Operativo Federal en MacArthur Park: Un Espectáculo de Fuerza y el Miedo de una Comunidad Inmigrante
La militarización del parque en Los Ángeles pone en jaque la convivencia, expone tensiones políticas y genera temor entre residentes, activistas y autoridades municipales
Un parque tomado por tropas: crónica de una mañana inquietante
La mañana del 7 de julio de 2025, los residentes del barrio en torno a MacArthur Park, en Los Ángeles, despertaron con una escena impactante: 90 miembros de la Guardia Nacional de California, docenas de oficiales federales con equipos tácticos, 17 Humvees, vehículos blindados y caballos, desplegados en un operativo catalogado por el gobierno federal como apoyo a una operación de inmigración. Si bien fue fugaz —duró apenas una hora—, dejó una estela de temor, confusión y acusaciones políticas.
Un barrio inmigrante bajo vigilancia
MacArthur Park, un pulmón urbano a tan solo 3 kilómetros del centro de Los Ángeles, es desde hace décadas un refugio para comunidades inmigrantes —principalmente mexicanas y centroamericanas. Sus calles están llenas de puestos de comida callejera, tiendas con letreros en español e inglés, y campos deportivos donde centenares de familias disfrutan sus tardes.
Más que un parque, es considerado a menudo como la versión angelina de Ellis Island. Por eso, ver las patrullas de la U.S. Border Patrol y del Homeland Security Investigations cabalgando por el campo vacío causó un impacto profundo.
"Parecía una ciudad bajo ocupación armada"
Así describió la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, el despliegue. En su denuncia pública, afirmó que la operación fue una "maniobra política" y compartió el testimonio de un niño de ocho años que le confesó que “tenía miedo de ICE.”
“Parecía una puesta en escena para TikTok”, ironizó Marqueece Harris-Dawson, presidente del Concejo de la Ciudad de Los Ángeles, aludiendo al carácter mediático del operativo y criticando el uso del parque como escenografía que genera pánico.
Algunos residentes señalaron la presencia de helicópteros, armas largas y la evacuación de niños que asistían a campamentos de verano. "Fue desgarrador", dijo Betsy Bolte, vecina del área. “Estoy en shock, enojada y con el corazón roto.”
¿Qué buscaban? Nadie lo sabe con certeza
Según fuentes del Departamento de Defensa, el objetivo era resguardar a oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en caso de que se reuniera una multitud hostil. Aclararon que no era una operación militar formal pese a la magnitud del despliegue.
Sin embargo, el desconcierto persiste. No hay reportes de arrestos, ni nombres, ni cifras confirmadas por ICE. Para organizaciones como CHIRLA (Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes), esto se percibió claramente como un acto de intimidación masiva.
"Sabemos que la administración Trump quiere dar un ejemplo con Los Ángeles”, dijo Jeanette Zanipatin, abogada de CHIRLA. “Este es un mensaje para el resto del país.”
Trump y la política del espectáculo militar
Desde su regreso al poder, el presidente Donald Trump ha intensificado su campaña para cumplir su promesa de deportar a millones de inmigrantes indocumentados. Como parte de esa ofensiva, ha enviado miles de miembros de la Guardia Nacional sin el consentimiento del gobernador californiano Gavin Newsom.
No se trata solo de medidas de seguridad o reforzamiento de ICE. Esto es, cada vez más, una estrategia de comunicación política basada en la creación de imágenes de fuerza, orden y control.
El despliegue en MacArthur Park fue acompañado de recursos visuales que fueron ampliamente difundidos en redes sociales y medios afines. Oficiales a caballo, tanques en fila y drones capturando imágenes aéreas: todo parecía diseñado para mostrar músculo.
“Fue más un espectáculo para televisión que una operación de aplicación real,” señaló Chris Newman, director legal de NDLON (Red Nacional de Organización de Jornaleros), quien recibió una pista anónima sobre el operativo.
Consecuencias visibles y un efecto dominó
En las horas y días posteriores, la afluencia de personas al parque y a comercios cercanos cayó de forma drástica. Las imágenes de helicópteros y hombres armados se viralizaron rápidamente entre las comunidades inmigrantes de la ciudad, consolidando un mensaje claro: no están seguros, ni siquiera en espacios públicos.
La “fantasmización” (ghost town-ification) de barrios latinos en Los Ángeles ya no es una amenaza futura. Chris Newman describe cómo las tiendas, estaciones de transporte y parques como MacArthur están experimentando una caída alarmante de actividad comunitaria.
El temor se ha vuelto palpable. Padres que prefieren no llevar a sus hijos al parque, trabajadores que evitan sus rutas cotidianas, vendedores que han desaparecido del paisaje urbano.
¿Legal y constitucional?
El rol del Ejército en tareas civiles es un tema explosivo en los Estados Unidos. La Posse Comitatus Act limita fuertemente el uso de las fuerzas armadas en la aplicación de leyes internas. Aunque el gobierno sostiene que fue la Guardia Nacional —bajo autoridad estatal federalizada temporalmente— y no el Ejército, el matiz es técnico para la ciudadanía que ve soldados armados en campos de fútbol.
“Que puedan detener ciudadanos temporalmente, aunque sea para pasarlos a otras agencias, es un cruce de línea peligroso”, advirtió la profesora de derecho constitucional Eva Cossyleon de UCLA.
Polarización política en aumento
Esta operación ocurre en un contexto de creciente enfrentamiento entre los gobiernos federales y estatales. El gobernador Gavin Newsom ha calificado estas intervenciones como actos “inconstitucionales”, mientras que Trump acusa a California de ser un “santuario de criminales”.
Pero más allá del juego político, son los habitantes quienes sufren las consecuencias.
- Desde 2020, más de 3,000 operativos de detención de inmigrantes han sido registrados en zonas urbanas de California, según cifras de TRAC (Transactional Records Access Clearinghouse).
- En los últimos 12 meses, se han desplegado más de 4,000 soldados de la Guardia Nacional en el estado con roles migratorios, una cifra sin precedentes desde protestas del siglo XX.
La comunidad responde: resistencia silenciosa y articulación
Frente al miedo, múltiples organizaciones comunitarias han reactivado sus redes de “consejos de emergencia migratoria”. Iglesias, escuelas, centros de salud y liderazgos barriales se coordinan diariamente para informar, acompañar y proteger a los más vulnerables.
Se han activado líneas de atención legal, jornadas de concientización y entrega de tarjetas “conozca sus derechos” en español y otros idiomas. La comunidad se organiza en silencio, pero con firmeza. Esa es su defensa sin uniformes.
Un modelo de intervención con consecuencias nacionales
Lo sucedido en MacArthur Park no es un caso aislado. Es, en palabras de Newman, una prueba piloto de intervenciones federales urbanas bajo el pretexto de la migración. Su éxito o fracaso marcará la pauta para futuras ciudades.
Los Ángeles, por su historia, densidad de población inmigrante y simbolismo político, representa una batalla cultural clave en el tablero nacional. Un simple parque podría ser el campo de pruebas de una nueva estrategia federal que combina vigilancia, propaganda y ejercicios visibles de poder.
Un espectáculo innecesario o una estrategia efectiva
Quedan preguntas sin responder: ¿sirvió esta operación para mejorar la seguridad? ¿Se logró algún objetivo táctico real? ¿Hubo arrestos, incautaciones, rescates? Hasta hoy, no hay evidencia de un impacto medible positivo en seguridad fronteriza.
En cambio, el daño a la psique colectiva y el tejido de confianza entre las comunidades inmigrantes y las autoridades locales es casi irreversible.
Como dijo la alcaldesa Bass: “Esto fue un show de poder que no tenía que ver con proteger a nadie.”