Trump, los aranceles y la tormenta perfecta: ¿está en juego el liderazgo económico de EE.UU.?
Entre guerras comerciales con aliados, recortes a servicios clave y consecuencias humanitarias, la política económica de Trump polariza al mundo
Un regreso a los aranceles: ¿estamos ante una nueva guerra comercial global?
El presidente Donald Trump ha vuelto a agitar el tablero global. Con el anuncio del establecimiento de un arancel del 25% sobre productos importados desde Japón y Corea del Sur—así como nuevas tasas para otras doce naciones—, Estados Unidos vuelve a coquetear con el proteccionismo a gran escala. La decisión, que se implementará el 1 de agosto, ha despertado alarma entre economistas, aliados geopolíticos y mercados financieros.
Según Trump, los aranceles son "esenciales para reconstruir la manufactura nacional" y financiar los recortes fiscales firmados días atrás. A través de cartas publicadas en Truth Social, no sólo confirmó las tarifas, sino que advirtió a líderes como el primer ministro japonés Shigeru Ishiba y el presidente surcoreano Lee Jae-myung, que cualquier intento de represalia será respondido con medidas aún más duras:
“Si por cualquier motivo decide aumentar sus aranceles, entonces, cualquiera que sea ese monto, se sumará al 25% que ya estamos aplicando,” escribió Trump.
¿Quiénes serán los más afectados?
Además de Japón y Corea del Sur, otros países verán aumentos notables:
- Myanmar y Laos: 40%
- Camboya y Tailandia: 36%
- Serbia y Bangladesh: 35%
- Indonesia: 32%
- Sudáfrica y Bosnia-Herzegovina: 30%
- Kazajistán, Malasia y Túnez: 25%
Trump presentó las cifras con la palabra "only" —"solamente"— previo a indicar los porcentajes, dando a entender que son una oferta moderada dentro de su estrategia.
Una política que desafía al consenso económico
La decisión de imponer tasas a aliados cercanos genera sorpresa y escepticismo. Wendy Cutler, vicepresidenta del Asia Society Policy Institute y exfuncionaria de la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU., considera que la medida es "desafortunada", especialmente porque Japón y Corea han sido socios estratégicos clave en sectores sensibles como semiconductores, energía y minerales críticos.
"Las empresas de ambos países han invertido significativamente en EE.UU., creando empleos bien remunerados que revitalizan comunidades", agregó.
Entre la negociación y la amenaza
Los aranceles enviados por carta no son acuerdos finales, sino propuestas unilaterales. Ante la reacción adversa en mercados financieros (el índice S&P 500 cayó casi 1% tras el anuncio), Trump abrió una ventana de 90 días para negociar que finaliza el 9 de julio. Sin embargo, la aplicación de las tarifas fue pospuesta hasta el 1 de agosto, agregando una fase de "tiempo extra" para posibles cambios de postura.
El resultado hasta ahora: sólo dos acuerdos avanzados —con Reino Unido y Vietnam— y uno "en borrador" con China, muy lejos del objetivo de 90 acuerdos en 90 días.
China, Reino Unido y Vietnam: la diplomacia arancelaria en acción
Trump asegura que busca apretarle el paso a China. Con Vietnam, anunció el 2 de julio un acuerdo que elimina aranceles a bienes estadounidenses, pero impone un 20% sobre exportaciones vietnamitas y un 40% adicional a productos chinos maquillados como vietnamitas. El objetivo: cerrar rutas indirectas de comercio chino.
Con el Reino Unido, EE.UU. se comprometió a aliviar las tasas sobre acero, aluminio y automóviles británicos, mientras Londres reducirá aranceles a productos estadounidenses como aceite de oliva y vinos. Sin embargo, incluso con el pacto, los metales británicos siguen enfrentando una tasa del 25%.
En el caso de China, el acuerdo preliminar reduce los aranceles mutuos (EE.UU. del 145% al 30%, China del 125% al 10%). Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, China facilitará la adquisición de tierras raras —minerales esenciales para chips y manufactura— por parte de empresas estadounidenses.
Consecuencias políticas y sociales paralelas: el caso del Servicio Nacional Meteorológico
Las medidas de Trump no se limitan al comercio exterior. Recortes masivos y acelerados afectan servicios considerados críticos, como el Servicio Nacional Meteorológico (NWS). Tras la letal inundación en el río Guadalupe en Texas, con más de 80 muertos —incluyendo niños y consejeros de un campamento—, crece la controversia sobre si las reducciones presupuestarias y de personal pondrán vidas en peligro.
Según reportes internos, más del 20% de las oficinas del NWS en EE.UU. están bajo mínimos operativos. En Texas, la oficina responsable de las alertas fatales contaba con personal reducido, y vacantes clave no han sido cubiertas desde abril. Trump, sin embargo, minimizó los hechos:
“Fue algo que ocurrió en cuestión de segundos. Nadie lo esperaba. Nadie lo vio venir.”
Exfuncionarios como Louis Uccellini, exdirector del NWS bajo tres presidentes, discrepan. En una carta abierta firmada junto a otros exdirectores, se advierte:
“Nuestro peor temor es que los pronósticos se vean tan comprometidos que se repita una tragedia evitable.”
¿Estrategia o caos programado?
Trump se jacta de diseñar "planes comerciales a medida" para cada nación. Pero sus medidas no siguen prácticas diplomáticas comunes: las comunicaciones clave se publican en redes sociales antes que ser negociadas en foros formales, y las cartas tarifarias no han logrado sellar ni una docena de acuerdos.
El rol de Elon Musk, quien lideró la llamada Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) hasta una disputa reciente, también ha sido crucial. Musk recortó miles de puestos en NOAA y el NWS, cerró centros de investigación y suspendió hasta la traducción de reportes de emergencia en español (más tarde restituida por presión pública).
El dilema de los datos: satélites, huracanes y desinformación
En abril, el Departamento de Defensa anunció el cese de transmisión de datos desde tres satélites meteorológicos cruciales para predecir huracanes. La antigua estación Mauna Loa en Hawái —clave para medir CO₂ atmosférico— enfrenta cierre por recortes presupuestarios.
El meteorólogo televisivo John Morales advirtió al inicio de la temporada de huracanes: “Lo que estamos viendo es un deterioro de la calidad de los pronósticos”.
Mercados en vilo: ¿a dónde nos lleva esta ruta?
Los mercados financieros lo están sintiendo. Las acciones del S&P 500 cayeron cerca del 1% tras los anuncios, y el interés del bono del Tesoro a 10 años subió a 4.39%, presionando al alza hipotecas y préstamos automotrices. La gran incógnita: ¿estamos ante un intento serio de renegociación global o simplemente ante una trampa táctica para ganar ventaja en año electoral?
Trump apuesta por imponer presencia en las discusiones globales. Pero quienes cargan con las consecuencias pueden ser los ciudadanos que enfrentan inflación importada, servicios públicos debilitados y catástrofes mal gestionadas.
Estados Unidos, ¿líder mundial o potencia aislada?
Trump ha puesto la política comercial al centro de su nuevo mandato. Lo que aún está por verse es si su apuesta, basada en tarifas elevadas, recortes masivos y una diplomacia ruidosa, fortalecerá la economía estadounidense... o la llevará al borde de la recesión.