Inundaciones mortales en Texas: Una tragedia evitable y el precio de la desidia

Camp Mystic, la falta de alertas y un río fuera de control: cómo una tormenta expuso las grietas en la preparación ante desastres

La madrugada del viernes 4 de julio de 2025, una tormenta devastadora arrasó con la tranquilidad del Texas Hill Country, dejando a su paso una estela de destrucción, muerte y dudas. Las lluvias torrenciales inundaron el río Guadalupe, elevando su nivel en casi ocho metros en menos de una hora y cobrando la vida de decenas de personas, muchas de ellas niñas asistentes al Camp Mystic, un campamento cristiano ubicado a escasos metros del cauce del río.

Una combinación mortal: clima extremo y falta de preparación

El Texas Hill Country, una de las regiones más pintorescas del estado, es también una de las más propensas a sufrir inundaciones repentinas. Sus terrenos secos y compactos impiden que el agua de lluvia se infiltre con rapidez, lo que facilita que grandes volúmenes fluyan superficialmente por las colinas hasta concentrarse en los ríos. Este fenómeno es conocido como “flash flooding” o inundación repentina.

En esta ocasión, la tormenta descargó unas 12 pulgadas (30 centímetros) de lluvia en pocas horas, durante la madrugada, cuando la mayoría dormía. La Oficina Nacional de Meteorología emitió un aviso grave a las 4 a.m., pero a las 5:20 a.m., el río ya estaba desbordado. Fue demasiado tarde para muchos.

El saldo trágico: 59 muertos y decenas de desaparecidos

Para el domingo 6 de julio, las autoridades confirmaron 59 víctimas fatales: 38 adultos y 21 menores. Entre estos últimos, 16 eran niñas del Camp Mystic. Otras 11 seguían desaparecidas. La comunidad está de luto. De momento, no existe un conteo oficial de desaparecidos en toda la región afectada debido a la gran cantidad de visitantes por el feriado del Día de la Independencia.

Dalton Rice, administrador municipal de Kerrville, fue claro: “No queremos hacer estimaciones apresuradas. Fue un fin de semana largo y hay muchísima gente cuya presencia no estaba registrada formalmente”.

El “muro negro de muerte”: testigos denuncian falta de alertas adecuadas

Muchos de los sobrevivientes coinciden en que no hubo suficientes advertencias. Una mujer que acampaba cerca del río describió la riada como “un muro negro de muerte que llegó de la nada”. No se activaron alarmas sonoras, no hubo evacuaciones ordenadas ni mensajes masivos. ¿Qué falló?

El juez del condado de Kerr, Rob Kelly, defendió a las autoridades: “Nadie vio venir esto”. Se refirió al fenómeno como una inundación de cada cien años, es decir, un evento cuya probabilidad anual es del 1%. Sin embargo, esta “excusa” despierta serias interrogantes en el contexto de un planeta cada vez más afectado por el cambio climático.

Cambio climático y eventos extremos: ¿realmente era impredecible?

Los expertos coinciden en que, aunque es difícil atribuir un evento específico directamente al cambio climático, el calentamiento global intensifica estos fenómenos. Una atmósfera más cálida puede retener más humedad, lo que se traduce en tormentas más intensas y mayor riesgo de inundaciones extremas.

En el mismo Texas, el número de eventos de lluvia extrema se ha duplicado en las últimas cinco décadas, según datos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Además, Kerrville ha experimentado múltiples eventos de inundación severa en los últimos 20 años, lo cual debería haber sido motivo suficiente para implementar mejores sistemas de alerta temprana.

Camp Mystic: entre la fe y la negligencia

Camp Mystic es un campamento cristiano con décadas de historia que se anuncia como un lugar seguro para el desarrollo espiritual de las niñas. Sin embargo, su ubicación junto al río ha sido cuestionada en el pasado. Tras la tragedia, muchos se preguntan por qué las autoridades no ordenaron la evacuación del campamento cuando se anunció la tormenta el jueves por la tarde.

¿Debió cerrarse temporalmente el campamento? ¿Quién supervisa la implementación de protocolos de emergencia en estos centros estivales? ¿Qué responsabilidades tienen los directores frente a los padres que confiaron en ellos?

Advertencias ignoradas y propuestas costosas rechazadas

No es que Kerr County desconociera el peligro. Según las autoridades locales, se había presentado años antes una propuesta para instalar un sistema de alerta temprana, similar al de tornados. Sin embargo, el alto costo generó rechazo entre los ciudadanos y nunca se implementó.

Este hecho reaviva el eterno debate entre prevención y gasto público. ¿Cuánto vale una vida humana? La tragedia ha cobrado ahora un precio mucho más alto que cualquier sistema de sirenas o sensores de crecida.

Una comunidad devastada: pérdidas humanas, materiales y emocionales

Más allá de las víctimas mortales, la infraestructura también ha sido severamente dañada. Muchas viviendas fueron arrancadas de sus cimientos y campamentos enteros desaparecieron bajo el agua. Las labores de limpieza requerirán meses, si no años.

“Va a pasar mucho tiempo antes de que podamos siquiera limpiar todo esto, ni hablemos de reconstruir”, dijo el juez Rob Kelly, luego de sobrevolar la zona en helicóptero.

Las pérdidas económicas se estiman en decenas de millones de dólares, sin contar los traumas psicológicos en sobrevivientes, familiares de víctimas y rescatistas.

Justicia y responsabilidad: ¿de quién es la culpa?

Las autoridades locales abandonaron una rueda de prensa cuando se les preguntó, por segunda vez, por los retrasos en las alertas y evacuaciones. Esta actitud ha encendido aún más los ánimos de una población afectada y desconfiada.

Además, varias familias de víctimas del Camp Mystic estarían considerando presentar demandas contra el campamento y contra el condado, alegando negligencia y falta de protocolos adecuados ante emergencias climáticas.

¿La nueva normalidad climática?

Eventos como el de Kerr County están dejando de ser aislados. Solo en los últimos dos años:

  • En 2023, el huracán Helene provocó inundaciones similares en zonas costeras.
  • En 2022, Kentucky sufrió 39 muertes por una inundación debida a intensa lluvia en terreno montañoso.
  • California ha registrado incendios forestales seguidos por lluvias intensas que provocan deslaves.

Es hora de reconocer que el cambio climático no es solo un problema futuro, sino una amenaza actual, que exige infraestructura adaptada, mejor planificación urbana y una percepción del riesgo completamente nueva.

¿Podía evitarse? Una mirada en retrospectiva

Muchos expertos y ciudadanos coinciden en que sí. Desde alertas más tempranas, hasta estrategias de evacuación más claras y campamentos alejados del cauce del río. Pero la tragedia ya ocurrió. Lo que queda ahora es aprender, rendir cuentas y honrar a las víctimas con acciones, no sólo palabras.

El estado de Texas se encuentra frente a un espejo incómodo. Uno que obliga a revisar sus políticas climáticas, su inversión en prevención y su responsabilidad con las generaciones futuras.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press