El nuevo camino contra las armas: Rhode Island y su apuesta por la prohibición de fusiles de asalto

Una década de lucha, un giro político y una táctica legal que podría inspirar a otros estados de EE.UU.

Una victoria tras diez años de intentos

En junio de 2025, el estado de Rhode Island se sumó a la corta lista de entidades federativas en los Estados Unidos que han aprobado una prohibición parcial del uso de armas de asalto. Esta legislación, firmada por el gobernador demócrata Dan McKee, representa más que una victoria legislativa: es un hito estratégico en el accidentado camino hacia el control de armas en el país. Pero, ¿cómo lo lograron? ¿Y puede servir como hoja de ruta para otros estados?

El contenido de la ley: prohibiciones clave

El proyecto de ley aprobado prohíbe a partir de 2026 la venta, fabricación y distribución de armas de fuego semiautomáticas de estilo militar, como los populares AR-15 y AK-47. A diferencia de otras leyes más estrictas, la normativa de Rhode Island no prohíbe la posesión, lo que puede haber sido crucial para sortear obstáculos constitucionales en un país donde el derecho a portar armas está profundamente arraigado por la Segunda Enmienda.

"Lo que antes era imposible, se volvió inevitable", proclamó el representante demócrata Jason Knight al firmarse la ley. El optimismo de Knight no es casual. Esta es una legislación que tardó más de una década en materializarse.

¿Qué cambió esta vez?

Sin duda, el cambio de liderazgo fue un actor clave en el avance del proyecto. Valerie Lawson, quien asumió la presidencia del Senado tras el fallecimiento de Dominick Ruggiero, ofreció su respaldo crucial y facilitó el diálogo entre legisladores divididos respecto al alcance de la prohibición.

Lawson destacó: “Hay momentos en que ciertos temas encuentran su oportunidad. Creo que este era el momento para esto.”

Este apoyo político dio lugar a negociaciones críticas entre la Cámara de Representantes y el Senado, resultando en una versión que podría resistir desafíos constitucionales, al centrarse únicamente en la comercialización.

Resistencia y desafíos legales previsibles

A nivel nacional, solo 11 estados y Washington D.C. mantienen prohibiciones similares a la de Rhode Island. Sin embargo, la mayoría de estas han enfrentado desafíos legales que están en pleno trámite judicial.

Estados como Maryland, California y Connecticut ya han defendido en tribunales estatales y federales sus respectivas legislaciones. No obstante, un fallo definitivo dependerá de la Corte Suprema de los EE.UU., que recientemente se negó a evaluar una apelación contra la prohibición en Maryland, lo que generó polémicas dentro del propio tribunal.

El juez Brett Kavanaugh expresó: “Es probable que las leyes que prohíben las armas de asalto sean inconstitucionales. Opiniones de otras cortes de apelación deben guiar nuestra decisión final sobre el tema del AR-15.”

Ante esto, la estrategia táctica de Rhode Island —centrarse en la distribución y no en la posesión— podría evitar el meollo constitucional de otras disputas.

No todos están satisfechos

Aunque el avance es considerado histórico, no está exento de críticas. Algunos defensores del control de armas sostienen que la imposibilidad de prohibir la posesión minimiza el impacto real de la medida. Melissa Carden, directora ejecutiva de Rhode Island Coalition Against Gun Violence, lo explica así:

“Es progreso, pero sabemos que una verdadera prohibición debe incluir la posesión para ser efectiva.”

Sin embargo, los defensores del estatuto sostienen que la ley sí surtirá efecto. Al prohibir la venta de estas armas, incluso quienes viajen a otros estados donde su venta es legal (como New Hampshire) no podrán traerlas de vuelta a Rhode Island sin infringir la ley federal.

El senador estatal Louis DiPalma subrayó la medida disuasiva: “Algunos ya están diciendo que comprarán varias antes de que la ley entre en vigencia. Muy bien, pero a partir del 1 de julio de 2026 no podrán hacerlo más.”

Un panorama nacional fragmentado

Mientras tanto, otros estados con mayoría demócrata enfrentan dificultades para aprobar leyes similares. En Hawaii, un intento de extender la prohibición a rifles fue bloqueado. En Nuevo México, el asalto a las armas quedó fuera de la agenda legislativa, pese al control demócrata del Congreso local.

Esto resalta los desafíos persistentes en un país donde, según datos de Pew Research, casi el 40% de los hogares posee al menos un arma de fuego. A esto se añade el fuerte poder de lobby de organizaciones como la National Rifle Association (NRA), que ha invertido millones en cabildeo para frenar regulaciones.

Un modelo replicable

Más allá del impacto inmediato en Rhode Island, el verdadero valor de esta ley radica en su potencial para ser un modelo replicable.

  • Cambio de liderazgo: Muestra cómo nuevos liderazgos pueden desbloquear debates estancados.
  • Estrategia legal: Al evitar la prohibición de la posesión, esquivan el núcleo de los litigios sobre la Segunda Enmienda.
  • Alianzas políticas: La negociación transversal fue indispensable, evidenciando la importancia del consenso bipartidista.

Incluso si la ley enfrenta una posible demanda, su enfoque diferenciado puede ofrecer a los jueces una alternativa viable que respete la Constitución sin sacrificar la seguridad pública. Como dijo uno de los patrocinadores del proyecto, “la finalidad no es eliminar derechos, sino proteger vidas.”

Un país dividido, un debate abierto

La aprobación de esta ley marca el comienzo de una nueva etapa en el debilitado pero resiliente movimiento por el control de armas en Estados Unidos. En un contexto donde los tiroteos masivos han dejado más de 600 muertos anualmente desde 2020 según Gun Violence Archive, el debate no puede postergarse más.

Rhode Island ha encendido una chispa que podría guiar a otros estados por un camino estratégico, realista y legalmente sólido hacia un país más seguro. Si la presión política y la astucia legal logran alinearse en otras legislaturas, podría iniciarse una nueva era de reformas progresivas en el eterno debate sobre las armas en EE.UU.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press