Amanda Anisimova e Iga Swiatek: Dos caminos diferentes hacia la gloria en Wimbledon
En una final histórica, Wimbledon verá a su octava campeona femenina diferente en ocho años. ¿Qué nos enseña esta nueva era del tenis femenino sobre resiliencia, talento y adaptabilidad?
El césped del All England Club está listo para coronar a una nueva reina. Amanda Anisimova, la joven estadounidense de 23 años que vuelve a su mejor forma después de una pausa por salud mental, y Iga Swiatek, la polaca que lo ha conquistado todo menos este Grand Slam, disputarán la final de Wimbledon 2025. Será la octava campeona femenina diferente en las últimas ocho ediciones del torneo.
Un cambio generacional en Wimbledon
Desde que Serena Williams ganara su último título en Wimbledon en 2016, ninguna campeona ha logrado repetir. En su lugar, hemos visto pasar una variedad de nombres por el palmarés:
- 2017: Garbiñe Muguruza
- 2018: Angelique Kerber
- 2019: Simona Halep
- 2021: Ash Barty (2020 fue cancelado por la pandemia)
- 2022: Elena Rybakina
- 2023: Marketa Vondrousova
- 2024: Barbora Krejcikova
Este fenómeno pone en evidencia la falta de un dominio absoluto en el tenis femenino actual sobre césped. Pero, lejos de ser un signo de debilidad, muchos expertos, como Chris Evert, ven esto como un indicador de la enorme competencia y profundidad del talento actual.
La dificultad de jugar sobre césped
Evert, tricampeona en Wimbledon, explicó que parte de esta inestabilidad se debe a la naturaleza impredecible del césped. “Es una superficie muy distinta a las demás. El cambio desde arcilla es abrupto, y se disponen de apenas dos o tres semanas para adaptarse”, dijo.
Rebotes irregulares, condiciones climáticas cambiantes y la necesidad de ajustar el juego a tiros más planos y efectivos cerca de la red hacen que el césped sea una plataforma difícil para imponerse con regularidad. Y en un panorama donde ya no existe una figura dominante a lo Serena Williams, el margen entre ganar o quedar fuera en primera ronda es mucho más estrecho.
Iga Swiatek: Una campeona en todas las superficies... menos en césped
Swiatek ha sido número uno del mundo, ha cosechado cuatro títulos en Roland Garros y uno en el US Open. Pero Wimbledon se le había resistido. Hasta este año, nunca había pasado de los cuartos de final.
Con apenas 24 años, la polaca ha demostrado una versatilidad abrumadora en arcilla y cemento, pero su desempeño sobre césped era su gran deuda pendiente. “Pensaba que ya había experimentado todo lo que puede ofrecerme el tenis”, confesó Swiatek. “Pero jugar bien sobre césped era algo nuevo para mí”.
Su impresionante victoria por 6-2, 6-0 frente a Belinda Bencic en semifinales refleja lo mucho que ha progresado. Bencic, visiblemente desbordada, declaró: “Creo que hubiese tenido que jugar el mejor tenis de mi vida y arriesgar cada tiro para ganarle. Así de bien jugó.”
Amanda Anisimova: regreso desde la oscuridad
La historia de Amanda Anisimova es, quizás, aún más inspiradora. Hace solo un año, estaba fuera del circuito afrontando un descanso por salud mental. Tras el fenómeno de burnout —algo cada vez más visible en atletas de élite—, muchos dudaban de su regreso al primer nivel.
“Varias personas me dijeron que nunca volvería al nivel más alto si me tomaba ese tiempo lejos del juego”, contó Amanda. “Fue difícil de digerir. Pero ahora puedo decir que priorizarse a uno mismo es compatible con el éxito.”
Esta resiliencia queda patente en su victoria en semifinales contra la número uno del mundo, Aryna Sabalenka. Anisimova la derrotó por 6-4, 4-6, 6-4. Sabalenka reconoció tras el encuentro: “Tengo que admitir que fue más valiente que yo.”
Estilo de juego adaptado al pasto
Anisimova posee un estilo agresivo y con golpes planos, ideal para la velocidad del césped. Ya en 2022 había dejado buena impresión llegando hasta los cuartos de final en Wimbledon.
Este año, fue subcampeona en el Queen’s Club, uno de los torneos de preparación más prestigiosos en esta superficie. Su presencia en la final de Wimbledon no ha sido casualidad, sino resultado de una evolución sólida y determinada.
El efecto Serena: ¿el fin de una era o el comienzo de otra?
Desde la retirada de Serena Williams en 2022, el circuito femenino ha vivido una transformación. Sin una figura hegemónica, campeonas jóvenes, provenientes de distintas partes del mundo, han tenido la oportunidad de brillar en el escenario más importante del tenis.
Mientras que en el circuito masculino solo cinco hombres han ganado Wimbledon en los últimos 22 años (Federer, Djokovic, Nadal, Murray y Alcaraz), el circuito femenino ha premiado la diversidad, el coraje y la superación en distintos rostros.
Y ahora, ese legado está en juego entre dos figuras que representan justamente eso: la consistencia silenciosa de Iga Swiatek, cada vez más completa, y la resurrección tenística de Amanda Anisimova, una mujer que se retiró momentáneamente para salvar su salud mental y ahora está lista para conquistar su primer título de Grand Slam.
¿Qué podemos esperar de la final?
Es difícil hacer predicciones certeras sobre un duelo tan singular. Swiatek ha mostrado tenis arrollador en semifinales y parece haber descifrado los secretos del césped. Pero Anisimova ha derrotado a la número uno del mundo, mostrando una combinación de agresividad controlada y temple emocional admirable.
Ambas debutan en una final de Wimbledon. Ninguna tiene experiencia alzando el trofeo en el All England Club. Pero ambas tienen todo el juego y la mentalidad para lograrlo.
Lo que es seguro es que este sábado veremos una nueva campeona. Una que, sin importar el resultado, ya ha ganado en mucho más que tenis: en resiliencia, evolución y espíritu deportivo.
Wimbledon 2025 será recordado como el escenario de una de las finales más auténticas de la era moderna del tenis femenino.