FEMA en el ojo del huracán: ¿puede Estados Unidos sobrevivir sin su agencia de desastres?
El debate sobre desmantelar FEMA choca con la realidad tras las devastadoras inundaciones en Texas
El presidente Donald Trump ha sorprendido recientemente al dejar de lado, al menos por ahora, su plan para eliminar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), optando en su lugar por una respuesta federal ágil ante las devastadoras inundaciones en Texas. Esta decisión pone en pausa una de sus propuestas más controvertidas y reabre el debate sobre el verdadero papel de FEMA en la infraestructura de emergencia de Estados Unidos.
De la eliminación a la acción: el giro discursivo de Trump
Hace solo unas semanas, Trump declaró su intención de "eliminar gradualmente" a FEMA una vez finalizada la temporada de huracanes, afirmando que los estados debían asumir sus responsabilidades en materia de desastres naturales. Sin embargo, la magnitud de la catástrofe en Texas pareció marcar un punto de inflexión. En apenas un día, Trump aprobó una declaración de desastre mayor solicitada por el gobernador de Texas, Greg Abbott.
La medida desbloqueó fondos federales y activó recursos de FEMA casi de inmediato, contradiciendo todas las insinuaciones previas sobre su desmantelamiento. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, elogió la respuesta y la definió como una versión modernizada y eficiente del modelo tradicional: "Estamos eliminando la burocracia del viejo FEMA, simplificándolo, acorde a su visión", le dijo a Trump durante una reunión del gabinete.
¿Qué hace realmente FEMA?
FEMA es mucho más que una simple cuenta de asistencia financiera: es el órgano coordinador de respuestas federales a desastres naturales. Desde ayuda a víctimas individuales hasta coordinación con agencias como el Cuerpo de Ingenieros del Ejército o la EPA, FEMA actúa como eslabón central. "FEMA se convierte en una ventanilla única para todo el apoyo federal", explicó Michael Coen, exjefe de personal de FEMA durante las administraciones de Obama y Biden.
Entre sus funciones clave destacan:
- Proporcionar asistencia individual para vivienda temporal y reparaciones del hogar
- Reembolsar a los gobiernos estatales y locales los gastos por daños en infraestructura
- Gestionar el Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones (NFIP)
- Coordinar equipos de rescate intergubernamentales
Así lo ha confirmado también Justin Knighten, exdirector de comunicaciones externas de FEMA: "El estado lidera, FEMA apoya. Pero incluso el estado más capacitado necesita respaldo federal cuando los recursos se ven desbordados".
El modelo de "block grants": ¿una alternativa viable?
Trump y sus aliados, como Noem, han propuesto un modelo de "block grants" (subvenciones globales), en el cual se entregue una suma fija a los estados en lugar de reembolsos post-desastre. Este razonamiento busca mayor autonomía estatal y una reducción de la burocracia federal.
No obstante, exfuncionarios e investigadores alertan sobre los peligros de este enfoque. "Imagina que estas inundaciones hubieran ocurrido dentro de un año, sin FEMA. ¿A quién acudiría el gobernador de Texas en busca de ayuda si no existiera una agencia federal organizando la respuesta?", reflexiona Coen.
¿Realmente están los estados preparados para reemplazar a FEMA?
Texas es uno de los estados con mayor preparación para emergencias. Su división de manejo de emergencias administra más de $2 mil millones de dólares, y gran parte proviene de subvenciones federales. Aun así, solicitó asistencia federal en apenas dos días.
Maddie Sloan, directora de recuperación de desastres en Texas Appleseed, lo resume así: "FEMA no solo responde a desastres. Financia gran parte de la infraestructura estatal de emergencia. Sin esos recursos, incluso estados grandes como Texas quedarían expuestos."
Y lo que es más grave, estados con menos recursos o experiencia lo tendrían aún peor. Jeremy Edwards, exsubdirector de comunicaciones de FEMA, advierte que los estados tendrían que crear sus propios programas de asistencia individual, coordinarse directamente con múltiples agencias federales y construir todo un sistema paralelo que hoy administra FEMA. "Sin FEMA, un gobernador necesita tener la agenda telefónica de todo el gobierno federal para coordinar ayuda", recalca.
¿Reformas necesarias o eliminación total?
Los expertos coinciden en que FEMA puede y debe reformarse. Se ha criticado con frecuencia su lentitud, complejidad burocrática y rigidez en procesos de asistencia. Por ejemplo, la administración actual ha eliminado el sistema de visitas puerta a puerta para ayudar a personas a solicitar ayuda, alegando que era "ineficaz y derrochador". Sin embargo, esto puede tener consecuencias nefastas en zonas sin electricidad o acceso a internet, como algunas áreas de Kerr County en Texas.
Además, la asistencia para mitigación de riesgos, fundamental para reconstruir con resiliencia, sigue pendiente de aprobación. Desde febrero, Trump no ha aprobado ninguna solicitud de fondos para mitigación, lo que eleva la preocupación sobre políticas futuras.
¿Qué dice el Consejo de Revisión sobre el futuro de FEMA?
Trump ha creado un Consejo de Revisión de 12 miembros para proponer reformas a FEMA. En dicho consejo participan el gobernador Abbott y Nim Kidd, director de manejo de emergencias de Texas. Durante su primera reunión, Abbott calificó a la agencia como “lenta y engorrosa” y pidió que su modelo se simplificara.
El destino de FEMA parece estar en una balanza delicada entre política y necesidad. Mientras algunos en la administración promueven reformas drásticas o incluso su desaparición, los hechos sobre el terreno muestran que, con todos sus defectos, FEMA sigue siendo esencial para una respuesta organizada y eficaz ante catástrofes.
¿Una paradoja política?
En medio de una crisis real, Trump ha decidido —aunque sea temporalmente— confiar en la agencia que ha calificado como ineficiente y costosa. "Este evento es fundamental. Puede que ayude a darnos cuenta de que aún necesitamos una Agencia Federal para el Manejo de Emergencias", dice Coen.
La paradoja es evidente: Trump parece estar validando con hechos lo que previamente puso en duda con palabras. La rapidez y eficacia en Texas se logran gracias al aparato que su administración quiere eliminar.
¿Qué pasa con los individuos afectados?
Más allá de los debates de alto nivel, hay miles de personas desplazadas cuyas viviendas fueron destruidas o severamente dañadas. FEMA ha comenzado a abrir centros de asistencia y a procesar solicitudes en terreno. Para muchos, la asistencia de FEMA será la única red de seguridad que exista.
"Si eliminas FEMA, no hay ayuda para las familias afectadas. Es así de simple", concluye Sloan.
Así, el destino de la principal agencia de emergencias de Estados Unidos permanece incierto. ¿Responderá la política a la lógica de la necesidad o seguirá marcando el rumbo hacia su desaparición, incluso a costa de millones de vidas en futuras catástrofes?