no es un simple caso de plaga estacional; es un síntoma más de un planeta en transformación. Junto con casos como el desplazamiento de aldeas en el Himalaya o la migración de especies hacia latitudes antes hostiles, el crecimiento de estos insectos debe verse desde una perspectiva más amplia:- Urbanización excesiva que invade entornos naturales.
- Alteraciones climáticas que modifican patrones de flora y fauna.
- Equilibrio entre tolerancia ciudadana y manejo sostenible de estos fenómenos.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press