Presupuesto Bipartidista en Wisconsin: ¿Un Nuevo Rumbo o una Pausa Política?
Demócratas y republicanos alcanzan un acuerdo histórico que reduce impuestos, aumenta fondos educativos y evita el colapso de programas críticos
Una Llamativa Alianza Político-Fiscal en Wisconsin
En un giro sorprendente en el ambiente político polarizado de Estados Unidos, el gobernador demócrata de Wisconsin, Tony Evers, y los legisladores estatales republicanos lograron un raro acuerdo bipartidista sobre el presupuesto estatal. Aunque el acuerdo fue presentado con un día de atraso respecto al plazo establecido, la noticia ha resonado más por lo que representa simbólicamente que por la simple aritmética fiscal: una pausa en la confrontación feroz que ha marcado la política del estado durante años.
Recortes de Impuestos con Sabor Electoral
Uno de los elementos más destacados del acuerdo es el paquete de recortes de impuestos por $1.300 millones de dólares, una jugada que impactará a más de 1.6 millones de residentes con un ahorro promedio anual de $180 por contribuyente. Los jubilados también recibieron un guiño favorable: los primeros $24.000 dólares de ingresos estarán exentos de impuestos para personas mayores de 67 años.
Además, se elimina el impuesto a la electricidad, con lo cual los contribuyentes ahorrarán $156 millones en dos años. Robin Vos, presidente de la Asamblea de Wisconsin, se mostró satisfecho: “Este presupuesto entrega nuestros dos objetivos principales: alivio fiscal significativo y reformas para un gobierno más responsable.”
Universidades de Wisconsin Reciben un Respiro
La red de Universidades de Wisconsin también sale favorecida, recibiendo un aumento de $256 millones en financiamiento, lo que supone el mayor incremento en dos décadas para el sistema universitario estatal. Aunque los regentes habían solicitado $855 millones y se rumoraba de posibles recortes de $87 millones, el acuerdo final incluye condiciones como requisitos mínimos de carga laboral para el profesorado y un estudio sobre la sostenibilidad del sistema a largo plazo.
Infraestructura y Cuidado Infantil: Más Recursos, Pocas Respuestas
Otro pilar del pacto contempla $200 millones adicionales para proyectos de transporte. Sin embargo, ni Evers ni los republicanos especificaron claramente de dónde provendrán estos fondos. En el ámbito del cuidado infantil, se asignarán $330 millones —una tercera parte en pagos directos a proveedores— reemplazando el extinto programa Child Care Counts lanzado durante el pico de la pandemia de COVID-19.
El gobernador Evers calificó este presupuesto como “pro-niños, y una victoria para las familias y el futuro de Wisconsin”. Las presiones sobre el sistema de cuidado infantil han sido persistentes en el estado: según el Departamento de la Familia y los Niños de Wisconsin, más de un tercio de los condados enfrentan desiertos de cuidado infantil, ubicando a las familias en situaciones difíciles.
Educación Especial, Empleados Públicos y Otros Beneficios
- Se invertirán $500 millones adicionales en educación especial para escuelas K-12.
- Los empleados públicos, incluyendo los universitarios, recibirán aumentos salariales del 3% en el primer año y 2% en el segundo año del presupuesto.
Más allá de las cifras, este apartado reafirma uno de los valores intrínsecos del acuerdo: una apuesta estratégica por sostener al personal educativo y gubernamental, pilares fundamentales para cualquier gestión pública eficiente y a largo plazo.
La Letra Pequeña: Lo que se Quedó Fuera
No todo fue armonía. Los republicanos descartaron más de 600 propuestas del gobernador Evers. Entre las medidas rechazadas están:
- La legalización de la marihuana
- La expansión de Medicaid
- Un aumento de impuestos a millonarios
Estos vetos recuerdan a los observadores que, aunque el acuerdo es histórico, no significa un cambio fundamental en la correlación de fuerzas políticas del estado.
Un Retraso Inesperado
El presupuesto llegó un día tarde, siendo la primera vez desde 2017 que la legislatura no cumple su propio plazo. Anteriormente, todos los presupuestos aprobados bajo el mandato de Evers se habían entregado a tiempo.
La demora puede haber obedecido a una serie de factores, incluyendo el margen relativamente estrecho en el Senado estatal, donde los republicanos tienen solo una ligera mayoría de 18-15. Con dos senadores republicanos dispuestos a votar en contra del presupuesto, se requerirá apoyo demócrata para su aprobación total.
Una Ventana Electoral en 2026
Este presupuesto también ofrece una plataforma electoral indirecta tanto para el gobernador Evers como para los republicanos. Si bien Evers no ha revelado aún si se postulará para un tercer mandato, este logro bipartidista puede presentarse como una medalla política. Del otro lado, al contener propuestas liberales como la legalización de la marihuana o la expansión de Medicaid, los republicanos también pueden reivindicar que lograron moderar radicalismos y mantener la identidad conservadora del estado.
El Veto Parcial: El As bajo la Manga de Evers
Una característica del sistema político de Wisconsin es el extenso poder de veto parcial que ostenta el gobernador. A pesar del acuerdo, este poder permite a Evers modificar aspectos del presupuesto una vez aprobado por la Legislatura. No obstante, su oficina enfatizó que no vetará ninguna disposición que haya sido parte del pacto con los republicanos.
¿Un Presupuesto Progresista o una Estrategia de Supervivencia?
La verdad puede estar a medio camino. Si bien Evers puede presentarlo como un modelo de inversión social calibrada, y los republicanos como un ejercicio de moderación fiscal, el presupuesto revela sobre todo las presiones crecientes sobre ambos partidos para responder a demandas sociales impostergables con soluciones viables y pragmáticas.
En un contexto nacional donde la austeridad y el gasto compiten por el alma política de los estados, lo acordado en Wisconsin representa una rareza: el triunfo del “posible” sobre el “perfecto”.
Un Futuro Lingering
La implementación del acuerdo comienza esta semana, y Evers tiene 10 días hábiles para firmarlo o ejercer sus vetos. Lo que decida podría definir no solo su legado como gobernador, sino también el tono de las elecciones estatales en 2026.