Colapso de la salud pública en Texas: el cierre de 'Operation Border Health' y sus consecuencias
Recortes de fondos federales obligan a cancelar un evento esencial en una de las regiones más vulnerables de Estados Unidos
Un sistema de salud debilitado desde las raíces
Texas ha enfrentado durante años una crisis silenciosa de salud pública en sus regiones del sur, en especial en el Valle del Río Grande. Esta zona, hogar de millones de personas, muchas de ellas de bajos recursos y sin seguro médico, dependía en gran medida de la Operation Border Health Ready (OBHR), un evento anual que ofrecía servicios médicos gratuitos a miles de residentes.
Este año, por primera vez desde su creación en 1999, el evento ha sido cancelado. ¿La razón? Recortes federales en el financiamiento para la preparación ante emergencias de salud pública. La decisión ha causado indignación, preocupación e incertidumbre en una de las regiones más necesitadas de acceso a servicios de salud.
Lo que era 'Operation Border Health'
La iniciativa OBHR se concebía como una feria de salud itinerante que durante cinco días ofrecía:
- Chequeos médicos generales
- Inmunizaciones
- Exámenes físicos deportivos para estudiantes
- Exámenes dentales y oftalmológicos
- Entrega de anteojos recetados
- Pruebas de diabetes y consejos sobre nutrición
En 2023, más de 6,600 personas se beneficiaron del evento que sustentaba las necesidades básicas de salud de quienes no pueden pagar ni siquiera una consulta médica común. Los residentes madrugaban desde las 4 a.m. para tener un turno en alguno de los cinco puntos de atención distribuidos entre el Valle del Río Grande y Laredo.
Los recortes: ¿Quién los ejecutó y por qué?
Imelda García, subcomisionada principal del Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas (DSHS), informó que los fondos federales asignados al programa de preparación ante emergencias de salud pública se redujeron en un 28% en comparación con el año fiscal anterior. Esta disminución formó parte de una serie de ajustes presupuestarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que también recortaron $700 millones del financiamiento para la pandemia de COVID-19.
Como resultado, Cameron County perdió aproximadamente $100,000, llevando a la eliminación de dos empleados clave del equipo de preparación. Antes, ya habían perdido diez trabajadores más debido a recortes anteriores, afectando gravemente la capacidad del equipo para organizar el OBHR de manera segura y efectiva.
Impacto directo en la comunidad
El Condado de Hidalgo también vio reducida su capacidad institucional, perdiendo más de $165,000 en fondos. Aunque el condado evitó dar detalles específicos, se confirmó que tanto personal temporal como permanente fue afectado. Dada la ya limitada infraestructura de salud en la región, la cancelación de OBHR significa más que simplemente postergar un evento.
Una gran parte de la población en el Valle del Río Grande carece de seguro médico. En 2023, entre el 27% y el 31% de sus residentes estaban sin cobertura de salud. Este es uno de los niveles de no aseguramiento más altos de cualquier región en los Estados Unidos.
Expertos alzan la voz: una crisis predecible
El Dr. Iván Meléndez, autoridad de salud del condado de Hidalgo, fue claro en sus declaraciones: "Estamos profundamente decepcionados. Nuestro objetivo es retomar este programa lo antes posible, pero estamos ante una situación crítica". Meléndez también advirtió que la región presenta niveles excesivos de:
- Obesidad
- Hipertensión
- Diabetes
- Enfermedades renales en etapa terminal
- Pacientes en tratamiento de hemodiálisis
La desaparición de uno de los pocos recursos accesibles para esta comunidad representa un retroceso monumental en la lucha contra estas enfermedades crónicas.
Lo que se pierde con OBHR
Más allá del alivio momentáneo que brindaba este evento, OBHR era un punto de contacto clave del sistema con comunidades de difícil alcance. Su diseño bilingüe permitía atender eficazmente a la comunidad hispana, que en el sur de Texas representa la aplastante mayoría.
Asimismo, OBHR cumplía un rol estratégico al ofrecer exámenes físicos a estudiantes en verano, permitiendo que comenzaran el año escolar con su salud atendida, y facilitaba la renovación de lentes para estudiantes que de otro modo no podrían costearlos.
Opciones futuras: improvisación institucional
En respuesta al colapso del evento, las autoridades de salud han comenzado a buscar soluciones alternativas. El Dr. Meléndez indicó que se están explorando alianzas con distritos escolares y universidades locales. La idea es llevar adelante clínicas de salud móviles durante el ciclo lectivo, aprovechando la infraestructura educativa como facilitadora de servicios médicos.
Si bien esta iniciativa es prometedora, muchos líderes comunitarios consideran que no está a la altura del alcance y logística de OBHR. Como señaló la administradora de salud del condado de Cameron, Esmeralda Guajardo: "No puedo pedirle a mi equipo, después de perder el 40% del personal, que viaje y coordine un evento tan complejo y luego regrese con una carga de trabajo que ya está sobrepasando nuestra capacidad".
Contexto político y debate nacional
Este caso no puede aislarse del clima político más amplio. Las decisiones de financiamiento federal están influidas por debates partidarios en Washington, donde algunos sectores consideran que ha llegado el momento de desacelerar el gasto en salud pública tras la pandemia.
No obstante, expertos advierten que el dinero invertido en preparación ante emergencias y atención primaria es una inversión a largo plazo. Según un estudio del Journal of Emergency Management, por cada $1 invertido en preparación preventiva para catástrofes sanitarias, los sistemas públicos pueden ahorrarse hasta $5 en atención reactiva posterior.
Además, Estados Unidos gasta más en salud que cualquier otro país del mundo, más del 17% de su PIB, pero produce peores resultados en métricas como esperanza de vida, enfermedades prevenibles, y muertes evitables. Estos déficits suelen concentrarse en regiones olvidadas como el sur de Texas.
¿Y ahora qué?
La cancelación de Operation Border Health no es un caso aislado, sino un síntoma de un sistema con parches cada vez más frágiles. En ausencia de una estrategia sólida a nivel estatal y federal que garantice acceso a servicios esenciales, los más pobres, los más enfermos y los más aislados continúan atrapados en una espiral de desatención.
"Estamos viendo el colapso de una red de seguridad sin haber ofrecido una alternativa concreta", sentenció Guajardo. Y esa frase resume la inseguridad que hoy viven miles de familias texanas sin acceso a salud.
Hasta que se recupere el financiamiento o se implementen programas alternativos de peso, las poblaciones vulnerables quedarán expuestas —más que nunca— a los riesgos que OBHR durante 25 años ayudó a prevenir.