Una misión espacial histórica: cómo India, Hungría y Polonia conquistaron las estrellas junto a SpaceX y Axiom Space

Exploración, cooperación e innovación: el viaje que marcó un nuevo capítulo para tres países en la Estación Espacial Internacional

Una tripulación diversa con una misma meta: el espacio

El pasado 14 de julio de 2025 marcó el cierre de una misión espacial tan breve como trascendental. SpaceX y Axiom Space devolvieron a la Tierra a cuatro astronautas tras su estadía en la Estación Espacial Internacional (EEI): los primeros representantes en el espacio de India, Hungría y Polonia, y la veterana estadounidense Peggy Whitson, ícono de la exploración espacial.

El equipo, que despegó desde el Centro Espacial Kennedy el 25 de junio, llevaba una agenda científica intensa. En unas pocas semanas en el espacio, condujeron decenas de experimentos, respondieron preguntas de estudiantes de sus países, y hasta llevaron la cultura gastronómica más allá de la atmósfera terrestre, como fue el caso de los pierogies (empanadillas polacas) en formato liofilizado.

Un hito nacional para tres países y una nueva era para la exploración privada

Más allá de la ciencia, esta misión representa el símbolo de una nueva era donde no solo las grandes potencias tienen las claves del cosmos. Es la primera vez en más de 40 años que ciudadanos de India, Polonia y Hungría participan en una aventura espacial.

“Difundiremos la idea en nuestros países de que esto está al alcance. Incluso países pequeños pueden alcanzar el espacio”, dijo emocionado Tibor Kapu, astronauta húngaro, durante la ceremonia de despedida que terminó en un sentido abrazo grupal.

Los gobiernos de India, Polonia y Hungría colaboraron financieramente con la misión, cada uno invirtiendo más de 65 millones de dólares. Esta cifra cubrió desde el entrenamiento hasta el viaje en la cápsula Dragon, propiedad de SpaceX.

Axiom Space: democratizando la órbita

La compañía Axiom Space, con sede en Houston (EE.UU.), ha sido clave para abrir las puertas del espacio a países y ciudadanos fuera del selecto club de agencias espaciales tradicionales. Esta fue su cuarta misión a la EEI desde 2022.

Y no es casual. Axiom está construyendo su propia estación espacial comercial, planeada para lanzarse en los próximos años como sucesora de la EEI, cuyo retiro se espera para finales de esta década. Esta movida está alineada con la estrategia de la NASA de externalizar la operación de infraestructura espacial a actores privados, concentrándose en misiones más ambiciosas como el regreso a la Luna.

Ciencia en microgravedad: la investigación a otro nivel

No todo fue simbólico o institucional. La misión se centró fuertemente en proyectos científicos de alto valor. Algunos aspectos destacados incluyen:

  • India: estudios sobre la respuesta del cuerpo humano ante el cambio de gravedad, junto con experimentos de cultivo celular en microgravedad.
  • Polonia: análisis neurocognitivos y procesos termo-hidrodinámicos aplicables a tecnología biomédica.
  • Hungría: experimentos en espectroscopía láser y sensores térmicos.

Aplicaciones de estas investigaciones van desde mejoras en tratamientos contra enfermedades, hasta nuevas tecnologías de sensores portátiles, pasando por innovaciones en producción de alimentos.

La importancia de Peggy Whitson: experiencia que inspira

La presencia de Peggy Whitson fue mucho más que simbólica. Antiguamente científica de la NASA, Whitson ostenta el récord de mayor tiempo acumulado en el espacio para un astronauta estadounidense con un total de 665 días fuera de la Tierra. Actualmente trabaja con Axiom Space como directora de vuelos tripulados.

Su rol en esta misión fue fundamental no solo como piloto y científica, sino como mentora de tripulantes primerizos. En sus propias palabras:

“Ver el asombro y la emoción en sus rostros al observar la Tierra desde la cúpula me recordó mi primer vuelo. Siguen las mismas preguntas: ¿cómo podemos cuidar mejor nuestro planeta? ¿cómo extender la humanidad más allá de él?”

Orgullo nacional y contacto con la Tierra

Durante la misión, los astronautas recibieron llamadas de sus respectivos primeros ministros y enviaron mensajes memorables:

  • “Es un milagro cuando la humanidad se une para un objetivo común”, dijo Shubhanshu Shukla desde la cápsula.
  • “El cielo ya no es el límite. Podemos explorar el espacio”, expresó el polaco Slawosz Uznanski-Wisniewski.

La repercusión mediática fue masiva en sus países, con una cobertura especial de escuelas e institutos científicos. De hecho, incluso se celebraron concursos educativos relacionados con el vuelo orbital, y se están planificando programas juveniles para formar futuros científicos aeroespaciales.

Gastronomía en órbita: una curiosidad que también enseña

Uno de los momentos más comentados fue cuando Uznanski-Wisniewski presentó al mundo los primeros pierogies (empanadillas polacas de col y champiñones) cocinados en el espacio. Obviamente, no se frieron ni se hornearon; fueron liofilizados y preparados con técnicas adecuadas a la microgravedad.

Esta anécdota es reflejo también de los nuevos estudios sobre alimentación en el espacio, crucial para futuras misiones de larga duración (como una ida a Marte), donde la variedad nutricional y cultural será imprescindible para el bienestar físico y psicológico de los tripulantes.

El futuro inmediato: estaciones privadas y regreso a la Luna

NASA apuesta a un ecosistema donde empresas como SpaceX, Axiom, Blue Origin, Voyager Space y otras construyan infraestructura espacial comercial –incluyendo estaciones, módulos habitables y naves lunares– para reemplazar la estructura actual gestionada en su mayoría por entidades gubernamentales.

De hecho, en este preciso momento, hay varios proyectos en marcha:

  • Axiom Station: primer módulo acoplable a la EEI, previsto para 2026.
  • Artemis: el programa de retorno a la Luna que incluye infraestructura orbital (Gateway) alrededor del satélite natural.
  • Política internacional: acuerdos como los Artemis Accords fijan reglas claras para la convivencia y cooperación en el espacio.

¿Y ahora qué?

Mientras los cuatro héroes descienden frente a las costas de California a bordo de la cápsula Crew Dragon, el mensaje que dejan es claro: el espacio es de todos.

Muchos se preguntan si esto impulsará a otras naciones a invertir en ciencia, exploración y desarrollo tecnológico. Lo más probable es que sí. El impacto en la juventud, la comunidad científica y la política tecnológica nacional ha sido profundo.

Lo que una vez fue carrera parecida a la Guerra Fría, hoy se convierte en cooperación plural, empresarial y humana.

¡Bienvenidos a una nueva era en la conquista del universo!

Este artículo fue redactado con información de Associated Press