El fuego que consumió un tesoro del Gran Cañón: ¿una tragedia inevitable o una negligencia evitable?

La pérdida del Grand Canyon Lodge y otros edificios históricamente significativos ha reavivado el debate sobre las políticas de manejo de incendios forestales en EE. UU., provocando indignación pública y un llamado urgente a la rendición de cuentas.

Un desastre anunciado en el corazón del norte del Gran Cañón

El pasado 4 de julio, un rayo encendió una chispa que, poco más de una semana después, habría consumido décadas de historia en el Grand Canyon National Park. El Dragon Bravo Fire devastó aproximadamente 20 kilómetros cuadrados, incluyendo el emblemático Grand Canyon Lodge, corazón del North Rim y una joya arquitectónica de 1937 que había sobrevivido incendios previos.

Aunque los incendios forestales provocados por rayos no son raros en la región, la respuesta inicial de las autoridades del National Park Service (NPS) ha sido fuertemente criticada. En lugar de una contención agresiva, como en años anteriores, se adoptó primero una estrategia de “confine and contain” (confinar y contener), que resultó insuficiente frente a las condiciones climáticas adversas: altas temperaturas, baja humedad y ráfagas de viento.

Una pérdida cultural y patrimonial

El Grand Canyon Lodge no era simplemente un lugar para hospedarse: representaba un vínculo directo con la historia del parque y el estilo arquitectónico del rustic national park architecture. Construido originalmente en 1928, el edificio fue destruido por un incendio en 1932 y reconstruido cinco años después, reutilizando mucha de su piedra original. Su estructura de vigas de ponderosa, su chimenea de piedra caliza y su icónica estatua de bronce de "Brighty the Burro" eran íconos tanto para turistas como para historiadores.

Con más de 5 millones de visitantes al año, el Gran Cañón concentra su atractivo principalmente en el South Rim, pero el North Rim representa un refugio más tranquilo, visitado por solo un 10% del total. La pérdida del único alojamiento dentro del parque en esta zona tendrá efectos indudablemente duraderos tanto en el turismo como en la conservación cultural.

“Estoy devastada. Era un lugar mágico”, comentó Caren Carney, una visitante de Georgia que fue evacuada antes de que el fuego consumiera el lodge. “Al menos alcanzamos a verlo por última vez”.

¿Negligencia federal?

La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, ha pedido formalmente una investigación federal. En una publicación en redes sociales, expresó: “Los arizonenses merecen respuestas sobre cómo se permitió que este incendio arrasara uno de nuestros patrimonios naturales más importantes”.

La crítica central radica en la decisión inicial de no combatir el incendio de forma directa desde el principio. Según los propios funcionarios a cargo del incendio, este se expandió rápidamente al adoptar una táctica más agresiva recién una semana después de su inicio.

Este debate se enlaza con una tendencia nacional en la gestión forestal de usar incendios implementados o dejados crecer como parte de la dinámica natural del ecosistema. No obstante, en zonas turísticas e históricas tan delicadas, la controversia por priorizar criterios ecológicos por encima de la protección patrimonial y humana se intensifica.

Otro incendio se propaga: el White Sage Fire

Mientras tanto, otro incendio cerca del North Rim —el White Sage Fire— ha quemado más de 162 kilómetros cuadrados. Aunque los informes más recientes indican progreso en su control, la simultaneidad de estos fuegos ha colapsado parcialmente la capacidad de respuesta en la región.

Este patrón también se observa en otros estados del suroeste. En Colorado, por ejemplo, un incendio forestal declarado el mismo fin de semana obligó al cierre del Black Canyon of the Gunnison National Park y llevó al gobernador Jared Polis a declarar emergencia.

El futuro incierto del North Rim

El acceso al North Rim permanecerá cerrado por el resto del año. Además del lodge, se perdieron otras estructuras como cabañas, viviendas para empleados y una planta de tratamiento de aguas residuales, cuya combustión preocupó por posible liberación de gas cloro, altamente tóxico.

Fotografías aéreas muestran columnas de humo negro emergiendo del cañón, metáfora visual de una oportunidad perdida para prevenir una tragedia patrimonial. Los excursionistas en la zona baja del cañón fueron evacuados, y los navegantes del río Colorado recibieron instrucciones de evitar el Phantom Ranch, otro de los lugares emblemáticos del parque.

El valor y la fragilidad de los íconos naturales

“Estos incendios deberían cambiar la forma en que protegemos nuestros parques nacionales”, afirma Jeff Davis, experto en manejo de incendios del Grand Canyon Historical Society. “La historia no se puede reemplazar”.

Las interrogantes que surgen son inevitables:

  • ¿Hubo negligencia en la estrategia inicial?”
  • ¿Son suficientes los recursos federales asignados a parques fuera del circuito turístico principal?
  • ¿Es momento de revisar las políticas de fuego manejado ante el cambio climático?

Según datos del National Interagency Fire Center, solo en 2023 se registraron más de 66 mil incendios forestales en EE. UU. Estas cifras ubican cada vez más al fire management como una cuestión de seguridad nacional y de conservación urgente.

Una memoria que vivirá en llamas

El Grand Canyon Lodge ya había resurgido una vez de las cenizas. La historia cuenta que en 1932, apenas cuatro años después de su construcción inicial, fue consumido por un incendio de cocina. Volvió con más carácter, piedra robusta y madera tallada a mano como símbolo de un país que valoraba su patrimonio natural.

Pero ahora, en la era del cambio climático, incendios cada vez más intensos y una gestión polémica de recursos, la destrucción total de ese lugar quizás sea un llamado a reescribir cómo y para qué se protegen estos espacios. No basta solo con conservar su belleza; hay que asegurar también su permanencia.

Este nuevo incendio no solo carbonizó vigas centenarias; también puso en cenizas la confianza de muchos en las instituciones responsables de cuidar lo irremplazable.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press