Japón vibra con su 'Edad Dorada': Inoue vs. Nakatani, un combate que ya es leyenda
Dos invictos, dos estilos y una nación en vilo: así se construye la pelea del siglo en el país del sol naciente
El contexto perfecto: Japón y su momento más brillante en el boxeo
El boxeo japonés atraviesa una etapa gloriosa, una que los analistas ya califican como su Edad Dorada. Durante un periodo el año pasado, todos los campeonatos de peso gallo estaban en manos de boxeadores nipones. Además, la revista The Ring, una de las publicaciones más respetadas del boxeo mundial, incluyó a tres japoneses en su lista de los mejores libra por libra. Uno de ellos, el fenómeno Naoya Inoue, se convirtió en el primer nipón en liderar ese ranking en toda la historia del boxeo profesional.
En este contexto, el país se prepara para un posible enfrentamiento que quedará grabado en los anales del deporte: Naoya "The Monster" Inoue contra Junto "Big Bang" Nakatani. La pelea todavía no tiene fecha, pero el simple hecho de que ambos estén invictos (Inoue con 30-0, 27 KOs y Nakatani con 31-0, 24 KOs), provoca expectación mundial. Es la batalla definitiva, entre dos guerreros con estilos diferentes, trayectorias impecables y un amor por su nación que se cuela hasta en su elección de música de entrada.
Naoya Inoue: El monstruo que aterra incluso cuando cae
Inoue es una leyenda en activo. No se puede reducir su carrera a un solo cinturón: su dominio ha sido tal que es uno de los tres únicos boxeadores masculinos en la era de los cuatro cinturones en unificar dos divisiones completas. En su última presentación, defendió su título supergallo ante el mexicano Ramon Cardenas en Las Vegas. Aunque sufrió una caída en el segundo asalto, Inoue se levantó y terminó noqueando a su rival en el octavo.
No es la primera vez que conquista el suelo estadounidense. Cuatro años antes había debutado en Las Vegas noqueando al australiano Jason Moloney en el séptimo asalto. Todo esto mientras sigue perfeccionando un estilo que combina sabia lectura del rival con una potencia brutal en ambos puños.
Junto Nakatani: gentileza fuera del ring, precisión quirúrgica dentro de él
En contraste con el agresivo estilo de Inoue, Nakatani es todo calidez fuera del ring. Sonríe con facilidad y exuda paz. Pero basta que suene la campana para que se transforme en un estratega implacable. Así lo demostró en su última pelea ante el también japonés Ryosuke Nishida, una batalla que paralizó al país. Desde el primer asalto, Nakatani dominó el combate, provocando la hinchazón del ojo izquierdo de su rival y dislocándole el hombro. La pelea fue detenida en el sexto asalto.
“No usaré esa misma estrategia con Inoue,” dijo Nakatani en entrevista. “Con Nishida funcionaba porque estaba planificada con mi entrenador Rudy Hernández para su estilo. Inoue es otro animal completamente distinto.”
Boxeadores que son ídolos nacionales
Los dos púgiles han rebasado la barrera del deporte para transformarse en fenómenos culturales. Inspiraron mangas (cómics japoneses), aparecen en publicidades de productos capilares y generan filas interminables para conseguir camisetas con su logo.
Los estadios se agotan. La última pelea de Nakatani ante Nishida se llevó a cabo ante 10,000 personas en el Ariake Coliseum. La fiebre del boxeo se ha disparado al punto de involucrar a mujeres, niños y personas que jamás habían seguido un combate. Japón despierta para ver a sus gladiadores modernos.
Un mensaje entre líneas: respeto a las generaciones anteriores
Nakatani tiene su propia filosofía. Su canción de entrada es una versión rockera y desafiante del tema de Tsuyoshi Nagabuchi, que hace referencia a los pilotos kamikaze de la Segunda Guerra Mundial. Aunque podría parecer polémico, Nakatani aclara: “Es una forma de expresar gratitud hacia las generaciones que sacrificaron tanto para darnos paz. También es una de las canciones favoritas de mi padre.”
Esta conexión con el pasado fortalece su visión del presente. “Para mí, el boxeo es el lugar donde demuestras quién eres y todo lo que has trabajado. Es la expresión más pura de vida,” afirma con convicción.
Una estrategia para vencer al invencible
“Inoue tiene todo. Técnicamente es casi perfecto. Es difícil ganarle. Pero incluso en esas condiciones, siempre hay posibilidades,” asegura Nakatani. No quiere una victoria por puntos; quiere un nocaut. Cree que esa es la única manera de escribir su nombre con letras doradas en la historia.
Mientras tanto, Inoue observa, analiza y responde. Tras la victoria de Nakatani sobre Nishida, tuiteó: “Bienvenido al frente de batalla supergallo. No puedo evitar emocionarme cuando hay un japonés tan bueno.”
Una rivalidad que alimenta la esperanza y el orgullo nacional
Ambos empezaron sus trayectorias en el karate desde pequeños. De ahí pasaron al boxeo, donde encontraron un universo hecho a su medida. Nakatani, por ejemplo, fue llevado por su padre a clases de karate porque solo quería jugar videojuegos. Hoy esos videojuegos han quedado atrás y su realidad lo tiene al borde de construir una epopeya.
Este enfrentamiento potencial supera lo meramente deportivo. Es también una batalla de ideologías, de formas de entrenamiento, de historias. Como lo dijo Nakatani: “Inoue tiene su historia. Yo tengo la mía. Cuando esas historias colisionan, la gente se conmueve e inspira. Eso es lo hermoso del boxeo.”
¿Qué está en juego?
- El invicto de ambos
- La supremacía japonesa en el mundo del boxeo
- La consolidación de una nueva era dorada del deporte en Asia
- Un legado que aspira a trascender generaciones
Ambos aún deben superar otro combate antes del esperado cara a cara. Inoue enfrentará al uzbeko Murodjon Akhmadaliev en Tokio este septiembre, mientras que el oponente de Nakatani aún no se confirma, aunque se especula con una posible pelea contra el propio Cardenas.
Sea cuando sea, Japón y el mundo entero estarán atentos cuando estas dos historias colisionen en el ring. Porque las leyendas no nacen, se forjan en combates como este.