1VERSE: El grupo de K-pop que desafía fronteras y regímenes con su historia y música
Con dos desertores norcoreanos entre sus miembros, esta banda ofrece un nuevo capítulo en la evolución del K-pop y el poder transformador de la música
Una nueva voz en la industria del K-pop
En un mundo donde la industria del K-pop está saturada de fórmulas estandarizadas y modelos repetitivos, el debut de 1VERSE llega como una bocanada de aire fresco —no sólo por su música, sino por las historias humanas que construyen su esencia.
El grupo, lanzado bajo el sello Singing Beetle en Seúl, está conformado por cinco integrantes procedentes de distintos rincones del mundo. Sin embargo, lo que realmente destaca —y mueve corazones— es que dos de ellos, Hyuk y Seok, son desertores norcoreanos, una condición que desafía los límites de la cultura y la política en la península de Corea.
El valor de una biografía: de colectar leña a las luces del escenario
Hyuk, oriundo de la provincia norcoreana de Hamgyong del Norte, vivió los primeros 12 años de su vida en un entorno brutal. "Tenía que pasar de ocho a diez horas diaria recolectando leña sólo para cocinar arroz y sobrevivir. No había espacio para soñar, mucho menos para escuchar música," explica en una entrevista reciente. En 2013, tras una dolorosa decisión, logró desertar hacia Corea del Sur.
Por su parte, Seok, exfutbolista originario también de Corea del Norte, cruzó la frontera en 2019. Aunque evita detallar su huida por temas de seguridad, su historia es igual de impactante. En sus palabras: "Empezar en la música fue casi un juego de azar, pensé: si no funciona, buscaré otra cosa".
Un encuentro cambió sus vidas
Hyuk trabajaba en una fábrica durante la pandemia. En ese momento de crisis existencial, conoció por casualidad al CEO de una compañía discográfica que, tras notar cierto potencial, comenzó a invitarlo a clases de rap durante los fines de semana. "No tenía absolutamente nada. Ni siquiera dinero que me pudieran robar. Aun así, él me invitaba a comer y me animaba. Eso me hizo creer en el proyecto", recuerda.
K-pop como puente entre dos Coreas
El mero hecho de que un desertor norcoreano llegue al estrellato del K-pop es un acontecimiento sociopolítico sin precedentes. Si bien no son los primeros —BE BOYS debutó con un integrante exnorcoreano previamente—, la presencia simultánea de dos desertores en un grupo comercial durante una época de creciente tensión intercoreana es digna de análisis y celebración.
Como indica Olivia Enos, experta en políticas asiáticas del Hudson Institute: “La cultura pop surcoreana, particularmente el K-pop, representa una amenaza existencial para el régimen de Kim Jong-un. Proporciona una narrativa alternativa, más esperanzadora, a la que ofrece el Estado norcoreano.”
Una narrativa verdaderamente internacional
1VERSE no es sólo Corea. Completan el grupo: Nathan, originario de Arkansas (EE.UU.), Kenny de Los Angeles y Aito de Chiba, Japón. Juntos forman un melting pot cultural que refuerza el mensaje de inclusión global que el grupo quiere transmitir.
“Queremos ser inclusivos con la historia y realidades de todos. No ocultamos de dónde venimos, más bien lo usamos como fortaleza,” afirma Kenny. Cada uno de los miembros tomó clases de ciudadanía global como parte de su entrenamiento, siendo conscientes del potencial impacto social que su música y origen pueden generar.
El debut: ‘The 1st Verse’
El sencillo debut del grupo, titulado "The 1st Verse", ya está disponible en plataformas como Spotify, Apple Music y YouTube. Su principal tema, “Shattered”, fue coescrito por Hyuk y Kenny y mezcla sonidos sintéticos con una lírica muy emocional que narra la lucha de construir algo hermoso desde los escombros.
El videoclip muestra a los cinco integrantes atravesando laberintos de concreto que simbolizan las fronteras interiores —culturales, políticas, personales— hasta finalmente llegar a un paisaje abierto, libre.
El impacto emocional y digital
Desde TikTok hasta YouTube, 1VERSE ha comenzado a ganar terreno entre los fans que no sólo conectan con su música, sino con el relato emocional que la acompaña. Seok confesó haber grabado un videoblog en sus días de entrenamiento donde, con lágrimas, compartía lo duro que era adaptarse a la vida de un idol: “La primera carta que recibí de un fan me quebró completamente. Ni siquiera podía terminar de leerla del llanto”.
Resistencia cultural ante la censura
Escuchar K-pop en Corea del Norte es ilegal. A pesar de ello, Seok recuerda escuchar pistas de f(x) y Super Junior en secreto: “Lo escuché allá por la primaria. Pero muy pocas veces, porque si te atrapaban, podías ser severamente castigado.”
En este contexto, su adhesión al género y posterior protagonismo en él no sólo es un acto artístico, sino político. Es una reafirmación de la libertad individual y la autonomía cultural.
¿La vanguardia del K-pop?
La globalización del K-pop es ya una realidad, pero 1VERSE da un paso más allá: toma cuadros de realidades absolutamente distintas —opuestas incluso, como las de Corea del Norte y Estados Unidos— y los funde en un lienzo común.
Si el K-pop ha sido criticado por parecer fabricado y normativo, 1VERSE emerge como un experimento social que parece tener su lugar asegurado en la historia del género.
Un mensaje de unidad sin maquillaje
Hyuk lo dice mejor que nadie al concluir: “Estoy muy agradecido de que la gente nos preste atención. Sólo espero que no se enfoquen demasiado en la parte política o trágica. Esto es un viaje que estamos creando juntos —como grupo, como equipo humano.”
“Shattered” puede ser un éxito pop, pero es también una metáfora emocional. Representa sueños que fueron rotos alguna vez por sistemas opresivos, por la pobreza o el desconocimiento —y que hoy, en este nuevo verso, vuelven a florecer con fuerza.
1VERSE no sólo canta, resiste.