¿Debemos preocuparnos por la caída de la natalidad en EE.UU.?
Mientras políticos y figuras conservadoras abogan por más nacimientos, la mayoría de los estadounidenses está más preocupada por el alto costo del cuidado infantil y la atención médica materna.
La polémica del pronatalismo en EE.UU.
En los últimos años, voces conservadoras como Elon Musk y el senador J.D. Vance han alzado la bandera del pronatalismo, una corriente ideológica que impulsa a las familias, y especialmente a las mujeres, a tener más hijos. Argumentan que un mayor número de niños es vital para el desarrollo económico y la supervivencia de la nación. Sin embargo, según una encuesta reciente de AP-NORC, esta preocupación no parece estar compartida por la mayoría de los ciudadanos estadounidenses.
Solo el 30% de los adultos en EE.UU. consideran que las bajas tasas de natalidad son un “problema mayor”, y apenas el 12% cree que fomentar más nacimientos debería ser una prioridad alta para el gobierno federal. Por el contrario, cuestiones como el costo del cuidado infantil y la mejora de la salud materna son vistas como áreas donde las autoridades deberían enfocar sus esfuerzos.
Más niños vs. mejor calidad de vida
La tasa de reemplazo demográfico, clave para mantener estable una población, es de 2,1 hijos por mujer. Según datos del CDC, en 2023 esta tasa en EE.UU. se situó en 1,6, muy por debajo de la necesaria. Históricamente, ha habido periodos similares, como en los años 70, tras la introducción masiva de anticonceptivos y con la entrada masiva de mujeres al mercado laboral.
Sin embargo, más allá de los números, muchos ciudadanos tienen preocupaciones más inmediatas. Una mujer entrevistada por AP, Maria Appelbe, comentó que pudo cuidar de su hija únicamente porque entonces los costos eran más bajos. Ella, como muchas otras familias, priorizó la calidad de vida sobre la cantidad de hijos: “Estoy feliz de haber podido darle todo lo que necesitaba. Si hubiera tenido más hijos, seguramente no habría sido posible”.
El peso del cuidado infantil
La encuesta revela que tres de cada cuatro adultos estadounidenses consideran que el alto costo del cuidado infantil es un problema grave. Esta preocupación no conoce fronteras ideológicas: afecta por igual a demócratas y republicanos, a hombres y a mujeres.
Hoy en día, enviar a un infante a una guardería en EE.UU. puede costar entre $10,000 y $15,000 al año, dependiendo del estado. A eso se suman otros gastos como transporte, alimentos especiales y ropa. Es comprensible entonces que muchas familias, especialmente madres, abandonen el mercado laboral para cuidar a sus hijos.
Políticas como licencias de maternidad/paternidad remuneradas y guarderías subsidiadas son apoyadas por aproximadamente dos tercios de la población estadounidense, sin importar su afiliación política.
El “bono bebé” y otras ideas pronatalistas
Entre las propuestas discutidas, una de las más llamativas es la de un bono de $5,000 por nacimiento. Esta idea, conocida como “baby bonus”, fue sugerida por académicos y activistas pronatalistas al expresidente Donald Trump, quien la calificó como “interesante”.
No obstante, los resultados de la encuesta muestran una sorprendente falta de entusiasmo ante esta iniciativa. Sólo un tercio de los estadounidenses apoya esta medida, mientras que el 40% la rechaza y un 30% se muestra neutral. Incluso la mitad de los republicanos conservadores, supuestos aliados del pronatalismo, se oponen.
Salud materna: una prioridad olvidada
Mientras la Casa Blanca explora métodos para estimular la natalidad, otros sectores de la sociedad insisten en que la preocupación debería dirigirse a otro lugar: la salud de la madre.
Más de la mitad de los encuestados quiere que el gobierno invierta en mejorar los resultados sanitarios para las mujeres embarazadas. Las estadísticas de salud pública respaldan esta inquietud:
- EE.UU. tiene una de las tasas de mortalidad materna más altas del mundo desarrollado.
- Las mujeres negras tienen tres veces más probabilidades de morir durante el parto o embarazo que las mujeres blancas, según los CDC.
Es por eso que el 55% de los ciudadanos considera que invertir en salud materna debe ser más prioritario que aumentar la tasa de nacimientos per se.
El dilema de los tratamientos de fertilidad
Otro problema creciente es el costo de los tratamientos de fertilidad como la FIV (fertilización in vitro). Desde su legalización en EE.UU. en 1981, su uso ha ido en aumento. Aun así, su alto costo —que puede superar los $20,000 por ciclo— impide que muchas parejas puedan acceder a esta posibilidad.
La encuesta revela que cerca de 4 de cada 10 estadounidenses consideran esto como un problema serio, y casi la mitad apoya que el seguro médico cubra estos tratamientos. El propio Trump firmó un decreto en apoyo de este acceso, autodenominándose el “presidente de la fertilidad”.
¿Más niños o más equidad?
Más allá del debate ideológico, la realidad es que muchos ciudadanos desean vivir en una sociedad que facilite tener hijos, pero no necesariamente una que lo imponga. Misty Conklin, una votante de Trump, lo resume bien: “Es difícil sobrevivir en pareja, mucho más si se tienen hijos. Se está volviendo cada vez más complicado”.
Por ello, la mayoría de los estadounidenses priorizan acceso al sistema de salud, servicios sociales, tratamiento justo para mujeres, y sí, opciones accesibles de cuidado para niños. La visión de una sociedad con más hijos solo será viable si se construyen condiciones económicas y sociales que lo hagan posible.
El pronatalismo: ¿una alarma política sin eco social?
Aunque figuras como Elon Musk ven el pronatalismo como esencial para la supervivencia de la civilización, parece que gran parte del público estadounidense simplemente no comparte la alarma.
Hay una brecha clara entre los líderes que impulsan políticas para aumentar los nacimientos y los ciudadanos comunes que están más preocupados por llegar a fin de mes, encontrar un lugar en la guardería local o simplemente tener acceso a salud de calidad.
En lugar de incentivar el número, cada vez más voces están clamando por mejorar la calidad de vida. Porque quizá no se trata de tener más hijos, sino de poder criar mejor a los que ya se tienen.
Fuente de datos: Encuesta Asociación AP-NORC Center (junio 2024), Centers for Disease Control and Prevention (CDC), U.S. Census Bureau