El conflicto en el Mar Rojo: Yemen, los hutíes y las consecuencias geopolíticas de una guerra olvidada
Análisis de una escalada que enlaza ataques a buques, tensiones regionales y la guerra Israel-Hamás
El Mar Rojo, una de las rutas marítimas más importantes del mundo, se ha transformado en el escenario de una escalada de violencia con enormes implicaciones geopolíticas. Entre los protagonistas se encuentran los rebeldes hutíes del Yemen, un movimiento armado respaldado por Irán, cuyo impacto trasciende la península arábiga para salpicar intereses globales como los de Estados Unidos, Filipinas, Grecia e Israel.
En las últimas semanas, los hutíes han intensificado sus ataques contra embarcaciones comerciales como parte de una campaña que ellos mismos vinculan con la guerra entre Israel y Hamás. Dos navíos han sido hundidos: el ‘Eternity C’, de bandera liberiana y propiedad griega, y el ‘Magic Seas’, otro buque mercante blanco de fuego rebelde. Además, han surgido informes preocupantes que apuntan al posible secuestro de marinos sobrevivientes por parte del grupo insurgente.
La narrativa de los hutíes: del Yemen a Gaza
Desde 2023, los ataques hutíes a embarcaciones en el Mar Rojo se han presentado como una respuesta a la ofensiva israelí sobre Gaza, en solidaridad con los palestinos. El líder hutí Abdul-Malik al-Houthi declaró en varias ocasiones que su movimiento respondería a la "agresión israelí" de forma directa y simbólica contra quienes consideran aliados del Estado judío.
Esta narrativa ha sido reforzada por intervenciones militares puntuales, incluyendo el disparo de misiles hacia Israel y los ataques coordinados a cargueros que supuestamente tienen vínculos económicos o comerciales con la nación hebrea.
El caso del 'Eternity C': fuego, desapariciones y secuestros
El buque Eternity C se convirtió en el blanco de un ataque sostenido durante horas por drones explosivos y fuego de artillería mientras navegaba por el Mar Rojo. Al momento del asalto, la embarcación contaba con una tripulación de 22 personas: 21 filipinos, un ruso y un equipo de seguridad de tres miembros.
Tras el hundimiento, se reportaron al menos tres muertes y seis personas rescatadas —cinco filipinos y un ciudadano indio— mientras más de una docena permanece desaparecida. La embajada estadounidense en Yemen, que opera desde Arabia Saudita, lanzó una acusación directa a los hutíes por el presunto secuestro de los supervivientes.
“Después de matar a sus compañeros y hundir el barco, los terroristas hutíes han secuestrado a muchos sobrevivientes”, denunció la embajada en la red X.
Reacciones globales: dolor, condena y diplomacia
Desde Filipinas hasta la Unión Europea, las reacciones no tardaron en llegar:
- Hans Cacdac, secretario de Trabajadores Migrantes de Filipinas, expresó su profunda preocupación por los marinos desaparecidos y el compromiso del gobierno con sus familiares.
- La misión naval de la Unión Europea en el Mar Rojo elevó sus alertas ante el incremento de ataques a la navegación civil.
- La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) advirtió sobre posibles “daños ambientales significativos” derivados del hundimiento de estos buques en una vía tan crucial.
La trayectoria del 'Eternity C', un carguero liberiano pero propiedad de una firma griega con potenciales vínculos comerciales con Israel, no parece incidental. En múltiples ocasiones, cargueros con conexiones similares han sido objetivo de las milicias hutíes.
Guerra en expansión y repercusiones geoestratégicas
Este capítulo en el Mar Rojo desvela una guerra de capas múltiples: local, regional y global. En el fondo se asienta el conflicto interno del Yemen, vigente desde 2014, cuando los hutíes tomaron la capital Saná. La guerra, que enfrenta a los hutíes contra el gobierno reconocido internacionalmente y respaldado por una coalición liderada por Arabia Saudita, ya ha generado más de 377,000 muertes (según datos de la ONU) y ha creado una de las crisis humanitarias más graves del mundo.
Sin embargo, la conexión con el conflicto israelí-palestino le da una dimensión transversal: los hutíes han logrado utilizar el contexto de Gaza como justificación para ejercer control sobre una región de tránsito marítimo vital. El 10% del comercio marítimo mundial pasa por el Mar Rojo, incluyendo petróleo, gas, granos y bienes de consumo.
El rol de Estados Unidos y las tensiones con Irán
La estrategia de Estados Unidos en la región se encuentra en una encrucijada. Mientras mantiene una oposición activa a los hutíes mediante operaciones navales —como parte de la fuerza naval internacional 'Operación Guardián de la Prosperidad' lanzada en diciembre de 2023—, también busca una reactivación de las negociaciones nucleares con Irán.
Los críticos señalan que la postura ambivalente de Washington con respecto a Teherán, que apoya activamente a los hutíes mediante armamento y entrenamiento, contribuye al fortalecimiento del grupo en Yemen.
Israel, Gaza y el frente propagandístico
La guerra entre Israel y Hamás, iniciada en octubre de 2023 con el ataque sorpresa del grupo islamista palestino, ha tenido réplicas no solo en términos de víctimas —más de 35,000 muertos en Gaza según el Ministerio de Salud gazatí—, sino también en términos de propaganda y alineamientos regionales.
Grupos armados respaldados por Irán como Hezbolá, las milicias chiíes en Irak y Siria, y los propios hutíes han reconfigurado sus narrativas para presentarse como avenidas de resistencia panislámica. Esto ha potenciado un frente no coordinado pero funcional en contra del Estado de Israel y de sus aliados.
Una llamada de alerta global
La escalada en el Mar Rojo debería ser considerada, más que como un simple conflicto regional, como un reflejo de la creciente fragilidad del orden marítimo internacional. La falta de protección efectiva a las embarcaciones civiles, el uso del conflicto de Gaza como excusa para activismo armado y el descontento geopolítico que se manifiesta en acciones asimétricas como ésta, son síntomas que requieren acción urgente.
Además, si se confirma el secuestro de marinos, estaríamos ante un crimen internacional de guerra fluvial, que podría ser objeto de sanciones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuya eficacia en asuntos relacionados con Yemen ha sido, hasta ahora, escasa.
¿Hacia dónde va el conflicto?
Con los hutíes ganando terreno simbólico y tensando la región, la pregunta gira en torno a los límites de la respuesta internacional. La falta de una estrategia coordinada ha permitido que el grupo actúe con relativa impunidad. Las estrategias defensivas, como aumentar los escoltas navales, ya muestran ser insuficientes.
Mientras tanto, en el terreno humanitario, las organizaciones internacionales apelan a una respuesta más firme y equitativa, que condene las violaciones cometidas por todos los actores beligerantes en la región.
Lo cierto es que, aunque el Mar Rojo no ocupe los titulares diarios, se ha convertido en el espejo de todo lo que está en juego: rutas comerciales vitales, guerras olvidadas, proyecciones de poder y, sobre todo, vidas humanas atrapadas en medio de intereses que poco entienden de compasión.