David Altchek: el hombre que revolucionó la cirugía en el béisbol moderno
Su legado con el procedimiento 'Tommy John', su impacto en los Mets y su influencia en la medicina deportiva
David Altchek no fue simplemente un cirujano ortopédico. Fue un innovador cuya huella permanecerá por décadas en el deporte profesional, y en especial en el béisbol. Con más de 2,400 cirugías 'Tommy John' realizadas y una presencia constante entre los cuerpos médicos de élite de las Grandes Ligas, su legado en la medicina deportiva es incuestionable.
Un pionero en la medicina del deporte
Altchek, quien falleció recientemente a los 68 años debido a un tumor cerebral, dejó una profunda marca no solo por la cantidad de cirugías que realizó, sino por el impacto que tuvo sobre el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas. Su carrera estuvo intrínsecamente ligada al béisbol profesional, especialmente al equipo de los New York Mets, donde fue Jefe Médico entre 1991 y 2001, y luego Director Médico desde 2005 hasta 2024.
Uno de sus grandes aportes fue la evolución de la temida cirugía 'Tommy John', utilizada para reparar el ligamento colateral cubital del codo, especialmente en lanzadores. Esta cirugía recibió su nombre debido a que el primer beisbolista que se sometió a ella fue el lanzador Tommy John en 1974, realizada por el Dr. Frank Jobe, mentor indirecto de Altchek.
Cuando el conocimiento técnico se encuentra con el humanismo
Más allá de la técnica quirúrgica, Altchek ofrecía algo que pocos especialistas pueden brindar: esperanza. En una entrevista realizada en 2024, mencionó lo siguiente acerca de tratar a jugadores lesionados: “Uno les dice: esto es desafortunado, pero esta es tu resonancia magnética. Probablemente ocurrió porque lanzaste más allá de lo que tu tejido podía tolerar. Pero tenemos un procedimiento que puede reconstruir tu ligamento con un 95% de posibilidades de que regreses al mismo nivel o incluso mejor.”
Ese mensaje de ciencia combinada con optimismo ayudó a generaciones de atletas a mantener viva la llama de sus carreras en momentos en los que todo parecía perdido.
El nacimiento de la técnica 'docking'
Consciente de la complejidad inicial de la cirugía Tommy John, Altchek se propuso mejorarla junto con sus residentes y becarios. Así nació el procedimiento de 'docking', una forma más sencilla y eficiente de llevar a cabo la operación, validado en cientos de pacientes. Desde su desarrollo, la técnica se ha mantenido prácticamente sin modificaciones, prueba de su eficacia.
“Funcionó y funcionó increíblemente bien”, explicó Altchek en su entrevista. “No tuvimos que cambiar nada por más de 20 años.”
Educación, formación y legado
David Altchek fue hijo del también cirujano ortopédico Martin Altchek. Se graduó de la Universidad de Columbia y obtuvo su título de médico en Cornell University Medical College en 1982. Su residencia la realizó en el prestigioso Hospital for Special Surgery (HSS), donde más adelante sería codirector del área de medicina deportiva y cirugía de hombro.
Durante su carrera, también fue médico del equipo de la Copa Davis de EE.UU. entre 1999 y 2003 y Director Médico para América del Norte del ATP Tour, lo cual muestra la magnitud de su influencia más allá del béisbol.
Una cifra que impresiona: más de 2,400 cirugías Tommy John
Según sus propios estimados en 2023, Altchek realizó más de 2,400 cirugías Tommy John. Esto lo coloca como uno de los cirujanos más experimentados en este tipo de procedimientos a nivel mundial, junto con figuras como el Dr. Keith Meister (Texas Rangers) y el Dr. Neal ElAttrache (Los Angeles Dodgers).
Esta operación se ha convertido en una especie de “carrera obligatoria” para muchos lanzadores. Grandes talentos, como Stephen Strasburg o Jacob deGrom, han pasado por esta cirugía, y aunque Altchek no operó a todos, probablemente influyó directa o indirectamente en muchos de los casos.
Un mundo más allá de la cirugía
En 2003, Altchek fue merecedor del Premio John Jay de Columbia por Logro Profesional Distinguido. También ejerció como mentor de docenas de futuros cirujanos y colaboró estrechamente para evolucionar la biomecánica aplicada al deporte junto con instituciones como el American Sports Medicine Institute.
Glenn S. Fleisig, director de investigación biomecánica del instituto, dijo: “Su inteligencia e innovaciones beneficiaron no solo a sus pacientes, sino a todo el campo de la medicina deportiva. Pero lo que realmente destacaba de David era su calidez y su personalidad amigable.”
Un hombre de familia comprometido
Altchek estaba casado desde 1981 con Anne Salmson, con quien tuvo cuatro hijos: Charles, Christopher, Chloe y Sophie. Charles Altchek es el actual presidente de la liga MLS Next Pro y fue galardonado como Jugador del Año de la Ivy League en 2005 y 2006 mientras jugaba fútbol en Harvard.
Este detalle revela que el amor por el deporte no se limitó al quirófano. La familia Altchek vive, respira y representa una conexión profunda con el deporte competitivo.
Más allá de los Mets: influencia en todo el deporte estadounidense
Salirse del entorno de los Mets no significa que su influencia se agotara. Altchek trabajó estrechamente con otras franquicias deportivas y fue una figura clave para comprender no solo qué se necesitaba para reparar una articulación lesionada, sino también para evitar daños mayores a largo plazo.
También ayudó a diseñar planes de prevención para lesiones crónicas en la MLB, asesoró a equipos universitarios y federaciones internacionales, y colaboró en manuales de medicina deportiva que hoy se utilizan como referencia en escuelas de medicina.
Un futuro moldeado por su legado
Aunque David Altchek ya no está entre nosotros, sus enseñanzas seguirán vivas en cada quirófano, en cada clínica deportiva, y en cada lanzador que recupere su carrera gracias a una técnica que él ayudó a perfeccionar. Su vida se convirtió en un puente entre la ciencia y el deporte, entre la técnica y la empatía, entre la tradición y la innovación.
En un mundo donde las lesiones pueden truncar carreras, el trabajo de Altchek devolvió esperanza, continuidad y gloria a innumerables atletas. Su nombre merece estar a la altura de los más grandes en la historia del deporte profesional, no por los récords que batió en el campo, sino por haber hecho posible que otros sí pudieran regresar a él.