El estilo Trump: poder sin negociación y una presidencia marcada por el autoritarismo

De las universidades al sistema financiero: cómo Donald Trump ha reformulado el liderazgo presidencial con amenazas, imposiciones y control institucional

La política del ultimátum: el sello personal de Trump

Donald Trump, empresario convertido en presidente, ha cimentado su reputación política en una imagen de negociador implacable. Sin embargo, su forma de "negociar" se aleja del arte del acuerdo que él mismo proclamaba dominar, y se acerca más a la intimidación, el chantaje institucional y la erosión de los pilares democráticos. “Ellos no establecen el trato. Yo establezco el trato”, sentenció Trump sobre sus negociaciones comerciales, dejando clara la filosofía que guía su conducta ejecutiva.

Trump ha recompensado a sus aliados y ha castigado con dureza a quienes se resisten a su voluntad. Como presidente y ahora como candidato nuevamente en 2024, ha usado el poder del Estado como palanca para arrinconar a universidades, presionar al Banco Central, manipular relaciones exteriores y moldear la narrativa política en Estados Unidos.

Educación bajo amenaza: universidades en el punto de mira

Uno de los sectores más afectados por esta política de imposiciones ha sido el de la educación superior. Por ejemplo, Harvard fue blanco directo de las amenazas de Trump. En abril, exigió cambios en la gobernanza de esta institución y en su planta docente para "equilibrar" su presunto sesgo liberal. Ante la negativa de la universidad, la administración procedió a cancelar más de $2.2 mil millones en subvenciones federales, afectando de forma grave a sus investigaciones en áreas como el cáncer, el Parkinson o pandemias.

Trump también trató de impedir que aproximadamente 7,000 estudiantes extranjeros estudiaran en Harvard y amenazó con retirar su estatus de exención fiscal. La administración incluso envió citaciones judiciales a la institución solicitando información confidencial de los estudiantes.

Casos similares se han replicado en otras universidades:

  • Universidad de Pennsylvania: se retiraron $175 millones en disputa sobre registros deportivos relacionados con una atleta transgénero. El dinero se restauró tras acceder a los cambios exigidos.
  • Columbia University: tras la pérdida de $400 millones federales, su departamento de estudios de Medio Oriente fue intervenido administrativamente.
  • Universidad de Virginia: el rector James Ryan presentó su renuncia ante una investigación del Departamento de Justicia sobre políticas de diversidad.

Como argumenta Ted Mitchell, presidente del Consejo Americano de Educación: “Trump no busca acuerdos, exige constantemente más y más. La autonomía institucional es vital para la educación y la búsqueda de la verdad sin consideraciones políticas.”

El asedio a la Reserva Federal: cuando el mercado se convierte en rehén político

El otro frente que ha enfrentado presiones directas ha sido la Reserva Federal. Trump exigió reiteradamente que su presidente, Jerome Powell, redujera las tasas de interés, medida que, en teoría, impulsaría el financiamiento gubernamental y abarataría la deuda nacional. Pero con una inflación aún volátil, Powell se negó, y eso le costó una campaña pública de desprestigio encabezada por el mismo presidente.

David Wessel, del Brookings Institution, advierte que “la credibilidad de la Fed corre un grave riesgo si se percibe que está cediendo ante presiones políticas directas. Las consecuencias pueden afectar la estabilidad financiera global.”

Las presiones incluyeron la intención de revisar una cara remodelación de la sede central del banco, sugiriendo corrupción o derroche, añadiendo así un tinte político al debate sobre autonomía financiera.

Tarifas como arma política: fin de las reglas del comercio internacional

Trump ha convertido los aranceles —instrumento tradicional de política económica— en instrumentos de presión política. En teoría, propuso tarifas para reducir la balanza comercial negativa. Pero su aplicación fue más irregular y arbitraria que estratégica. Tras anunciar posibles “90 acuerdos en 90 días” en abril, rápidamente perdió paciencia y optó por imponer tarifas unilaterales a países como México, la Unión Europea y Brasil.

Se llegaron a enviar 24 cartas a naciones aliadas describiendo aumentos tarifarios unilaterales, incluyendo a países como Canadá y Corea del Sur, que ya contaban con tratados aprobados por el Congreso estadounidense.

Inu Manak, experta en comercio del Council on Foreign Relations, denunció que “este tipo de imposiciones minan la confianza en cualquier acuerdo firmado con EE.UU. ¿Qué sentido tiene negociar si las reglas cambian cada año?”

Un caso particularmente grave fue el intento de influir en el sistema judicial brasileño mediante amenazas comerciales. Trump dijo que impondría un 50% de arancel si el país no dejaba de juzgar al expresidente Jair Bolsonaro, acusado de intentar revertir su derrota electoral.

El atentado en Butler: símbolo de una presidencia bajo fuego literal y figurado

El intento de asesinato de Trump en julio de 2024 durante un mitin en Butler, Pennsylvania, eclipsó por momentos las divisiones políticas. Un joven de 20 años, Michael Crooks, abrió fuego desde una azotea no vigilada, hiriendo a dos personas y causando la muerte de un asistente antes de ser abatido por el Servicio Secreto.

Las investigaciones revelaron múltiples fallos: zonas con línea de visión desprotegidas, confusión en la comunicación entre el Servicio Secreto y autoridades locales, y una mezcla caótica de métodos de comunicación (radio, teléfonos, texto, email). Se ha revelado que había dos centros de mando diferentes durante el mitin, generando fragmentación operativa.

Sean Curran, nuevo director del Servicio Secreto nombrado por Trump, afirmó que su experiencia en ese momento definió su enfoque de reforma. Actualmente han implementado 21 de las 46 recomendaciones del Congreso para evitar que algo así vuelva a suceder, entre ellas:

  • Creación de una División de Aviación.
  • Compra de vehículos de comando móvil y ATVs blindados.
  • Revisión de manuales y mejora en protocolos de comunicación con agencias locales.

Aunque seis agentes han sido disciplinados, no ha habido despidos oficiales. La exdirectora Kim Cheatle renunció rápidamente después del incidente.

¿Autoritarismo o acción necesaria? La batalla por la narrativa

Los aliados de Trump defienden estas políticas como necesarias en un entorno donde, según ellos, el presidente ha sido atacado sistemáticamente por demócratas, medios e instituciones. Para ellos, su estilo de confrontación responde a una necesidad de romper con el status quo.

Sin embargo, expertos como Larry Summers (exsecretario del Tesoro y exrector de Harvard) advierten que estos métodos tienden a erosionar el pluralismo y consolidar una visión autoritaria del poder: “La diversidad institucional es esencial para una democracia real. Está amenazada por este estilo extorsionista.”

Mientras Trump se posiciona como favorito para ganar nuevamente en 2024, su transformación radical de lo que significa liderar desde la Casa Blanca sigue suscitando polémicas profundas sobre el equilibrio entre gobernabilidad y democracia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press